“Atletes, baixin de l’escenari”, lo último de Manel.

“Atletes, baixin de l’escenari”. Probablemente, sin quererlo, una de las frases más célebres del gran Constantino Romero. Una frase que evoca aquel lejano verano de 1992 en el que Barcelona fue la ciudad olímpica.

Éste es el título del tercer disco de uno de los grupos, junto con Els Amics de les Arts, Antònia Font y alguno más que me dejo por el camino, que han conseguido relanzar la música en catalán hasta un lugar nunca visto desde los lejanos éxitos de Sopa de Cabra, Sau, Lax’n’Busto,… Ellos son: Manel

Aunque sea fácil comparar a éstas dos generaciones de músicos en catalán por su gran éxito, los grupos entre los que se incluyen Manel, a diferencia de sus antecesores, han desligado sus letras de cualquier reivindicación política. Por esa razón, en mi opinión, han conseguido abrir las fronteras de la música cantada en catalán a fuera de Catalunya.

Hablando ya del disco, una de las primeras novedades con la que nos sorprenden es la ausencia del ukelele, la pequeña guitarra de cuatro cuerdas que hicieron indispensable en sus éxitos más destacados de sus dos discos anteriores y con la que han conseguido construirse un sonido propio, como, por ejemplo, en Al mar! o Ai, Dolors.

En éste nuevo trabajo destacan mucho más las guitarras eléctricas, los teclados, etc. del que resulta un sonido no tan original o personal, sino más típico del pop-rock convencional. En mi humilde opinión, con éste ligero cambio pueden estar perdiendo un poco su identidad, lo que les diferenciaba de los otros grupos de música en catalán.

Por último, voy a permitirme el lujo de intentar adivinar algunas de las canciones con más posibilidades de poder convertirse en clásicos del grupo, cómo, por ejemplo:

–       Vés bruixot!: probablemente, la canción más animada del disco. Para mí: un éxito asegurado.

–       A veure què en fem: puede ser una referencia a las oportunidades que se nos siguen presentando aunque estemos en momentos tan difíciles como, por ejemplo, en la actual crisis.

–       Un directiu em va acomiadar: la canción más sorprendente del disco. Una canción típica de los 80 que habla sobre un tema de absoluta actualidad: los despidos.

–       Banda de Rock: en mi opinión, la más romántica. El recuerdo de aquél grupo de música que estaba de moda hace ya demasiados años.

Cómo dato significativo, cabe destacar que, tras Llach y Serrat, esta es la primera banda que cantando en catalán logra el número uno en España. Aunque sólo sea por eso creo ya vale la pena dedicar, aunque sean cinco minutos, a curiosear entre sus canciones.

Albert Arrufat

Manel

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