Respuesta serena a las torpezas de La Verdad de Caspe y el Blog del CPC.

Tengo que creer a Javier Sagarra cuando dice que no lee El Agitador porque dedica todo su tiempo a solucionar los problemas de los caspolinos. Y le creo porque mi particular escala de valores me impide aceptar que una persona de sesenta y tantos años, formada, con una larga carrera profesional, que ha desempeñado importantes cargos públicos en mi pueblo y con la que, según creo, mantengo una buena relación personal no vaya a decir la verdad en un programa de radio únicamente para evitar tener que afrontar una pregunta de sencilla respuesta. Así que, aunque con cierta extrañeza, le creo. A los que no creería sería a sus palmeros si alguna vez llegasen a negar que son asiduos lectores de esta humilde web. Me explico.

Hace quince días, publicamos en El Agitador una entrevista con el presidente del Club Náutico Mar de Aragón. Yo sabía que su relación con el Ayuntamiento no era buena pero no esperaba encontrar lo que encontré. Su indignación era de tal magnitud que, por primera vez, preferí dejar fuera de la versión definitiva de la entrevista gran parte de lo obtenido. Aun así, el actual equipo de gobierno municipal quedaba en mal lugar. A mitad de mañana de ese mismo viernes las vallas del Club Náutico fueron desmontadas sin consentimiento ni conocimiento de la Junta y Raúl Montañés me llamó para contármelo y para pedirme que les permitiéramos publicar en El Agitador un comunicado con su versión de los hechos. Para mí, estaba clara la relación entre la publicación de la entrevista y la desaparición de las vallas y eso me provocó cierto malestar. Decidí escribir un artículo titulado “El incidente en el Club Náutico y los errores estratégicos del Tripartito” que se publicó en El Agitador el lunes diecinueve de mayo.

En él me atrevía a cuestionar una de las, a mi juicio, características principales de la acción de gobierno municipal del tripartito, el estilo bronco y la judicialización de demasiados asuntos, y cuestionaba la utilidad de dicha estrategia de cara a las urnas. Por último, manifestaba mis dudas acerca de la aceptación que dicha estrategia, en mi opinión equivocada, tendría entre los distintos socios del tripartito. Como siempre, el artículo venía firmado por su autor, había sido repasado para evitar faltas de ortografía y patadas a la gramática y la sintaxis castellanas, y no incluía ni insultos ni descalificaciones gratuitas. Acertada o desacertadamente, intenté justificar mis argumentos.

Las reacciones a lo publicado por El Agitador no se hicieron esperar. Tras un periodo de cierto decaimiento, los medios digitales afines al tripartito se han desperezado y la bilis ha vuelto a correr por la blogosfera caspolina. La aguerrida Verdad de Caspe, últimamente demasiado centrada en la cartelera cinematográfica local, publicaba a lo largo de la semana pasada varias entradas en las que, con su tono y estilo habituales, ensalzaba los logros municipales y culpaba a la “calaña” socialista de todos los males de la patria. Con perfecta compenetración, el blog del CPC nos regalaba otro post titulado “Puerto deportivo municipal. La otra cara de la verdad” en el que, de forma zarrapastrosa, se criticaba tanto la entrevista al presidente del Club Náutico como el artículo que yo firmaba.

En líneas generales, el contenido de todos esos posts se adecuaba a lo esperado. Maniqueismo, glorificación de la política del tripartito, insultos para los orcos socialistas, remisión a la teoría de la conspiración, culto mesiánico a la labor del líder. Todo ello expresado con ese aburrido tono de populismo infantil que es ya marca de la casa y, por supuesto, sin firma al pie. La novedad es que tanto en La Verdad de Caspe como en el mencionado artículo del blog del CPC se nos insultaba.

Por supuesto, no voy a entrar en la consideración personal que dichos insultos me merecen. Sí, puedo decir que ninguno de ellos me ofendió. Especialmente sosos e inocuos me parecieron los que iban dirigidos contra mi persona. Sigo pensando que La Verdad de Caspe es un medio demasiado impregnado de un aura de miseria intelectual y moral que le hace totalmente inadecuado para alcanzar los fines que se propone. La medida de su ineficiencia la da la escasa interacción que tanto La Verdad como el blog del CPC generan en las redes sociales. Pocos posts, pocos comentarios, pocos “me gustas” y casi siempre de la misma persona.

De lo que sí quiero hablarles, siquiera brevemente, es del contenido de los insultos vertidos sobre El Agitador. “Blog extremadamente partidista y demagógico, caracterizado por su visión monocolor de las cosas”, “entrevistador -émulo de Kiko Matamoros en el “Sálvame” y lleno de odio hacia el Equipo de Gobierno”, “salvapatrias, comisarios políticos, agitadores y estómagos agradecidos”, “calaña” del puño y la rosa”, “milicianos y milicianas (que), por aquél entonces, cuando gobernaba el PSOE, estaban desaparecidos… y guardaban silencio en las redes sociales”. Como ven, todos ellos dentro de ese tono viejuno y casposo que forma parte de la línea editorial de ambos medios. Más cerca de provocar vergüenza ajena que de ofender a sus destinatarios.

Pero, fieles a su habitual torpeza a la hora de comunicar, esta vez han superado su proverbial capacidad de meter la pata. Llevados por la euforia, se han venido demasiado arriba en sus agravios, hasta el punto de llegar a confundirnos a nosotros con ellos mismos. “…esperando la renovación de su contrato en la brigada municipal, un pedido de jamones en sus carnicerías, un puesto de trabajo en las cooperativas, que les aprobarán (sic) alguna subvención para sus negocios, publicaciones, etc.” argumenta La Verdad de Caspe y “aquéllos presuntamente favorecidos por los anteriores gobiernos socialistas… se revuelven rabiosos cuando las cosas son iguales para todos. Como rabiosos están aquéllos que les dan cobertura, para morder llenos de bilis, haciendo méritos pensando quién sabe en qué promesas de cara al año que viene.” nos acusa el anónimo, aunque me temo que reconocible para todos, autor del post del blog del CPC.

Ninguno de los que, de una u otra forma, formamos parte del proyecto El Agitador trabajamos a día de hoy para el Ayuntamiento de Caspe. Diría que tampoco nunca lo hemos hecho en el pasado. Y en relación al futuro, es delirante pensar que los socialistas nos hayan ofrecido puestos suntuosos si vuelven a gobernar a cambio de que critiquemos al tripartito. Me consta que no ha ocurrido y sé que nunca ocurrirá. Hombre, quizá alguno de mis compañeros más jóvenes tenga alguna posibilidad de trabajar para el ayuntamiento el día en que los procesos de selección de personal sean limpios y las plazas se adjudiquen en función de los méritos. Ahora mismo, ya saben que no pueden ni plantearselo.

También puedo afirmar que el único de mis compañeros que vende jamones lleva años manteniendo a su familia sin que el ayuntamiento se cuente entre sus clientes, arriesgando su dinero y echándole un montón de horas. Ni siquiera en el tema de las publicaciones subvencionadas se acerca el francotirador a su pieza. Nuestro último libro lo hemos financiado nosotros. Igual que todos los anteriores en los que hemos participado. Siempre dinero privado o de la Institución Fernando el Católico y siempre recuperando la inversión a través de las ventas. Porque nuestros libros, gracias al cielo, se venden bien.

Que unos medios tan directamente vinculados al gobierno municipal insulten a los que osan, en buena lid, dando la cara, con trabajo y con respeto, disentir de las políticas del tripartito choca con lo que debe ser una democracia y permite vislumbrar una cierta deriva autoritaria que, ciertamente, asusta un pelín. Nosotros no estamos de acuerdo con el tripartito pero respetamos a los ciudadanos que lo integran y ni se nos ocurre llegar a insultarles por pensar de forma diferente a la nuestra. Pero es que utilizar precisamente “esos” argumentos para insultar al disidente es la cosa más torpe que he visto en mi vida. Cuando leí los posts lo que sentí no fue indignación sino, como he dicho antes, vergüenza ajena. No podía dar crédito al nivel de torpeza exhibido por esos autores anónimos (uno de ellos, ya digo que fácilmente reconocible) que lo que pretendían era insultarnos y lo único que hacían era llamar la atención de los lectores sobre uno de los puntos más negros de la gestión del tripartito, la contratación de personal, del que nosotros, precisamente, ya hemos hablado en varias ocasiones en las páginas de El Agitador. Está mal insultar, pero, si deciden hacerlo, que sean listos y no utilicen argumentos que, automáticamente, se vuelven en su contra. Repito, me cuesta creer que alguien pueda ser tan brozas. Casi estoy por ofrecerles nuestros servicios para poner un poco de orden.

Terminaré diciendo a nuestros compañeros de La Verdad de Caspe y del blog del CPC que, si están preocupados por el tema del clientelismo municipal y por las colocaciones a dedo, nos sigan la pista porque tenemos previsto hablar de todo ello en El Agitador con cierta profundidad. Pero no lo vamos a hacer ahora, ni tampoco después de la publicidad, lo haremos un poco antes de las elecciones municipales del año que viene para que los ciudadanos puedan utilizar esos datos a la hora de decidir a quién otorgan su voto.

Jesús Cirac

074-60-253-0

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