El bipartidismo: una visión simple

Desde las últimas elecciones generales, a pesar de la mayoría del partido popular, existe un run run en analistas y comentaristas varios acerca del posible fin del nefasto bipartidismo que nos asola.  Yo, que ya sabéis que valgo para casi todo y que luego no acabo casi nada, también voy a hablar del asunto.  Ya aviso: voy a hacer un enfoque simple, porque para complejos y completos ya están otros.

Sobre la conveniencia o no del bipartidismo, se podría hablar lo que cada cual quisiera.  Yo de eso también tengo una opinión aproximadamente clara desde hace muchos años.  Pero no es este aspecto lo que quisiera “analizar” ahora, sino la posibilidad real de que se acabe tal y como lo conocemos hoy en día: es decir, que las opciones de sumar mayorías absolutas sean mínimas.  Tanto para el partido popular como para el partido socialista.

Una opción imposible para ello consistiría en cambiar la ley electoral por la que nos regimos.  Concretamente solo sería necesario crear una circunscripción única.  Esto haría que todos nuestros votos valiesen igual y que todos nuestros diputados valiesen igual.  Por todos es sabido que IU y UPD saldrían beneficiados.  Y por ellos es sabido que pp y psoe serían perjudicados.  Ahora mismo, por ejemplo, el pp no tendría mayoría absoluta (¿se imaginan?)  Por eso digo que es imposible.

Pero lo que mas me interesa es conocer si existe en el pueblo una voluntad real de cambiar el sentido de su voto hacia un partido distinto a los dos mayoritarios.  Desde mi punto de vista, y con mis breves conocimientos de sociología, el votante tiene que observar que existe una alternativa real, que su voto va a ser útil, que servirá para elegir un diputado.  Y esto, que parece obvio, no es igual para todos en todas partes de España.

En este aspecto, somos unos privilegiados.  Los aragoneses, me refiero.  (Y los caspolinos lo somos en exceso)  El voto que no va al ppsoe, al final, casi siempre acaba llegando a las Cortes de Aragón.  E incluso con cierta asiduidad, ha acudido a Madrid.  Sin ganas de entrar en hemerotecas, el par ha estado al menos un par de veces.  Labordeta fue otras tantas.  Y ahora está CHA-IU.  Es reseñable el caso de la primera legislatura de Labordeta, con apenas 30.000 votos.  Algo impensable en muchas otras partes de España.  Un beneficio para Aragón de la ley electoral.  No debemos olvidarlo.

Entonces, parece claro que aquí podemos cambiar el voto de pp y psoe porque vemos que las alternativas son reales, amén de haberlas.  Es interesante la encuesta que sacó el Heraldo de Aragón el pasado San Jorge.  Todavía cambiarán muchas cosas, pero ahora mismo no sería posible gobernar entre dos partidos.  Harían falta tres.  Y es que aquí ya son seis los partidos con peso institucional.  UPyD se quedó a las puertas del diputado autonómico la última vez.  Pero la próxima vez no será así.  Y no os extrañe que desde aquí enviemos a alguien a Madrid.  Incluso es interesante ver que el PAR gobierna en Aragón sin representación en el ayuntamiento de Zaragoza.

Hasta cierto punto, podríamos decir que el bipartidismo no existe en Aragón (yo no recuerdo ninguna mayoría absoluta), al igual que en otras comunidades cuyos partidos, habitualmente locales, permiten que el voto pueda cambiar.  Permiten, en el fondo, que el votante pueda elegir.  Ya sabéis: La comunidad vasca, la catalana, los canarios, los asturianos…

Pero existen una serie de zonas en España donde votar fuera del bicéfalo ppsoe, tiene la misma connotación para el ciudadano que tirar el voto a la basura.  Madrid, gracias a su enorme población, da pasos no muy tímidos en el cambio de voto.  En las últimas generales, envió un veinte por ciento de sus diputados ajenos al bicéfalo ppsoe.  Las dos Castillas, Valencia y Murcia, por el contrario, muestran un resultado descorazonador para los que anhelan un cambio de tendencia en el voto.  Allí, es posible que exista la conciencia social de que votar lejos del ppsoe no sea util.  Y mientras no se vean alternativas sólidas, no habrá alternativas.

A pesar de ello, presiento que el resto de comunidades de España sí van a tirar del cambio de tendencia que se intuye con el surgimiento de UPyD y el repunte de IU.  Es posible que veamos en estas europeas, sin necesidad de analizar a fondo los resultados, el síntoma claro del fin del bipartidismo.  O, al menos, del fin del socialismo, que sería el inicio del fin del popularismo.  Porque ya se sabe que nada une mas que un enemigo común.

Y una vez más, sé que me he liado en exceso.  Espero que me hayas entendido.  Pero hay una cosa que no me ha quedado clara: y tú, ¿qué opinas?

Daniel Baquer

Pinza-PP-PSOE

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