Me temo que se confirma la tragedia en el mundillo de los medios informativos caspolinos. Si ni siquiera el binomio Jaime Mayor Oreja/Vera Cruz, ha sido capaz de devolver a los ruedos de la rabiosa actualidad local a El Guadalope, ¿quién lo hará?

Es que ustedes no se han dado cuenta pero en el Bajo Aragón entero estamos deprimidos. Y no tiene nada que ver con la crisis sistémica. Hace ya unos meses que compruebo con desesperación que Nacho Tapia, el prestigioso director de El Guadalope, ya no se deja ver en actos públicos, presentaciones y saraos varios armado de su pertinaz cámara de vídeo. Ya no aparece en actos privados, como asambleas de clubs o asociaciones, dispuesto a desafiar a presidentes y vocales censuradores que se atreven a impedir su trabajo: “¿Esto es público o no es público?”, suele argumentar él. Ahora se limita a colgar noticias seleccionadas (exquisitamente, eso sí) pero ajenas a Caspe, la mayoría. Algún pleno y poco más. Aparece y desaparece de la escena pública. Jolines. Más que El Guadalope esto parece El Guadiana.

Lo cierto es que estoy planteándome promover un movimiento ciudadano en toda regla (tiembla, 15-M) que exija el regreso de El Guadalope. El lema será éste: que vuelva el “Alcazar de la calle Mayor”. El de verdad. El de la Cruzada. Esto no puede seguir así. No estamos preparados para prescindir de las excelencias de tan insigne medio de comunicación, de las finas colaboraciones y de las magníficas dotes directivas de su capitán.

Y es que, por si fuera poco, Nacho Tapia también es un visionario. Hace unos meses fue el único capaz de prever que las Jornadas 1936 celebradas en Caspe, podían impedir la victoria electoral del Partido Popular a nivel nacional. Pero ahí estuvo el Vigía de Occidente, denunciando las dudosas prácticas de un grupo de jóvenes caspolinos (que se excusaban asegurando que habían programado la fecha de las jornadas mucho antes de fijarse el calendario electoral). Menos mal que Nacho no se lo creyó y estuvo ahí, agitando sin parar durante aquella semana. Si no es por él, no sé yo… Mariano Rajoy: ¡cuánto le debes a Nacho!

Lo que no acabo de entender es que El Guadalope en papel haya tenido un primer y único número. ¿Cómo es posible que un rotativo de tanta calidad haya fracasado estrepitosamente en un solo intento? ¿Entre Roberto Esteban, y después Emilio Tapia, publicaron casi dos mil ediciones de aquel periódico ya legendario, y el nieto del segundo, no es capaz de ni siquiera sacar dos? ¿Nos hemos vuelto locos?

No busquen la lógica porque no la hay. Creo que aquí está pasando algo muy gordo. Algún medio de tirada nacional se habrá sentido amenazado y ha decidido ponerle dos velas negras. O quizá haya que buscar una explicación más ignota. Quizá alguna organización judeo-masónica esté detrás de todo este asunto (Asier, habrá que investigar esto). Esto huele a siniestra conspiración internacional. O como decía el gran Paco, a un contubernio.

 Resiste, Nacho, resiste.

Amadeo Barceló

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