Bulgákov vuelve del infierno con su alegre tropilla de diablos.

El Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov, editorial Nevsky. Traducción de Marta Rebón.

Se publica, por fin, la versión completa de la gran novela satírica de Mijaíl Bulgákov, que hasta hoy solo teníamos en versiones cortadas, (y recortadas) y por lo tanto no se podía apreciar en su totalidad.bulgakov

Gran novela, descarrachante, en la que un grupo de diablos, gato parlanchín incluido, se cuela entre un grupo de escritores soviéticos con resultados desternillantes. El caos y el desorden demencial provocados por el grupillo de demonios toma como objetivo la triste y sombría sociedad rusa de los años treinta, y en especial a la arrogante y corrompida élite literaria del momento y especialmente la sede de su sindicato, sede con restaurante, donde se reúnen corruptos arribistas con sus mujeres, legítimas o no, que esto parece que gusta mucho al alma eslava, burócratas, aprovechados, descreídos, siseñores, escépticos, o sea, toda la fauna que desangró (y no mató de milagro) una gloriosa literatura tan vigorosa como la rusa, y a la que este grupo de grises y estrechos mentales corrompieron, convirtiéndola en un marasmo infecto y fétido de realismo socialista, que ni era real, ni era socialista, un tremedal por el que ni el más encallecido estalinista se atreve a transitar hoy.

Es de justicia que leamos este alegato ácido contra la casta que señoreó el panorama cultural ruso durante décadas, demasiadas décadas..y condenó al ostracismo a toda una generación de escritores que no se plegaron ante la élite socialista soviética.

Una élite implacable con el talento y la disidencia, ya sea política, intelectual o artística, que dictó el silenciamiento y el exilio interior, cuando no la cárcel o la deportación a Siberia de cualquiera que no comulgara con sus teorías.

Bulgákov, que había triunfado con una novela sobre la guerra civil “La guardia blanca”, admirada, según cuentan, por el propio Stalin, vió, de repente como sus siguientes novelas y relatos eran postergados y no publicados, porque no se acababan de ajustar al realismo socialista. Enfadado y deprimido, quemó la primera versión de El Maestro y Margarita, tras recibir la noticia de la proscripción de otra de sus obras.

Cuando ya constató que el régimen no le iba a perdonar su independencia de criterio, decidió ajustar cuentas, y la reescribió de memoria. A partir de los años 36 y 37 realizó varias versiones del libro, dejándolo inconcluso cuando murió en el 40. Su mujer la terminó un par de años después. Una versión censurada se publicó en revistas en Moscú en los años 60, y una definitiva en 1973, hasta que en 1989 la experta en Bulgákov, Lidiya Yanóvskaya preparó una que se basaba en todos los manuscritos disponibles. Una posterior reconstrucción de Marietta Chudakova es considerada la versión más autorizada, y de ésta es la traducción al español que hoy recomendamos.

Lean, rían, y tiemblen después de haber reído con una estupenda novela, en la más pura tradición rusa de humor algo grueso, y aprovechen, si les gusta , para releer esos escritores que tienen escondidos en sus estanterías, y de los que nunca se acuerdan: lean a Gogol, Tolstoi, Dostoievski, Babel, Turgueniev, Goncharov, Chejov….

 

Manuel Bordallo.

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