Lucía Camón: “La gente de los pueblos tiene la misma sensibilidad que un ciudadano supercool de Nueva York, lo que hace falta es ofrecerle cosas”

Acabas de llegar de Alcañiz donde has dado un recital poético. Sabía que eras actriz pero lo de la poesía me pilla más de sorpresa. Empecé a escribir poesía hace mucho tiempo. Para recitar en directo me gustaba hacerlo con música porque la poesía y la música se apoyan bastante bien. Probé con distintos tipos de música. He tenido la suerte de colaborar con músicos de mucho nivel: con Santiago Ibarretxe, con Ariel Hernández, (Malevaje), o con el baterista Borja Barrueta.  También estoy colaborando con Alfonso Kint que se dedica a varias cosas, como la música, el cómic, el video arte o el cine. Juntos hemos hecho videoartes y también una pieza musical para hacer en directo, él pone las bases y toca la guitarra y ha estado conmigo en Alcañiz.

Los poemas son tuyos. Compaginas lo de actuar con escribir. Sí, son poemas propios. Está muy bien poder decir lo que tú misma escribes, sin recurrir a la voz de otros.

Me intriga saber por qué la gente hace unas cosas y no otras. A veces pienso que para ser actor o escritor o músico o pintor hay que nacer en lugares que mi imaginación asocia con ese tipo de actividades a veces sin justificación alguna. San Sebastián o Barcelona o Pittsburgh sí, pero no Caspe ni Bujaraloz ni Villaconejos. Es como si los que hemos nacido en un pueblo sin especial encanto estuviéramos predestinados a desempeñar otro tipo de profesiones mucho más prosaicas. Tú eres de Caspe y eres actriz…  Te equivocas en lo de “un lugar sin especial encanto”, Caspe es un lugar tremendamente inspirador. ¡Yo he grabado tres de mis videoartes allí! Respecto a lo de actriz creo que siempre quise serlo. De pequeña hacía gimnasia rítmica y siempre me gustó ese subidón que te da salir delante de la gente a hacer algo, exponerte a la visión y la opinión de los demás. Valoraba la entereza que había que tener para salir y defender un ejercicio personal, entonces era la gimnasia pero después ha sido una obra de teatro o un texto poético. Es una buena escuela que te hace ser responsable y valiente. Por otra parte, siempre organicé obras de teatro con la gente cercana, con mi familia o amigos, escribía textos, dirigía… Supongo que era inevitable.

Pero está claro que criarse en determinados ambientes, tener antecedentes familiares implicados en las artes, ayuda. ¿Cómo se tomó tu familia la idea de dedicarte a algo tan incierto como la interpretación? Por supuesto que ayuda. Cuando dije en casa que quería hacer teatro mis padres no lo tuvieron muy claro y en un principio no me apoyaron. Pensaron que era mejor que entrase en la universidad y me matriculé en Derecho. Estuve un año y muy pronto me di cuenta de que aquello no era lo mío. No podía hacer sólo eso. Volví a plantearme qué hacer, así que seguí con Derecho pero esta vez me apunté a un grupo de teatro de la Universidad y empecé a darle a lo que de verdad me gustaba. La verdad es que estaba todo el día en los ensayos. Posteriormente me fui de Erasmus a Alemania, tomé un poco de distancia y, al volver, me decidí definitivamente por el teatro. Es bueno recorrer tu propio camino, todo suma.

¿Cómo se afronta con seriedad esa vocación? ¿Qué hace alguien que quiere ser actriz? Pues estudiar. Yo tenía veintitrés años y decidí irme a Madrid y matricularme en una escuela privada. Miré las pocas que había y, de ellas, decidí quedarme con el Laboratorio William Layton,  que es la primera escuela privada de teatro que hubo en España. Me matriculé y estuve allí durante tres años. Tuve muy buenos profesores: Arnold Taraborelli, Chelo García, José Pedro Carrión, Antonio LLopis… Con este último empecé a montar obras y acabamos creando nuestra propia compañía, K Teatro, que funcionó durante un par de años o así.

Desarrollas tu carrera en Madrid. Sí. He pasado doce años allí y estaba muy a gusto pero ahora, al tener un niño, he creído que era la hora de buscar otras cosas que Madrid no me daba y he vuelto a la vida rural. Un cambio espectacular, es curioso lo mal que vivimos en las ciudades y lo poco que nos damos cuenta. La ciudad es un buen lugar para ir de vez en cuando pero, para mí, no para vivir a diario.

¿Dónde vives ahora?  La maternidad me ha ayudado a parar el ritmo. Vivo en Torralba de Ribota, un pueblo pequeño cerca de Calatayud. Llevamos dos años viviendo allí.

Lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en tu profesión es en lo difícil que tiene que ser trazar líneas más o menos estables, decidir adonde quieres ir y saber cómo conseguirlo. Por más que te prepares y trabajes, siempre vas a estar a meced de acontecimientos que no puedes controlar. Yo ya sabía que la provisionalidad formaba parte de esta vida que elegí llevar. Nunca me he engañado al respecto. Desde el principio tuve eso claro y no me importó. Asumes la inseguridad como parte de tu vida. Al final eso es algo que te gusta, que te hace sentir viva y despierta. Hay que ser muy humilde para ser capaz de empezar siempre de nuevo. Evidentemente eso te impide hacer planes a largo plazo. Hay mucha precariedad en nuestra profesión. En otros países, como Francia, el oficio de actor está mucho mejor considerado. Hoy en día mucha gente está como nosotros, eso tiene una parte buena.

Esa precariedad es reflejo de la falta de empatía entre el gran público y una determinada idea del arte que en ocasiones se puede juzgar como elitista. Eres un estudiante de teatro de veintipocosaños y sabes esto, supongo que no ayudará precisamente. No. Pero es algo que sabes desde el principio. Alguien se dedica al arte cuando tiene una necesidad vital. Pero para ello debes tener un colchón financiero y tradicionalmente ha sido así. Un amigo, escritor con varios premios, era hijo de un agricultor. Su padre le becó, es decir le apoyó económicamente con total confianza y ese apoyo le permitió dedicarse con total entrega a su obra. Entonces llegaron los frutos. En relación a mis compañeros de la escuela, intuyes que, de todos ellos, solo tres o cuatro acabarán dedicándose a la interpretación y el resto no. Y es así. A algunos les ha ido bien y otros llevan vidas alejadas de todo esto. Hay gente que ha trabajado en películas, otros que tienen compañía propia, hay gente en el teatro clásico o en el infantil.

Lucia Camon_Teatro Las Esquinas_06

¿Después de la escuela cuales fueron tus primeros pasos? Hacer teatro tal y como lo entendía y con la gente que quería. También me presenté a un casting del Teatro Clásico e hice un curso con ellos. Actué en el montaje de Fuenteovejuna. Pero la experiencia me decepcionó bastante. No me gustó. La declamación, el verso, la entonación se imponía a todo lo demás que a mí me parece importante. Poco a poco eso va cambiando.

Y ahora buscas nuevos desafíos… Mi evolución me ha llevado a darme cuenta de que lo que quiero no es solo actuar o montar espectáculos sino también implicarme en proyectos en los que intervenga no solo como actriz sino también en la creación de los textos o la dirección. Me gusta mucho y es algo que surge de forma muy natural. Participar en el proceso creativo a todos los niveles.

¿Cómo es un casting? Ningún casting se parece a otro. No se puede responder a eso con una regla general. Sueles estar nerviosa, de ahí que lo importante sea mantener la calma, asumir que, por definición, es una situación de stress que hay que gestionar bien. Ser actriz es algo muy físico. Tienes tu propia manera de defender tu papel en el casting. Es como una entrevista personal para un puesto de trabajo pero con un texto aprendido.

¿En general, se te han dado bien?  A veces. Siempre he tenido una parte muy creativa que a veces no es lo que se pide en un casting. Creo que por esa razón me he decantado por lo que ahora mismo hago. Te acabas cansando de los castings. Ahora lo que me apetece es volver a hacer teatro pero con textos propios.

Una situación de crisis en todos los frentes como la que afrontamos los españoles debería dar lugar a explosiones inusitadas de creatividad y contestación entre los colectivos vinculados al arte. Se me ocurren múltiples ejemplos más o menos recientes en países de nuestro entorno como Francia, Inglaterra o Estados Unidos. Podemos se ha alzado como revulsivo a nivel político pero no se detectan más movimientos en literatura, música, cine… ¿No echas de menos en España visiones afiladas de la realidad entre los autores? Pienso en Buero Vallejo y los tiempos duros que le tocó vivir o en un casi proscrito Alfonso Sastre. Hoy, con más libertad, hay menos formulaciones críticas. Tienes que salir mas! Ja ja ja Por ejemplo éste jueves han inaugurado una exposición en Zaragoza que se llama ¿Poesía visual en Aragón? Y que reúne a un grupo de artistas aragoneses muy interesante. A mi concretamente me gusta mucho el trabajo de Gema Rupérez, es crítica y elegante. Su exposición creada con seis millones de lentejas, el mismo número de parados en España, fue censurada por la DPZ. El trabajo de Julio Fálagan por ejemplo me parece excelente, es muy crítico y además muy divertido. La película de Ignacio Estaregui, también aragonés, Just&Cia creo que será crítica… Hay gente, hay cosas, la cuestión es que no salen en la tele ni llegan al gran público, ya se encargan de ello. Por eso es tan importante vuestro trabajo, darnos a conocer.

Como autora en ciernes, ¿Cuáles son los temas que más te apetece afrontar? En general lo que más me interesa es todo aquello que tenga que ver con una reflexión profunda sobre el ser humano. Los textos que escribo me sirven de espejo en el que mirarme. Un tema recurrente es el contraste entre el campo y la ciudad, la identidad. Como somos una persona pero querríamos ser otras muchas, vivir muchas más vidas. El amor, las relaciones humanas. Los contrastes que provoca esta vida. Como nos traicionamos unos a otros. La muerte siempre ha tenido presencia en mi vida, como un motor no como un freno.

¿Tienes autores preferidos, figuras a las que te gustaría emular? Lógicamente me influye mucho el teatro que he leído. Autores clásicos como Walt Whitman, Lorca, Tennessee Williams, Shakespeare…

Dices que uno de tus temas preferidos es el contraste entre el campo y la ciudad, es de suponer que ello responde a tu propia experiencia vital. Está claro que sí. Me crie en la huerta de Caspe en un ambiente de libertad absoluta, en contacto con la naturaleza, con los animales… pero también pasaba muchas temporadas en Valencia con la familia de mi madre, con mis tíos. Ese contraste me ha ayudado a ser quien soy como persona y como artista. Me ha permitido tener muchas visiones de las cosas. Es como hablar diversos idiomas.

Tu tío es el diseñador Javier Mariscal, a quien, por cierto, también entrevistamos en EL AGITADOR. Tu tío es una persona extremadamente creativa. Sí, así es. Además fue el primero en la familia que se dedicó al arte. Él abrió un camino y se creó un ambiente de mucha creatividad y libertad que conectaba a su vez con la época. Pero podría haberme dedicado a la pintura, el diseño  o a cualquier otra cosa que no tuviera que ver con el arte.

Pero es de imaginar que su cercanía pudo abrirte muchas puertas. Desde el principio tenía claro que no quería ir a Barcelona. Tenía necesidad de labrarme mi propio camino sin avales ni ayudas. Soy Lucía Camón. Necesitaba que se me respetase por mis propios méritos. La influencia de mi tío se ha plasmado de otra forma. Para mí es una referencia absoluta acerca de lo que significa el trabajo y sacar adelante un proyecto vital y profesional. De él he aprendido el valor de la disciplina y la entrega a lo que amas. También su actitud frente al mundo y su espontaneidad tanto en el arte como en la vida.

Volvamos a ese giro que has dado en tu vida, la vuelta al pueblo, los nuevos horizontes profesionales… La maternidad te ayuda a cambiar muchos planteamientos. Ahora, en lugar de actuar, a lo que me dedico es a programar. Aprovecho los contactos que tengo después de todos estos años para acercar a artistas al mundo rural. En este sentido he empezado dos proyectos. El primero una iniciativa con la que programamos en locales que quieren hacer cosas. Hemos empezado con el humor. Hacemos una ruta con grupos y cómicos que pasan por aquí. Funciona bien, crece y buscamos patrocinadores y apoyos públicos porque solo desde la iniciativa privada es muy difícil. Aragón tiene muchos pueblos. Hay cosas en Zaragoza pero apenas en el ámbito rural y nosotros queremos abrir los pueblos al arte. La gente de los pueblos tiene la misma sensibilidad que un ciudadano supercool de Nueva York, lo que hace falta es ofrecerle cosas, que tengan la oportunidad de ver y disfrutar del arte… Entre mis proyectos está abrir un Lugar dedicado al arte en la Comarca.

Tu vida es ahora mucho más plácida y reposada. Sí, y el aire que respiramos también es mucho mejor, ha aumentado notablemente mi calidad de vida. Aunque sigo con los recitales, trabajo en los proyectos, atiendo el circuito. Escribo mucho y preparo los recitales.

Cartel Poesia Sonora'14-Torralba

¿Un pueblo tan pequeño como Torralba no es incluso demasiado plácido para alguien como tú? No creas. Tengo todo lo que necesito, estamos cerca de Calatayud que es una ciudad en la que hay casi de todo. Además no nos quedamos quietos. La idea es que venga gente a vivir aquí. Queremos ayudar a reactivar la zona, conseguir que venga gente al pueblo, pues hay un grave problema de despoblación, hay muchas casas vacías, la escuela cerró hace unos años, los regadíos están abandonados, no hay apenas población activa… El arte puede ayudar a transformar la realidad. Hay artistas que pueden comprar una casa en la zona, disfrutar de más espacio y vivir holgadamente con mucho menos de lo que en Madrid apenas les da para vivir con apreturas, a veces. Pero, por otra parte, estamos a una hora de Madrid en tren. Con casi el mismo tiempo que pasas en un atasco puedes estar en Madrid para una prueba o una audición.

¿Habéis tenido éxito? Bueno, una amiga de Madrid ya se ha comprado una casa aquí. Y hay dos más interesados! Esto está sucediendo de forma natural, poco a poco. Es bonito que venga gente que le aporte al territorio cosas nuevas. Se puede vivir en contacto con la naturaleza, con los animales, plantar árboles… y al mismo tiempo desarrollar una carrera profesional como artista. Estamos moviendo las cosas, de momento, sin apoyos.

¿Has sido alguna vez profeta en tu tierra, has actuado en Caspe? Actué una vez en la plaza de los hoteles y me encantó hacerlo. Había gente de mi quinta, de mi pandilla, amigos de mis padres, y eso es muy especial. En Torralba también hicimos un recital y fue muy bonito, el lugar era precioso, el pórtico de la Iglesia de San Félix, una joya de la arquitectura mudéjar.

No puedes escapar de las garras de EL AGITADOR sin recomendarnos antes una peli, un libro y un disco. En tu caso te pediré que amplíes la recomendación a una obra de teatro, un actor o actriz y un lugar en el que representar. La película será cualquiera de Cassavettes, son cosas hermosas y raras. Un libro, mmm, “Siete veces sí” inspirador. Un disco: me gusta Bjork. Actriz, Julianne Moore. Obra de teatro, ya no estoy en la ciudad!! No puedo ver obras buenas (esto sí lo hecho mucho de menos), el teatro de Calatayud esta prácticamente cerrado. Me gustaría ir a ver “Caballitos de Anís” de Improntus. En cuanto al lugar, creo que cualquier lugar puede ser perfecto si se produce la magia del teatro, esa comunicación fluida, esa sensación escurridiza y profundamente maravillosa.

Jesús Cirac

Puzzle (Primer Premio Mejor Videoarte en el Festival de Cine de Andorra):  http://vimeo.com/52933879

Te imagino

sentado en tu sillón de cuero

en tu despacho o en tu bonita casa

repleta de cámaras vigilantes como halcones,

patético reflejo de tu miedo cobarde

de tu cabeza llena de compartimentos

Si, eres listo, lo sabes bien,

por eso te proteges,

Pero un día los diques se romperán

y todo se lo llevará la riada,

nada se salvará

tu bondadosa mujer podrá ver

los rincones de tu trastero

y los halcones lo grabaran todo

para la eternidad.

También debes saber,

porque eres listo,

que además de velar

por tu frágil estampa

los halcones también graban

los cambios de tu cara,

la imperceptible arruga

de la vergüenza

del que se salta

las leyes de la tierra.

A veces, una deuda

con un hombre bueno

se paga demasiado cara.

Lulu on the bridge

Quiero que nadie

tenga miedo

de acercarse

que nadie

se detenga

antes del beso

ni yo, ni nadie.

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