Hacia el VI Centenario: Fray Vicente Ferrer, por Carlos Catalán Font

FRAY VICENTE FERRER, SUS PRIMEROS AÑOS

El contexto histórico en el que transcurre la vida de Vicente Ferrer fue un periodo de transición, una época de grandes cambios desde el siglo XIV al XV, desde la baja Edad Media a la Edad Moderna, que conlleva una alteración de mentalidades, de política y de conceptos religiosos y económicos, donde el individualismo se asienta en la sociedad. Crisis dela Iglesia y de los estados, de la fe y de las formas de vida, tiempo en que la gente se hace crédula confiando en la venida de un Mesías salvador o bien del Fin del Mundo. Crisis económica, consecuencia de la peste negra que se extendió por Europa. Crisis espiritual que desembocó en el Cisma de la Iglesia, y crisis política que, al término dela Guerrade los Cien Años, produce un cambio transcendental en el orden europeo: la sustitución del Imperio universal por los Estados territoriales de las monarquías autoritarias. Respecto a la cultura y la espiritualidad, las convulsiones sociales, la presencia de la guerra como un hecho permanente y las duras oleadas de peste que merman Europa, inducen a la toma de posturas y sentimientos contrapuestos y extremos.

Vicente Ferrer Miquel nace en la ciudad de Valencia el 23 de enero de 1350 y muere en Vannes (Bretaña, Francia) en1419, alos 69 años, allí está enterrado en su Catedral. Fue un predicador dominico, lógico, filósofo y taumaturgo. Pertenecía a una familia acomodada del «cap i casal» de la ciudad de Valencia. Su padre era notario y estaba bien relacionado con las clases altas. Tuvo varios hermanos y hermanas, entre los cuales cabe recordar a fray Bonifacio Ferrer. En febrero de 1367 tomó el hábito tras haber ingresado en el convento de Valencia de la Orden mendicante de predicadores de Santo Domingo de Guzmán. En 1368 es enviado a cursar estudios de Lógica en el “Estudi General” de Barcelona (lo que hoy seríala Universidad).

Entre 1370 y 1372 dio clases de esta misma asignatura en el “Estudi General” de Lleida, al mismo tiempo que continuaba diversos estudios, entre ellos los de Naturales. Entre 1372 y 1376 nuevamente estudia en Barcelona materias como la Sagrada Escritura, Lógica, Filosofía y Teología, para continuar posteriormente estudios en Toulouse. De regreso a Valencia es elegido en 1379 prior del Convento de los Dominicos, pero al año siguiente renunció a dicho cargo. No hubieron pasado muchos años desde su fallecimiento (en 1419), cuando fue canonizado por el Papa Calixto III en junio del año 1455, constando en las actas que hizo hasta 872 milagros. Multitud de ermitas y altares recuerdan en muchos rincones dela Europaoccidental la cantidad de milagros, históricos o apócrifos, realizados por el santo.

Su labor misionera cubrió el territorio de Flandes, Francia, Italia y Suiza, y fue especialmente intensa en todo el Reino de su Valencia natal y en todala Península. Cuandopredicaba era entendido por la mayoría de la gente, aunque no hablasen su idioma, porque era muy expresivo y gesticulaba en sus sermones. Usaba mucho de exclamaciones e interjecciones, también se ayudaba de metáforas y neologismos. Empleaba diminutivos y palabras de la ciencia política y la escolástica. Su léxico era integrador. Frases populares y lenguaje coloquial. Diríamos que fue un gran actor teatral que describía con gran realismo los tormentos del infierno.

Su prestigio  y dotes de predicador los puso al servicio de Pedro de Luna, después Benedicto XIII, al que defendió con entusiasmo consiguiendo la obediencia de la corona de Aragón a los papas de Aviñón. Fue confesor del Papa Luna (Benedicto XIII) y confidente de altos cargos del pretendiente a la corona Fernando, de la casa castellana de Trastámara. Era un personaje de talante conservador, sincero con sus creencias, casi un místico, que no daba concesión a los herejes. Obraba por convencimiento propio, el caso es que no se enriqueció ni ocupó altas jerarquías, ni eclesiásticas ni civiles.

Vivió una época de crisis espiritual como el Cisma dela Iglesia y supersticiones. Hambre y muerte con oleadas de Peste negra. Guerras y destrucciones: entre ellas la guerra franco-inglesa de los 100 Años (1328-1475) que afectó al reino de Castilla (batalla de Nájera 1367) por el dominio del territorio francés y las rutas marítimas y mercantiles del noroeste europeo. Desempeñó un papel fundamental en el Compromiso de Caspe, siguiendo las directrices de su Superior, el Papa Luna, influyó ideológicamente sobre las clases dirigentes. Pero en 1416, en nombre del rey Fernando de Antequera, los estados dela Corona de Aragón abandonaron la causa aviñonesa y con ello la obediencia a Benedicto XIII.

Debajo, Vinaròs, carrer de Sant Vicent, hornacina con la imagen del Santo en bulto redondo.

 

EL CISMA DE OCCIDENTE

Período de la historia de la Iglesia Católica en que varios papas -hasta tres- se disputaron la autoridad pontificia (1378–1417). El «Cisma de Occidente» se debió principalmente a la rivalidad entre los cardenales franceses y los italianos. A la muerte de Gregorio XI en 1378 (pontificado de Avignon), se reunieron los cardenales residentes en Roma para elegir otro papa. El pueblo romano se manifestó en la plaza vaticana pidiendo un papa italiano, siendo elegido Urbano VI, con él regresaban los Papas a Roma después de casi tres cuartos de siglo en territorio francés.

Pero un grupo de cardenales franceses se alejó de Roma y publicó un manifiesto proclamando inválida la elección de Urbano VI, luego procedió a la elección de un nuevo papa, que tomó el nombre de Clemente VII, el cual fijó su residencia en Avignon. Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, terminó por apoyar a Clemente VII y éste delegó en Vicente Ferrer para intervenir a favor de sus intereses en el Reino de Valencia, donde ya se encontraba el delegado del papa de Roma, Urbano VI.

Al ocurrir la muerte de Urbano VI, los cardenales de Roma eligieron sucesivamente a Bonifacio IX (1389-1404), a Inocencio VII (1404-1406) y a Gregorio XII (1406-1415). Los cardenales de Avignon hicieron lo mismo a la muerte de Clemente VII, eligiendo a Pedro de Luna, aragonés, que tomó el nombre de Benedicto XIII. Ante la persistencia del Cisma, la mayor parte de los cardenales de Gregorio XII y Benedicto XIII convinieron -contra la voluntad de ambos pontífices- celebrar un concilio en Pisa en 1409.

El concilio de Pisa fue contraproducente, pues depuso a los dos papas (sin efecto) y eligió uno nuevo, Alejandro V, a quien luego sucedió Juan XXIII, con lo que hubo tres papas. El anhelo de la cristiandad de acabar con el cisma, se logró en el concilio de Constanza, al que dio todo su apoyo el emperador Segismundo. Por fin, el 11 de noviembre de 1417, se eligió a Martín V (de origen romano) a quien reconocieron todas las naciones de la cristiandad. En el mismo cónclave se depuso a los antipapas Juan XXIII y Benedicto XIII, y renunció voluntariamente a la tiara Gregorio XII.

Fray Vicente se vio envuelto en la pugna establecida con el Cisma de Occidente dela Iglesia Católica(1378-1417), donde no faltaron los intereses políticos. En un principio apoyará al papa de Avignon, Benedicto XIII (Pedro de Luna), aunque más tarde lo abandonará y apoyará al papa de Roma, Martin V, con el cual acabará el Cisma.

Entre 1380 y 1395, Vicente Ferrer, es encargado de diversas misiones diplomáticas encomendadas tanto por el rey de Aragón Juan I, como por Benedicto XIII (el Papa Luna). Durante este periodo viajará principalmente por el sur de Francia y norte de Italia. En 1394 fue elegido papa de Avignon Pedro de Luna como Benedicto XIII, y llamó a fray Vicente, pero éste no veía con buenos ojos el ambiente de la curia de Avignon.

Vicente Ferrer recordaba las plagas bíblicas y afirmaba que la novena plaga eran los tres papas que había en ese momento, Juan, Gregorio y Benedicto. En 1396 es llamado de nuevo por Benedicto XIII a la corte de Avignon, donde pasará dos años como confesor del sumo pontífice. Dedica además su tiempo en la predicación, compartiendo las ideas del entonces Papa Luna (que luego sería declarado antipapa).

Benedicto XIII, reconocido por Aragón, Navarra y Castilla (al fin y al cabo era aragonés), se retiró a Barcelona y después, en 1411, a Peñíscola manifestando, a pesar de su edad, una increíble actividad. En 1414 se reunieron en Morella el rey D. Fernando de Antequera (Fernando I de Aragón), Fray Vicente Ferrer y el Papa Benedicto XIII (Papa Luna) para tratar de solucionar el cisma intentando que renunciara Benedicto XIII.

El 18 de Julio de1414, a requerimiento del rey que se encontraba allí desde unos días antes, hizo su entrada en Morella el Papa Benedicto XIII a lomos de una mula y fue llevado bajo palio portado por el rey Fernando y otros caballeros hasta la iglesia Arciprestal. Don Fernando tampoco descuidó hacer venir de Castilla a Vicente Ferrer que a la sazón se hallaba predicando por aquellas tierras.

El 15 de Agosto se celebró la solemne misa, famosa en la historia de Morella, por concurrir a ella un Rey, un Papa y un Santo. Resultando las negociaciones infructuosas. Como último recurso, []Segismundo (el Emperador) viajó a Perpiñán para reunirse con Benedicto XIII, pero no pudo vencer su intransigencia. Esto determinó a Castilla, a Navarra y a Aragón a abandonarle.

En 1416 en Perpinyà (capital del Rosselló), Vicente Ferrer, leyó un documento por el que la Coronade Aragón se sustraía de la obediencia al Papa de Avignon. Benedicto XIII fue finalmente depuesto por el Concilio el 26 de julio de 1417. El 11 de noviembre de 1417 fue elegido Martín V como Papa de todala Cristiandad. El Papa Luna regresó a Peñíscola sin haber renunciado al papado y donde permanecería, imperturbable en su postura, hasta que falleció en mayo de1423, a los 96 años de edad.

Tras su muerte, los cardenales eligieron a un sucesor, recayendo el cargo en Gil Sánchez Muñoz, que tomó el nombre de Clemente VIII, último papa de la obediencia de Avignon en el castillo de Peñíscola, lugar donde residió hasta su abdicación en Martín V. La cual se produjo en 1429 en la villa de Sant Mateu, gracias a las gestiones y presiones políticas del rey de Aragón, Alfonso V.

 EL COMPROMISO DE CASPE

Después de la muerte sin descendientes de Martín el Humano, en 1410, en la Corona de Aragón se produce un conflicto dinástico. En 1410 había fallecido sin sucesión Martin I el Humano, hasta entonces Rey de la Corona de Aragón, y varios pretendientes con derecho al trono rivalizaban por ser designados para cubrir la vacante. En 1411, el temor a una guerra civil estaba justificado, puesto que la poderosa nobleza y aristocracia de los reinos se hallaban divididas en urgelistas y trastamaristas, al punto que formaban parlamentos de signo opuesto para la elección de un nuevo monarca. En Aragón se instalaron una asamblea en Alcañiz con los trastamaristas (los Luna) y otra en Mequinenza con los urgelistas (los Urrea). En Cataluña se mantuvo la unidad de un solo parlamento, el de Tortosa, pero las divisiones internas lo hicieron inoperante. Los de Mallorca quedaron fuera de juego y los pocos parlamentarios que tomaron parte en las deliberaciones se incorporaron en el parlamento catalán.

En el reino de Valencia el enfrentamiento sería entre las familias rivales de los Centelles y los Vilarragut. En 1411, para resolver el problema sucesorio, se forman dos grupos antagónicos de parlamentarios valencianos que se reúnen fuera de la ciudad de Valencia para sus deliberaciones, evitando conflictos directos entre ellos. Unos se juntan en Traiguera, son los antiurgellistas partidarios de Fernando de Castilla (la familia de los Centelles) y otros se reúnen en Vinaròs, serán los afines a Jaume d’Urgell (el partido de los Vilarragut) pero desde Vinaròs nunca se llegó a conseguir la unificación de criterios con los de Traiguera.

La Villa de Vinaròs se militariza durante una temporada y se instalan compañías de soldados en el interior del recinto amurallado. Un cuerpo de guardia permanente en cada portal dela Vila(uno en el portal d’Amunt, y otro al portal d’Avall), para vigilancia y defensa en caso de ataque exterior. No hace mucho tiempo que se han hallado documentos que nos confirman las Actas del Parlamento de Vinaròs, cuyas sesiones parlamentarias se celebraron y desarrollaron en la iglesia Parroquial dela Villa, que todavía entonces era el primitivo y original templo gótico (estamos en los años 1411-1412).

El parlamento de Vinaròs -presidido por un Vilarragut- apoyaba a Jaume de Urgell. A las sesiones asistieron unos veinte parlamentarios entre procuradores, abogados, juristas y clérigos, y se contaba con la presencia de Fray Bonifacio Ferrer. Vinaròs dependía de Valencia para consultas y desplazamientos. Sin embargo en Traiguera los parlamentarios eran solamente unos diez y sus procuradores se trasladaban a Morella para los mismos menesteres. Mientras, el astuto Papa Luna, observaba esos movimientos desde su privilegiada posición en San Mateo, controlando la situación en lo posible.

Por fin se llegó a la Concordia de Alcañiz, el 15 de febrero de 1412. Hay que decir que en la resolución de la denominada Concordia de Alcañíz, entre otros, también firmó el Parlamento de Vinaròs. En abril de 1412 los compromisarios acordaron reunirse en la villa de Caspe, por ser esta ciudad equidistante de las tres capitales, Zaragoza, Tortosa y Vinaròs y porque el alcalde de la villa había garantizado la seguridad de los asistentes.

Vicente Ferrer llegó a Caspe en abril de 1412 y era el octavo compromisario por orden jerárquico, pero fue el primero, tal vez por su prestigio y peso moral en emitir el voto, y seguramente esto fue decisivo para el futuro de la Corona de Aragón y de la futura estructura política de España. Su voto fue a favor de Fernando de Antequera y tras él, su hermano Bonifacio y otros cinco compromisarios de Aragón y Valencia hicieron lo propio votando también por Fernando, dos compromisarios votaron por el Conde de Urgel, uno se abstuvo y otro no había formado una opinión. Siendo elegido finamente Fernando, el primer monarca de la Corona de Aragón de la dinastía castellana de los Trastámara.

La designación de Fernando de Antequera correspondió así al apoyo de Aragón y Valencia, a través de Benedicto XIII y sus representantes: el cartujo Bonifacio Ferrer y el dominico Vicente Ferrer y gracias, también, a la burguesía barcelonesa representada por el conseller Bernardo de Gualbes. Se hicieron documentos notariales de las deliberaciones de Caspe, que fueron leídos solemnemente el 28 de junio de 1412, después de un sermón de San Vicente. La sentencia fue muy celebrada en Aragón, menos en Valencia y mucho menos en Cataluña. Este descontento trató de paliarlo San Vicente con un nuevo sermón exaltando las virtudes de D. Fernando, el cual había demostrado ampliamente su valía y dotes de gobierno durante su regencia en Castilla.

 PREDICACIONES

Fray Vicente viajaba siempre a pie por todos los lugares, sin bagaje ni dinero. En 1399 consta que su labor principal era la predicación itinerante. Para entonces ya se había desligado del Papa Luna y se dedica a una misión de evangelización sobre los infieles y herejes en Suiza, Holanda, Francia e Italia, y predica para la conversión de los judíos y musulmanes en Granada y todo el Reino de Valencia.

Finalizado el Compromiso de Caspe continua con su labor de apostolado porla Coronade Aragón, estuvo en Alcañiz, Castellón, Lucena, Lérida, Balaguer, Sagunto, Valencia, San Mateo, Traiguera, Catí, Morella, Tortosa, Mallorca, Tamarit, Daroca y un largo etc. Durante su predicación y la época que le toco vivir, el problema de la coexistencia de judíos y cristianos no estaba totalmente resuelto.

El Viernes Santo de 1410 estuvo predicando en la ciudad de Xàbia, según lo describe un panel de azulejos sito en una calle de dicha población. El día 26 de agosto de 1410 se dirigió a Llíria, y en fechas próximas a esa estuvo en el municipio de Villar del Arzobispo. Antes de que acabase el año también predicaría en Tortosa, en los pueblos del Maestrat y en varias comarcas de Valencia. Desde enero de 1411 y durante todo el 1412 proclamaría sus sermones por el reino de Castilla con afluencia masiva de oyentes. En 1413 le vemos ejerciendo de nuevo su apostolado en Valencia y Mallorca.

Ya hemos dicho que Catí (Alt Maestrat) puede enorgullecerse de ser otro de los pueblos en los que predicó Vicente Ferrer. Queda constancia que Fray Vicent, bajó desde Morella a Catí el mes de mayo del año 1410; aquí predicó y se hospedó, dirigiéndose luego por la actual ermita de su nombre hacia la villa de San Mateo y desde allí hacia Borriol. El apóstol valenciano visitó Catí en otras tantas ocasiones, cuando iba o volvía en sus continuos viajes de Morella y San Mateo.

También están documentadas algunas de sus pernoctaciones en el ermitorio de Vallivana (término de Morella). A finales de agosto de 1413, se escucharon sus sermones en Sant Mateu y en Traiguera, al despedirse de ésta última población dio su bendición a la fuente que está situada en la salida del camino de Tortosa, asegurando a sus habitantes que nunca faltaría agua. En Tortosa participó en las reuniones conocidas como Disputa de Tortosa que comenzaron en 1413. Más tarde escribe un tratado contra los judíos, alegando que moros y judíos debían vivir en lugares separados y cerrados, y no podían mezclarse con los cristianos, ni personal ni profesionalmente, o sea que propugnaba una segregación racial e ideológica.

Cuentan que en 1414 el taumaturgo Vicente se hallaba en la localidad de Morella, durante la entrevista con el Papa Luna y el Rey Fernando, y según una leyenda, sucedió que una familia humilde quiso acogerlo en su casa, pero como no tenían comida para ofrecerle, optaron por cocinar a su hijo de seis meses y servirlo a la mesa. Enterado San Vicente, acudió de inmediato y resucitó al niño y lo devolvió sano a sus padres. Del recuerdo de aquel milagro queda un panel de cerámica en el portal dela Casa Rovirade la calle dela Virgen, en Morella, donde según la costumbre se obró el portento.

 

Imagen actual de san Vicente Ferrer, idealizado en una capilla de la calle Mayor de Traiguera. Es una reproducción de un antiguo retablo realizada hacia 1980 c.

 EL ÁNGEL DEL APOCALIPSIS

Vicente Ferrer pertenecía todavía al mundo medieval, tradicional, cuyas convulsiones dejaban entrever el cambio hacia unas nuevas teorías humanistas. Vicent Ferrer no era un predicador divertido ni de retorica ampulosa, pero sí poseía una dicción envidiable, era grandilocuente y expresivo en sus discursos, siempre acompañados de su elevado tono de voz y de una exagerada gesticulación. De tal forma se manifestaba en sus sermones que su mensaje se hacía comprensible hasta para la gente que no conocía su idioma. También ocurría que en aquel tiempo las distancias entre las lenguas románicas no eran tan grandes como ahora y Vicente, a causa de sus múltiples viajes, sabía un poco de todos los idiomas de raíz latina, suficiente para hacerse comprender por sus oyentes.

Otro factor a su favor fue que el tema en que más insistía cuando predicaba era el terrible Juicio de Dios, que espera a todo pecador cuando muera con la consecuencia de sufrir las penas del eterno infierno. La gente lo llamaba «El ángel del Apocalipsis», por el dramatismo con el que continuamente recordaba a los oyentes lo que el libro del Apocalipsis enseña acerca del castigo en el Juicio Final, repitiendo sin cansarse el aviso de la eterna condenación que infundía terror entre el público asistente.

Sobre el miedo (casi pánico) que transmitía San Vicente en sus sermones, transcribo la opinión de un amigo muy allegado, ya jubilado, que cuenta sus vivencias de la época de niño (década de 1950) en que estuvo pasando largas temporadas en el pueblo de Traiguera, siguiendo la prescripción del médico de cabecera sobre la conveniencia de un “cambio de aguas”, quizá tomada de la Fontde Sant Vicent: El Sant Vicent entranyable de les estampetes, m’agrada molt, fa cara de bondadós i això no correspon amb els sermons amenaçadors i apocalíptics amb que, diuen, convertia a tothom. Encara recordo la festa del sant a Traiguera que la processó anava al carrer del titular on hi havia un taulellet molt gran que jo mirava espantat, i el capellà fent un sermó in situ que tremolaven les parets. Pots pensar les conseqüències que això  tenia a un xiquet de 8 o 10 anys.

 EL AGUA

En aquella época se consideraba al agua como fuente de vida, y según las tradiciones populares, los pozos de agua que señaló y bendijo san Vicent Ferrer, nunca se secaron. Es lo que se afirmaba de manantiales y acuíferos en Traiguera, Catí, Morella, Cervera del Maestre, Navajas y Agullent,la Font de Quart en la Vall de Segó, y las de la Font de Sant Vicent en Llíria y en Villar del Arzobispo. Desde Pascua de Resurrección se bendicen las aguas, como las de la Font de Quart, en la Vall de Segó, y las de la Font de Sant Vicent, en Llíria. Tanta insistencia en santificar el tema del agua se debe a que, ante el arraigo de antiguas costumbres paganas y la persistente memoria de ancestrales ritos que daban a las fuentes virtudes sobrenaturales,la Iglesiano tuvo más remedio que cristianizar el culto a esos surgimientos de agua, a los que se les atribuían maravillosas propiedades curativas. Aunque el cristianismo no logró suprimir el culto ancestral hacia las fuentes.

La tradición popular narra que el día 26 de agosto de 1410, San Vicente, se dirigió a Llíria, ya que sus vecinos estaban sumamente afligidos por habérseles secado su caudalosa fuente, Vicente la bendijo y volvió a manar agua, prometiendo el santo que jamás volvería a faltar. De la misma manera, y en fechas cercanas, el municipio de Villar del Arzobispo estaba sufriendo una gran sequía y el pueblo le pidió a Vicent Ferrer, que casualmente allí estaba predicando, que les llevara agua, entonces el fraile dominico atendiendo a las súplicas y a la fe de la gente, hizo surgir una inesperada fuente.

También, a últimos de agosto de 1413, se escucharon sus sermones en Sant Mateu y en Traiguera. El año de 1413, durante la fiesta de Santa Margarita, se presentó en Traiguera para divulgar sus prédicas y sermones. Al marcharse san Vicente de Traiguera dio su bendición a la fuente que está situada a la salida de la población, en el antiguo camino de Tortosa, y dijo  a sus habitantes que se alegrasen pues les aseguraba que nunca faltaría agua, aun en los años de mayor sequía. En memoria de este continuado beneficio, los vecinos levantaron sobre dicha fuente una capilla de piedra labrada donde se venera la imagen del santo y cuya primera piedra se puso el día 11 de mayo del año 1611.

De la necesidad de la Iglesia de santificar los manantiales de agua, proceden las historias sobre los hallazgos de imágenes de vírgenes en ciertos acuíferos y supuestas bendiciones de santos en pozos y fuentes, con la intención de asignar a estos lugares un origen cristiano, convirtiéndolos de esta forma en advocaciones marianas de las denominadas “Vírgenes encontradas” o de los Santos autores del milagro de la aparición del manantial. En el caso de las Vírgenes, éstas fueron adoptadas como patronas de las poblaciones donde se realizó el descubrimiento, siendo ese el origen de las fiestas cívicas y religiosas en cada municipio donde tuvo lugar el hallazgo.

ICONOGRAFÍA

Una de sus más populares imágenes iconográficas en hornacinas y retablos se basa en la representación en actitud de predicar. Vestido con el hábito blanco y capa negra de los Dominicos, levantando el brazo derecho con el dedo índice extendido en actitud de predicar. Sobre su persona aparece una filacteria con la inscripción “Timete Deum et date illi honorem”, que podría traducirse como “Temed a Dios y dadle gloria”. En realidad la frase está tomada del Apocalipsis de San Juan y es un texto mucho mas largo, pero esta expresión -reducida- San Vicente la solía usar al comienzo de sus tremendos sermones.

Retablo de azulejos, original del siglo XIX, en la calle Mayor de Traiguera nº 43

DICHOSA TRAYGUERA, BARRIO MES AFORTUNAT

Capilla de azulejos situada en Traiguera, calle Mayor número 43. Se trata de un retablo devocional pintado un poco antes del año 1889 y manufacturado en la ciudad de Valencia. Está dedicado a Sant Vicent Ferrer cuando en 1413 pasó por esta villa de Traiguera y bendijo la fuente de agua que hoy lleva su nombre. Está compuesto por un rectángulo de doce azulejos cuadrados, tres piezas de largo por cuatro de ancho, cada uno de21 cm. de lado aproximadamente. En la parte inferior del retablo figura un texto que dice así: Dichosa Trayguera, Barrio mes afortunat…

 EL JACOMART DE CATÍ

El apocalíptico Sant Vicent aparece representado en el retablo de Jacomart (de 1460) dedicado a San Lorenzo y San Pedro Mártir, sito en la iglesia dela Asunciónde Catí. Prácticamente este retablo es coetáneo a la canonización de Sant Vicent Ferrer, que tuvo efecto el día 29 de junio de 1455. Como efecto la figura de nuestro personaje se considera como una de las más fidedignas imágenes del predicador valenciano.

 Carlos Catalán Font.

Comunicación del autor para el CONGRÉS DEL VI CENTENARI DE LES REUNIONS PRÈVIES AL COMPROMÍS DE CASP A VINARÒS, celebrada entre los días 23 y 25 de septiembre de 2011.

 

 

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