Hoy quiero hablar de una película española de reducido presupuesto. Una “road movie”, después de todo: Vivir es fácil con los ojos cerrados. Una película de David Trueba que en la pasada edición de los Goyas se llevó seis de ellos.
La película se inspira en la historia real de Juan Carrión Gañán, un profesor de inglés que en 1966 viaja a Almería cuando John Lennon, en sus escarceos con el séptimo arte, rueda allí la película Cómo gané la guerra (parodia del cine bélico).
Este docente, tanto en la realidad como en la ficción, es fan del cuarteto de Liverpool y utiliza sus canciones en clase para la enseñanza del inglés. Su viaje tiene un objetivo: visitar a Lennon para, entre otras cosas, hacerle una encomienda: que en los discos de sus canciones se incorpore la letra de las mismas ya que sería de utilidad para sus propósitos didácticos. A partir de entonces, las letras de los discos de los Beatles incluyeron las letras de sus canciones.
Aquel que no la recuerde, puede tratar de imaginarse la España de 1966- con los Beatles en el NODO: Un pueblo atenazado por la represión. Rígidos patrones de conducta. Autoritarismo, la ley del más fuerte y el miedo gobernándolo todo. Los melenudos de Liverpool –melenudos por comparación- suponían una fisura en este plomizo panorama. Algo así como las suecas en bikini en las playas. Pero con más mensaje.
Antonio, nombre ficticio del maestro encarnado por Javier Cámara, consigue entrevistarse con Lennon. Por esas fechas, en 1966, es cuando este icono del siglo XX conoce a Yoko Ono. Con ella se somete durante un tiempo a la Terapia Primal de Arthur Janov. Pero eso sería después, en 1970. Durante su estancia en España se hallaba en otro momento de su búsqueda. Esta es la palabra clave, búsqueda: mientras Lennon andaba buscando, Antonio le busca a él. Y le encuentra, porque Lennon le recibe y le escucha. Ya hemos dicho que, además, le hace caso con lo de las letras. O tal vez lo de las letras estaba ya en el aire…
Sea como fuere, Antonio se encuentra durante su trayecto en su 850 con algunos personajes de esta España árida, sedientos, como él, de libertad. Del mismo modo que Lennon es su inspiración, él constituye para esta personas, a su vez, un saludable soplo de aire fresco.
Pocas escenas finales tan satisfactorias como la que concluye la peripecia de este filme, a pesar de su sencillez y de carecer de efectos especiales. Te deja con la sensación de que todos podemos convertirnos en los héroes de nuestras vidas cotidianas.
Ah! Lo del título. Vivir es fácil con los ojos cerrados es un verso de la canción que Lennon compuso durante su rodaje en Almeria: Strawberry Fields Forever.
Esta es una versión de la canción interpretada por Natalia Molina (actriz de la película) y Javier Cámara.
Piluca Cercadillo
