El origen de los partidos políticos

En los próximos meses está previsto que en nuestro país se produzcan cuatro consultas plebiscitarias. Los medios de comunicación nos abruman con discursos, discusiones y debates entre los distintos partidos políticos intentando convencernos de que cada uno es mejor que su oponente.  Estamos tan habituados a ellos que parece que los partidos políticos han estado ahí toda la vida, pero ha sido necesario siglo y medio de luchas y reivindicaciones por parte de los obreros y el pueblo llano para poder acceder al sistema democrático que  hoy nos permite a todos los ciudadanos sean hombre o mujeres votar a sus representantes.

Para conocer cómo comenzó el proceso hemos de remontarnos a la Corriente Liberal que recorrió Europa en el siglo XVIII dispuesta a terminar con el absolutismo monárquico. Por otra parte la Revolución Industrial que comenzó en Inglaterra y se extendió poco a poco por Europa dio un vuelco a la economía y la sociedad.

 En la  Inglaterra de finales del siglo XVIII y principios del XIX se daban las condiciones propicias para que se produjesen los cambios económicos y sociales debido a su extensa red comercial en América, Asia y África, abundancia de minas y  un alto índice demográfico que obligaba a mejorar la productividad agrícola para mantener a la población. La industria metalúrgica proporciono herramientas con las que trabajar más extensiones de tierra produciendo excedentes que se comercializaban. Con la abundancia de alimentos la población seguía creciendo y demandando otro tipo de productos manufacturados que eran suministrados por los gremios.  Se comenzó a implantar el invento de la máquina de vapor para aplicarlo a la industria textil, así como las nuevas energías como la electricidad.

La población en el medio rural aumentaba y cada vez se necesitaba menos mano de obra ya que era  sustituida por la maquinaria agrícola, esto  provocó la emigración a las ciudades donde se comenzaba a concentrar el trabajo en las fábricas. Los trabajadores se hacinaban en los barrios próximos a las fábricas y trabajaban en jornadas de quince horas en condiciones insalubres sin ninguna cobertura social.  A menudo se utilizaba la mano de obra infantil para los telares y las minas porque llegaban a lugares donde un adulto no podía hacerlo.

En Inglaterra en torno a 1830 comienzan a aparecer movimientos obreros, una reacción colectiva de los trabajadores ante unas condiciones de trabajo injustas y también se denominó de ese modo a las asociaciones que las promovieron.  En 1838 además de reivindicar mejoras laborales comienzan a pedir sufragio universal, renovación del Parlamento y salario para los parlamentarios.

Los derechos de los trabajadores comenzaron a preocupar a un grupo de ideólogos que constituyeron el “socialismo utópico”.  Owen, Leroux, Blanc, Blanqui.

En España en las regiones más industrializadas: Vascongadas y Cataluña, fue donde antes aparecieron los movimientos sociales obreros.

En Cataluña en 1840 se forma una organización obrera llamada “Sociedad Mutua de Protección de Tejedores de Algodón” que pronto fue ilegalizada en 1841 por Espartero. Únicamente se mantuvieron las asociaciones de “socorro mutuo” para ayudar a los trabajadores enfermos o en paro, que el Estado no auxiliaba. En 1854 se fundó la primera confederación obrera en Barcelona la “Unión de Clases”.  En 1855 se fundó la “Junta Central de la Clase Obrera”, con una participación amplia de algodoneros.  En 1868 se creó la “Dirección Central de Sociedades Obreras de Barcelona” para conocer qué sistema de gobierno es el que mejor protege a los trabajadores.  La nueva Constitución de 1869 reconoció el derecho de asociación reunión y expresión.

Una corriente paralela al socialismo se extendía entre la sociedad de masas, el anarquismo que en España tuvo mayor aceptación en Cataluña y en Andalucía, mientras que en el centro y en el norte fueron los socialistas los que mejor se aceptaron.

 En 1910  los anarquistas fundaron en Barcelona su sindicato, la “Confederación Nacional del Trabajo” (CNT).  En 1927 se fundó en Valencia la (FAI) “Federación Anarquista Ibérica”.

 La estancia en Madrid 1871-1872 del marxista Lafargue (ideólogo franco-cubano y yerno de Karl Marx) determinó la creación de un grupo de élite obrera, inclinado hacia el marxismo.  El grupo dirigido por los tipógrafos Pablo Iglesias, Anselmo Lorenzo y Francisco Mora formó la “Asociación del Arte de Imprimir”.  El dos de mayo de  1879 Pablo Iglesias funda un partido socialista que más adelante pasará a llamarse Partido Socialista Obrero Español (PSOE).  Nace de raíces marxistas y se fue orientando hacia socialdemócrata.  En la Segunda Internacional se presentó como partido obrero.

En 1888 la asociación fundó en Barcelona el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) con un programa ambicioso de reivindicaciones salariales y de mejora de las condiciones de trabajo.  En 1911 se forma la CNT, sindical de ideología anarquista, que compite con UGT de ideología socialista.

El 15 de abril de 1920 La Federación de Juventudes Socialistas funda el PCE, entre sus fundadores estaba Dolores Ibárruri, y estaba conformado por obreros, estudiantes, intelectuales y campesinos. A principios de 1931 tenía un millar de afiliados y a finales de año 1880. Habrá que esperar hasta la proclamación de la II República en 14 de abril de 1936, cuando se activa poco  a poco.

Los partidos políticos necesitaban una forma de gobierno  que les permitiera poder intervenir en el desarrollo de la vida política del país, esto se consiguió con las Monarquías de Gobierno Parlamentario, el antecedente de este sistema lo encontramos en Inglaterra a finales del siglo XVII y se ha ido transformando y perfeccionando hasta nuestros días, es el sistema de gobierno que actualmente tenemos en España. También encontramos la participación democrática de los partidos políticos en los gobiernos de las Repúblicas Parlamentarias como por ejemplo la francesa.

En cuanto a la acción de votar, que tan familiar nos resulta, ha sido un logro que ha llevado mucho tiempo conseguir.  Con el Antiguo Régimen las formulas con las que los gobiernos consultaban a sus ciudadanos eran: “El sufragio censitario”, por el que sólo podían votar los que tenían un determinado nivel de renta, o”El sufragio indirecto” un proceso  en el que votaba el cabeza de familia para elegir el alcalde de su población, los alcaldes votaban a quien les iba a representar en la siguiente institución y así hasta llegar a la Presidencia.  Con el Liberalismo y el Nuevo Régimen las masas sociales consiguieron “El sufragio universal” que inicialmente era sólo para hombres. Con la llegada de la corriente feminista a finales del siglo XIX, la sociedad comenzó a tener en cuenta a las mujeres.  En España la Constitución de 1931 otorgó el derecho de voto a la mujer, aunque no puedo ejercerlo hasta las elecciones de 1933.

Según se deduce de lo anterior expuesto, los partidos políticos tienen su antecedente en las asociaciones que formaron los trabajadores para mejorar sus condiciones laborales y en su origen, la preocupación por la masa obrera era una de sus prioridades.

Tras el periodo de la dictadura franquista,  con la llegada de la democracia y la nueva Constitución de 1978 un amplio abanico de partidos han ido apareciendo y otros desapareciendo o cambiando de nombre, pero ¿queda algo de aquellas formaciones políticas de finales del siglo XIX cuya mayor preocupación era el bienestar de sus ciudadanos?

Mari Carmen Abadía

Siglo XIX

Entradas relacionadas

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies