Carta abierta de un comerciante a Mariano Rajoy

Acabamos de despedir las navidades 2012-2013 y se han confirmado las peores expectativas. La crisis tampoco ha respetado a unas fechas que venían a ser la mejor época del año para muchos comercios. El consumo ha caído de manera alarmante en todos los sectores, hecho que todos hemos podido comprobar sin necesidad de entrar en ninguna tienda: en unas navidades sorprendentemente calurosas (lo único frío ha sido el cajón de muchos comercios), ha llamado la atención ver a menos gente por la calle.

Está claro que no podemos pedir que se rasquen el bolsillo los millones de españoles que no gastan porque, sencillamente, no pueden (qué podemos esperar si el número de parados está llegando a límites espantosos). También es comprensible que los que no tienen demasiados problemas económicos (aunque la clase media cada vez parece más una especie en vías de extinción) se retengan y no consuman más de la cuenta ante el temor de no saber si esto todavía va a empeorar, (que lo parece). Pero por si fuera poco, el Gobierno, en lugar de tomar medidas para incentivar el consumo, lo que hace es «trabajar» para que ocurra exactamente lo contrario. Gracias a Mariano Rajoy y compañía, un número importantísimo de españoles que sí podían comprar con cierta alegría no lo han hecho. Y es que casi tres millones de funcionarios sin paga extra son muchos. Dicho sea de paso, a Mariano le da igual si cobran 3.000 o 1.000 y poco euros. Todos por el mismo rasero. Alucinante.

Es evidente que los primeros damnificados con la im-Popular medida han sido los funcionarios, claro. Pero tampoco debemos olvidar los daños colaterales. Porque la paga extraordinaria no iba para pagar la hipoteca o para comprarse un coche nuevo; su destino era, mayoritariamente, el menudeo: regalos navideños, salir de copas o comprarse un buen solomillo. El pequeño comercio, el restaurante, la pequeña empresa, hemos sido muy perjudicados. Y todo gracias al Gobierno.

No se trata de reivindicar el consumo desmedido pero, créanme: todos necesitamos que la gente maneje algo de dinero y se lo gaste no solo en lo estrictamente necesario. Si los españoles no se dan un capricho de vez en cuando, si solo se mira lo barato, si no se activa el consumo, estamos jodidos. Así es imposible crear puestos de trabajo. Por el contrario, ya ven lo que está pasando: los neoconservadores, los adalides del capitalismo salvaje se están cargando su propio tablero de juego y miles de comercios, de pequeñas empresas, se han ido a pique gracias a inexistentes/inútiles “soluciones Rajoy”. Porque, ¿en qué quedaron las promesas de defender a los autónomos y de velar por las PYMES? ¿Qué narices pasa con esa famosa Ley de Emprendedores, que anunció su Gobierno a bombo y platillo, y de la que ni se oye hablar?

Si alguien está dispuesto a mostrarme el camino del cambio de modelo, de cómo finiquitar el sistema, de acabar con el capitalismo, estoy dispuesto a escucharle. Pero mientras tanto, no queda más remedio: o se reactiva el consumo, o la lista del paro seguirá engordando.

Amadeo Barceló

Rajoy

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