Los que carecemos de una buena formación en matemáticas y no conocemos las bondades de las nuevas teorías de números ni nos dicen nada cosas tan esotéricas y abstrusas como integrales y derivadas, seguimos pensando, de una manera algo jurásica, que dos y dos son cuatro, cosa que según parece no es del todo correcto…
Aunque seamos primitivos en matemáticas, las encuestas electorales y las cuentas que se hacen los partidos nos vienen a confirmar que, sobre todo en política, dos más dos no siempre son cuatro. Puede ser un resultado mayor, cosa que ya les gustaría a los partidos, y puede ser menor, cosa que nos gusta y entretiene a los ciudadanos de a pie. El desentrañar las intenciones del voto y la explicación de las encuestas que se hacen a tantos meses vista, empieza a ser tan complicado y enrevesado como explicar la construcción de las pirámides de Egipto.
Viene este preámbulo a cuento de una entrevista que le realizaron en Telecinco al nuevo faraón de la política española: Pablo Iglesias,(de tanto aparecer en los medios, este chico ya es casi un género televisivo per se, como Belén Esteban: el príncipe del pueblo) que muy campanudo él, decía sus cosas con voz y gesto engolado y melífluo, y a cualquier cuestión por la que le preguntasen siempre empezaba con la coletilla “cuando gobernemos”, tan imprudente como aquel recordado futbolero que proclamaba que tal partido lo iban a ganar antes de bajarse del autobús.
Pero la prudencia no parece ser una de las muchas virtudes que adornan al nuevo líder de la clase trabajadora española. Una formación que todavía no ha ganado nada, en ninguna cita electoral (un aceptable resultado en las europeas y para de contar) debería ser, al menos, algo más comedido ante las expectativas, que parecen buenas, pero ya saben: dos más dos no siempre suman cuatro.
La nueva aritmética también la aplica el PSOE cuando y donde le apetece, en Madrid, por ejemplo.
Lo de IU ya no tiene nombre (si los viejos luchadores y militantes del PC levantaran la cabeza, se les caería de vergüenza). Como se pronosticó desde estas mismas páginas hace no muchas semanas, su destino es caer en las fauces de Podemos. Y poco más…
La derecha, bien, gracias. Mariano, ese hombre tan trabajador, que aún no ha nombrado ni señalado con el dedo a los candidatos donde más falta le hacen, va camino de perder tantos votantes que quedará como el prota de aquella película de los cincuenta (“El increíble hombre menguante”). Película en la que parece que también van a actuar Rosa Diez y sus mariachis (perdón por el chascarrillo, pero esa reticencia a pactar con otras formaciones afines parece más una machada de corrido mejicano que una estrategia electoral, aunque… dos más dos…).
Ciudadanos sube como la espuma (ya veremos si la espuma es de cava o de gaseosa).
En Caspe ya se empieza a mover algo (electoralmente hablando), a saber:
El PSOE , dando clase de democracia interna, ha celebrado primarias, que ganó la lista encabezada por Jesús Senante, y lo han celebrado de una manera novedosa y esperanzadora: una Asamblea abierta, cosa nueva y molona.
Corren rumores de que el PAR cambia de número uno (pero de momento solo es eso: rumore, rumore…)
Según con quien hables, el PP y el CPC harán una lista conjunta, según con quien hables no. A esta posible coalición si que les conviene mirar antes el lema de nuestro artículo, ya saben dos más dos…etc.
CHA parece que repetirá lista. Solo lo parece, nunca se sabe…
Podemos, en municipales, ni está, ni se le espera…
Compromiso por Aragón (escisión del PAR) no parece que tenga suficiente entidad como para montar lista.
UPyD ya veremos…
Ciudadanos, no sabe, no contesta….al menos en Caspe.
La solución dentro de unos meses. Y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga…
Manuel Bordallo
