Agustín Martín (autor de Libertarios de Aragón): «Desde el poder siempre se ha tergiversado en ideal anarquista»

Hace unos meses se presentó un libro del que nos sentimos un poco padrinos. No en vano Libertarios de Aragón, de Agustín Martín, tiene mucho que ver con Caspe. Como Agustín cuenta en su introducción, el pistoletazo de salida de su trabajo fue el hallazgo del banderín del Consejo de Aragón y su presentación en sociedad en 2011, dentro de las jornadas organizadas por Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda “Caspe 1936. Un jardín de senderos que se bifurcan”. Hoy entrevistamos a Agustín Martín quien, transcurridos unos meses desde la puesta de largo de su trabajo, se ha convertido en casi una estrella mediática, con decenas de presentaciones a sus espaldas y con la segunda edición de su obra ya en la calle. Le preguntamos sobre su libro pero no perdemos la ocasión de profundizar en algunos aspectos de la historia del anarquismo aragonés. PORTADA LIBERTARIOS DE ARAGÓN

Agustín, 750 ejemplares agotados de la primera edición y ya la segunda en marcha. Un montón de presentaciones… ¿esperabas cosechar tanto éxito con un libro de este tipo? Esperaba una buena acogida, pues sabía que hay un buen número de aragoneses que, bien por inclinación ideológica (militantes anarcosindicalistas y también a título individual), por relación familiar (padres, abuelos u otros familiares), o simplemente amantes de la historia y de lo relacionado con Aragón, estarían interesados en el mismo (máxime cuando es un tema que la mayor parte de la población aragonesa o no conoce o lo es de forma tergiversada), y también (por qué no decirlo), porque tengo la suerte de contar con muchos amigos…pero la verdad es que sus ventas nos ha desbordado un poco a todos.

Quizá el secreto de tu éxito haya sido la falta de libros didácticos sobre el anarquismo. Además de varias biografías interesantes, la gran referencia son los dos tomos de Alejandro Díez Torre, Confederados y Solidarios, pero que resulta demasiado profusa para un público no especializado. En nuestra opinión se echaba de menos una obra más generalista, que sirviera como introducción al mundo libertario aragonés, ¿estás de acuerdo? Por supuesto. Yo no soy historiador y no quiero ni puedo competir con especialistas como Alejandro Díez Torre o Julián Casanova. Lo que he pretendido es dar a conocer un fenómeno importantísimo para poder comprender -sobre todo- el Aragón del primer tercio del siglo XX y la trascendencia que tuvo a nivel nacional e incluso internacional lo que aquí hicieron los anarquistas y su revolución social. Señalo –algunas veces de forma sucinta- cientos, miles, de libertarios aragoneses, y luego el que esté interesado particularmente en alguno de ellos podrá ampliar información en las fuentes que indico.

¿Cuáles han sido tus principales fuentes de consulta para construir Libertarios de Aragón? ¿Bibliografía, entrevistas, documentación? ¿Cuál de los tres tipos de fuentes es tu favorita? Libros hay muchos y en la página anexa que he creado en Facebook- Libertarios de Aragón- se recogen cientos de ellos, también la hemeroteca: desde copias de los números originales de Nuevo Aragón, del Archivo de Salamanca, hasta la edición facsímil del Boletín del Consejo de Aragón (que me proporcionó mi amigo caspolino Alberto Serrano) y también números concretos de La Vanguardia, ABC, Heraldo de Aragón, etc. También entrevistas con familiares de Joaquín Ascaso, Isidro Miralles, Evaristo Viñuales, Servet Martínez, Agustín Remiro, Augusto Moisés y Miguel José Alcrudo, Francisco Sanclemente, etc. He contactado también con los sindicatos anarcosindicalistas actuales: CNT, CGT, CATA…y también con Daniel “Rolf” Dupuy, el creador del Dictionnaire international des militants anarchistes, que me ha proporcionado muchos datos. En cuanto a documentación, aparte de la del Archivo de Salamanca, el historiador catalán Gonzalo Berger me ha proporcionado copias de los documentos originales del Consejo de Aragón que se encuentran en el archivo de la CNT en el IISH de Amsterdam. También he consultado cientos de páginas web de temática libertaria que existen en la red. Y en cuanto a cuál de las distintas fuentes es la que prefiero, sin duda el testimonio directo de los que tuvieron contacto con los protagonistas del libro.

¿Y qué tal la acogida en los pueblos? ¿Cómo se recuerda a los viejos libertarios? ¿Qué te cuenta la gente durante las presentaciones? Bueno, cada lugar es distinto a otro. No es lo mismo ir a un pueblo que vivió la revolución y la implantación de las colectividades libertarias, que otro que se mantuvo toda la guerra dentro de la zona nacional. En Pancrudo, por ejemplo, aún había gente que recordaba esa época -por comentarios de sus padres y otros familiares-, pero en general es una época muy desconocida y sobre la que, desgraciadamente, ha caído un oscuro velo para intentar ocultarla, unas veces por intereses políticos y otras, sencillamente, por miedo a las represalias. Han pasado ya muchos años y prácticamente no queda ya nadie con vida de los que la vivieron en primera persona. En algunos sitios se mantiene el viejo tópico del anarquista violento y “quemaiglesias”, pero en otros se reconoce lo que supuso la revolución social y los que la llevaron a cabo.

Metámonos en harina. Sabemos que los colores de la bandera del Consejo de Aragón que tanto tiempo buscaste, representan a las fuerzas antifascistas. El escudo es muy aragonés porque recuerda a las tres provincias aragonesas, la A de Aragón… pero también al anarquismo a través de las cadenas rotas. Pero, ¿no te parece que a primera vista evoca a las logias masónicas? Exacto. La A del escudo no representa a la Anarquía sino a Aragón –esto se explica en el nº 3 de Nuevo Aragón -página 8- de fecha 22 de enero de 1937. En cuanto a la simbología masónica, es una apreciación que hacen algunos pero no es seguro, aunque es cierto que algunos anarquistas aragoneses también fueron masones (Miguel Abós, los hermanos Alcrudo, etc.) y el logotipo de la AIT (la Primera Internacional, anarquista) incluía una A (a modo de compás y escuadra) y una plomada, símbolos utilizados por los masones. Escudo Aragón CRdA

En agosto de 1937 el Gobierno disuelve manu militari el Consejo de Aragón, podríamos decir que por considerarlo un Estado independiente dentro del Estado español. ¿Ves algún paralelismo con la actualidad nacional? El Consejo de Aragón, una institución legalizada por el gobierno de la República, era una de las claves de la Revolución en Aragón y eso no interesaba a nadie dentro del bando republicano, excepto a los propios anarquistas, así que tras los sucesos de mayo del 37 en Barcelona y la caída de la influencia de la CNT y el POUM en la política catalana- y el consiguiente auge comunista-, el próximo objetivo era eliminar el Consejo de Aragón, para acabar con la Revolución (eliminando las colectividades libertarias). En la reunión del 9 de agosto de Joaquín Ascaso con el presidente del Gobierno, Juan Negrín, en Valencia, este último le dice que una de las condiciones que imponen las democracias europeas para ayudar a la República española es que desaparezca el Consejo de Aragón, por lo que de revolucionario tiene éste. No cabe duda que nunca en la historia de Aragón ha habido un gobierno con tanto grado de autogobierno como el Consejo de Aragón. Y en cuanto al paralelismo con la actualidad nacional, el gobierno autónomo aragonés actual no es comparable con el Consejo de Aragón, y respecto al independentismo catalán, ya tenía una fuerza similar en 1936…

¿A qué obedece que las zonas de Aragón más fecundas en militantes libertarios sean las limítrofes con Cataluña? El anarquismo siempre ha tenido una estrecha relación con el sindicalismo y lógicamente éste necesita de asalariados, de ahí que su mayor implantación haya sido tradicionalmente en zonas industrializadas o bien en agrícolas con muchos jornaleros, tales como, además de Zaragoza capital, Huesca y Teruel, el Bajo y Medio Cinca, la Hoya de Huesca, El Matarraña, Bajo Aragón, Cuencas Mineras, Alto Jiloca, etc… y por otra parte la cercanía de Cataluña también favoreció las estrechas relaciones de todo tipo, incluidas las sindicales.

Presentación en Zaragoza
Presentación en Zaragoza

¿Crees que son ciertas las historias acerca de los fabulosos tesoros escamoteados por los anarquistas durante la guerra en los pueblos del Bajo Aragón? Ya sabes que a Ortiz y Ascaso, esa creencia a punto estuvo de costarles casi la vida… Ese infundio se encargó de propagarlo el PCE- estalinista- con la intención de desprestigiar no sólo a los dirigentes cenetistas aragoneses sino también la Revolución que los anarquistas pusieron en marcha en el Aragón republicano. Si hubieran sido ciertas las acusaciones contra Joaquín Ascaso –que tras la disolución el 11 de agosto de 1937 del Consejo de Aragón manu militari por las tropas comunistas de Líster, fue encarcelado, al igual que cerca de 700 cenetistas más- no hubiera sido liberado, sin cargos, a los cuarenta días. Se le acusaba de sustraer – siendo Presidente del Consejo de Aragón- cerca de 700.000 ptas en dinero y joyas – expropiadas a fascistas adinerados de la zona- que llevaron a Francia varios miembros del Comité Nacional de la CNT a Francia, pero no para evadir divisas sino para comprar maquinaria agrícola para las colectividades aragonesas, y así consta en los documentos de la CNT, con nombres y apellidos de quienes hicieron dicha gestión. Desde ese momento Ascaso, Ortiz y sus colaboradores más cercanos estuvieron en el punto de mira de los estalinistas, e incluso de algunos dirigentes cenetistas ortodoxos, lo que les obligó a tener que abandonar el país, pasando a Francia – el 5 de julio de 1938- mucho antes de terminada la guerra, para evitar ser abatidos por “balas amigas”. Sin embargo ese bulo lo siguieron manteniendo los comunistas a lo largo de la historia y todavía hay estalinistas que se agarran a ese argumento para rebatir la obra de los anarquistas aragoneses.

¿Hay condicionantes históricos, antropológicos o culturales que conviertan un territorio en más apto que otros para la fecundación de las ideas anarquistas? En caso positivo, ¿puede aplicarse eso a España en general y al Bajo Aragón en particular? Ya he dicho antes que una de las causas casi imprescindibles es la existencia de obreros, tanto del campo como industriales, así como las ínfimas condiciones de trabajo de los mismos; pero hay otras también relacionadas con los propios pueblos. Aragón es uno de los territorios donde con más fuerza ha arraigado el pensamiento libertario, seguramente por nuestra propia idiosincrasia. Como decía el escritor y anarquista aragonés Adolfo Hernández: “Aragón respira odio santo al que manda y posee y se trata de una comunidad hacedora de leyes antes que reyes…En Aragón valen leyes, no reyes, pero por leyes se entienden observancias, es decir costumbres. Más claro: franqueas o franquicias de tomarse sin permiso y de no otorgar como merced…” El carácter aragonés es pues muy propicio al individualismo y a no dejarse dominar por nadie; hay un poso atávico sobre ese sentimiento de libertad y de derechos- ahí están nuestros Fueros y harto conocido es asimismo el juramento que los nobles aragoneses obligaban a hacer al rey en su nombramiento: “Nos , que somos tanto como vos, y todos juntos más que vos, os hacemos rey de Aragón, si juráis los fueros y si no, no”-, pero, por otra parte, está acompañado también de las propias costumbres cooperativistas – Joaquín Costa, que dijo “El derecho será social o no será” fue un referente de los colectivistas aragoneses y muchos consejeros del Consejo de Aragón se declaraban hijos espirituales de él- y de realizar trabajos en común por ejemplo en los concejos… y si a eso unimos unas condiciones laborales de absoluta explotación y de subdesarrollo, el resultado fue la enorme fuerza del anarquismo en nuestra tierra en el primer tercio del siglo XX, seguramente, después de Cataluña –y a la par con Andalucía- el más potente de toda España.

Presentación en Caspe
Presentación en Caspe

En cualquier tema de las colectividades agrarias, siempre sale como prototipo el Bajo Aragón, a pesar de que no había el mismo problema de latifundismo como por ejemplo, en Andalucía. ¿Qué circunstancias diferentes se dieron en Aragón para que así fuese? En Aragón -exceptuando Zaragoza ciudad- tan apenas había industria, solo empleo de braceros del campo, con lo cual muchos obreros emigraron en el primer cuarto del siglo XX a Cataluña, que fue la receptora de esa mano de obra. Muchos de esos trabajadores se integraron en el movimiento anarcosindicalista catalán, especialmente en Barcelona, que constituía la capital anarquista de España. Pero detrás de ella, Zaragoza ocupó un lugar destacado en el movimiento libertario español, no en vano era llamada “la perla del anarquismo” o “la ciudad libertaria” siendo de las más conflictivas de toda España y con un potencial humano enorme. Al inicio de la guerra civil la CNT aragonesa tenía unos 50.000 afiliados , pero no solo en Zaragoza, también era muy potente en las comarcas oscenses del Cinca Medio, Bajo Cinca y Hoya de Huesca, al igual que en el Bajo Aragón turolense: Mas de las Matas, Aguaviva, Alcorisa y Valderrobres tenían un enorme potencial de militantes activos y en la huelga general revolucionaria de diciembre de 1933, convocada a nivel estatal por la CNT, Aragón (sobre todo estas zonas que acabo de citar) llevaron el peso de la misma y en muchas localidades se llegó a proclamar el Comunismo Libertario. En el resto del Estado, además de Cataluña el anarquismo también tenía mucha fuerza en Madrid, Valencia, País Vasco y Asturias y León; es decir, en la zonas industriales y en Andalucía y Galicia en las zonas rurales, sin embargo, proporcionalmente, en Aragón el arraigo fue mayor. Cuando se produce la Revolución social en Aragón muchos de los anarquistas que ponen en marcha las colectividades son cualificados sindicalistas que se han formado en el pensamiento libertario y en las luchas obreras tanto en Cataluña como en Zaragoza… 

¿Cómo explicarías ese odio sempiterno entre PC y CNT, siendo que ambos, al menos en teoría, persiguen los mismos fines sociales? Y en cuanto al trasvase de militantes (hecho que todavía sorprende a los no iniciados en la materia) ¿cuántos casos has constatado de anarquistas que acabaron en las filas del PC? ¿Y al revés? Los anarquistas luchan por hacer desaparecer el estado y crear otra sociedad igualitaria – el comunismo libertario- sin dirigentes, organizándose desde la base y con la participación en igualdad de condiciones por parte de todos. Los comunistas lo que pretenden es que sean ellos los que dirijan la nueva sociedad igualitaria e imponen sus dictados, desde el propio estado. Hay pues una diferencia sustancial entre ambos. Los trasvases de militantes no son algo nuevo, es algo recurrente a través de la historia y en función de las distintas situaciones vividas por cada uno.

Son famosos los casos de anarquistas que se hicieron comunistas: Antonio Beltrán “El Esquinazau”, Custodio Peñarrocha (que fue miembro del Consejo de Aragón por el PCE), Cosme Sampériz, etc. pero también el caso contrario, por ejemplo Ramón J. Sender, que fue inicialmente anarquista, luego comunista y finalmente otra vez anarquista.

Bandera - Heraldo de Aragón
Artículo de Heraldo de Aragón. Noviembre de 2011, con motivo del hallazgo del banderín del Consejo de Aragón y su presentación en Caspe, con la asistencia de Agustín Martín

¿Por qué crees que el comunismo ha tenido tantos problemas para arraigar en España? Recordemos su escasa implantación durante la Segunda República y también a la vuelta de la dictadura a pesar de su importante papel en la transición…  El anarquismo moderno llega a España en 1868 gracias a la revolución liberal burguesa tras el triunfo de la Revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”, que puso fin al reinado de Isabel II, constituyendo el primer período del Sexenio Democrático (1868-1874). Giuseppe Fanelli vino a España en 1868 con la misión de reclutar miembros para la Primera Internacional o AIT y eventualmente organizar una sección en España. Para ello contactó, entre otros, con Anselmo Lorenzo, considerado el padre del anarquismo español. El primer grupo de internacionalistas establecido en España será el de Madrid, luego en Barcelona y después ya en el resto de España. La sección española de la Internacional es reconstituida como la Federación Regional Española (FRE) y en Zaragoza se celebra el II Congreso de la FRE en mayo de 1872. También en 1872 tiene lugar en Córdoba el III Congreso y, a partir de entonces, se produce la bifurcación oficial de las dos ramas del socialismo en España: la marxista y la libertaria, de tendencia bakuninista, que es la que se acuerda apoyar. A partir de entonces el anarquismo, a pesar de las trabas gubernamentales crece sin cesar y es mayoritario (frente al otro sindicato mayoritario, la UGT, que agrupa a socialistas, republicanos y comunistas) sobre todo durante los años republicanos, hasta la guerra civil española, en que tras los hechos de mayo del 37 en Barcelona, la influencia comunista va en aumento (pues al PCE se acercan muchos de los que no quieren la revolución social puesta en marcha por los anarquistas) en detrimento de la CNT-FAI, hasta entonces la primera fuerza del bando republicano. Como ejemplo de la correlación de fuerzas basta ver los resultados en Aragón de las elecciones a los consejos municipales (que por decreto-ley del gobierno de Largo Caballero sustituían a los antiguos ayuntamientos) de enero de 1937: CNT sacó 1220 concejales; la UGT, 644; IR, 214 y el PCE, 18. Sin embargo, durante la dictadura franquista su resonancia fue la mayor entre las fuerzas opositoras y con el fin de la misma parecía que iba a tener un fuerte protagonismo político pero con la democracia su influencia se ha ido disminuyendo progresivamente.

Zaragoza, llamada “la perla negra” en el mundo anarquista, durante los años 30 tuvo gran importancia, siendo incluso sede del Comité Nacional de la CNT, además de sede de numerosos congresos. ¿Por qué esa importancia en una ciudad un tanto provinciana, con una industria poco más que localista y en nada parecida a grandes urbes como Barcelona o Madrid? Zaragoza, al ser la capital de Aragón y su ciudad más poblada, ha sido siempre el motor industrial de la comunidad, asentándose en ella desde principios de siglo XX las principales industrias: harinera, azucarera, etc. que son los que ocupaban la mayor parte de la mano de obra y por tanto era susceptible de un mayor asentamiento del sindicalismo, y éste era mayoritariamente anarquista. Por otra parte, debido al gran desgaste de la CNT en toda España a causa de las huelgas y sus posteriores represalias: encarcelamientos de militantes, cierre de locales, multas y prohibición del sindicato durante largos periodos…cuando en diciembre de 1933 se proclama la huelga general revolucionaria, es en Aragón donde más incidencia tiene (Zaragoza, Hoya de Huesca, Bajo y Medio Cinca, Bajo Aragón, Matarraña…) pues aquí había tenido lugar el congreso de la CNT en noviembre, siendo elegido secretario general Joaquín Ascaso, y aquí se forma el Comité Nacional Revolucionario, para proclamar el comunismo libertario en toda España, del que forman parte un buen número de aragoneses: el propio Joaquín Ascaso, los hermanos Alcrudo, Antonio Ejarque, Felipe Orquín, Ramón Andrés…La fuerza de la CNT aragonesa era enorme y porcentualmente de las mayores de España: a comienzos de 1936 son más de 50.000 los afiliados – la mayor parte de ellos en Zaragoza- los que aquí tiene, frente a los 500.000 de todo el estado, es decir un diez por ciento, y eso teniendo en cuenta que entonces la población de España era de aproximadamente veinticuatro millones de habitantes y la de Aragón de sólo un millón, es decir, apenas un cuatro por ciento.

Agustín Martín
Agustín Martín

Salvando las distancias, las ramas tan opuestas de la CNT, con partidarios de la acción directa e incluso violenta, y otros libertarios mucho más pacíficas, es un tanto similar a lo que se da en un colectivo tan alejado como los jesuitas, ¿no crees? No conozco muy bien el mundo de los jesuitas, pero es cierto que en el mundo libertario siempre se ha dado esa dualidad: los partidarios de la acción sindical no violenta frente a los de la acción directa, “la propaganda por el hecho”, al igual que la relacionada con la participación en la política: los “ortodoxos”, entre ellos los partidarios de “la gimnasia revolucionaria” frente a los “posibilistas”, partidarios de la confluencia, llegándose incluso a crear un partido político libertario como el Partido Sindicalista (Ángel Pestaña) y las propuestas del Partido Obrero del Trabajo (Juan García Oliver) y el Partido Libertario (Horacio Martínez Prieto)…y eso ha originado en la CNT distintas escisiones, desde la de los treintistas de Pestaña (de 1931 a 1936), hasta la del Congreso de París de 1945, que duró hasta la reunificación en el Congreso de Limoges de 1961, y luego ya la más duradera en el tiempo: la escisión de 1979 con la creación de la CGT (por el tema de la participación en las elecciones sindicales y las subvenciones), que llega hasta la actualidad…

Normalmente siempre se asocia anarquismo con violencia. ¿Cuánto de culpa tuvo la prensa en ello, destacando solo la facción violenta sin apenas nombrar a la otra? Desde el poder (y los mass media) siempre se ha tergiversado el ideal anarquista, creando el estereotipo del anarquista violento, terrorista ávido de sangre y creador del caos, algo por otra parte tan alejado de las enseñanzas de los discípulos del gran Ramón Acín, maestro de maestros libertarios –muchos de ellos luego serían consejeros del Consejo de Aragón: Paco Ponzán, Evaristo Viñuales, José Mavilla…José Alberola- que frente al tradicional eslogan escolar de “la letra con sangre entra” preconizaba el revolucionario “ al niño no hay que pegarle ni con una flor”. Hubo, es cierto, seguidores de “la propaganda por el hecho” realizando acciones violentas y en algunos casos actos terroristas y asesinatos (algunos de ellos aragoneses como Francisco Ascaso y Rafael Torres Escartín (que formando parte de Los Solidarios mataron al cardenal Soldevila), Manuel Pardiñas (que asesinó al presidente del Gobierno, Canalejas), Santiago Salvador Franch (que arrojó la bomba en el Liceo barcelonés), Rafael Sancho Alegre (de familia caspolina y que atentó contra el rey Alfonso XIII), Justo Bueno Pérez (que mató a los hermanos Badía – creadores de los escamots independentistas catalanes en Barcelona), etc… Pero también muchos anarquistas eran (y son) pacifistas, naturistas, vegetarianos, abstemios…Los anarquistas y el anarquismo fueron los grandes perdedores de la guerra civil, pues pasaron de ser la principal fuerza sindical del país (con unos 500.000 afiliados en 1936) a convertirse en los malos de los perdedores, con la oposición primero, luego el acoso y finalmente la marginación por parte del resto de los republicanos –sobre todo de los comunistas- incluso antes ya de acabar la guerra. Se intentó luego –y casi se consiguió-, borrar toda huella del proceso revolucionario llevado a cabo en Aragón y, como colofón, tras cuarenta años de dictadura franquista y la muerte y/o el exilio de la mayoría de los protagonistas del mismo, poco quedaba ya de toda esa vivencia revolucionaria.

Tú que te has pateado buena parte de Aragón y que has estudiado los sucesos de apogeo del anarquismo, ¿no te ha sorprendido la cantidad de huelgas locales, incluso en poblaciones muy pequeñas y rurales, que se produjeron en el país? Si, hay que tener en cuenta que las condiciones laborales existentes en esa época – sobre todo a primeros de siglo XX- eran casi de esclavitud: jornadas de doce horas, trabajo infantil, falta de condiciones higiénicas, masivo analfabetismo, desnutrición, caciquismo, corrupción política, etc. En ese panorama, el anarquismo suponía un ideal de liberación sobre la explotación que sufrían y muchos lo abrazaron sin dudarlo.En Caspe

Leyendo tu libro llaman la atención algunas reivindicaciones de los años treinta, como las 36 horas semanales o la jubilación a los 60 años. También sorprende la enorme diversificación sindical. Nombras que en 1936 había casi 1.000 sindicatos. Solo en Aragón-Rioja-Navarra había 300 sindicatos en más de 250 localidades, con una media de unos 600 militantes por sindicato. ¿Cómo ponerse de acuerdo si hoy mismo, con los pocos que hay de clase, resulta muchas veces difícil? Eso originó lógicamente muchos problemas pues había sindicatos que a pesar de ser todos de la CNT actuaban por libre y las federaciones locales y las de oficios no seguían las consignas de la dirección central. La disparidad de criterios y de acción se mantuvo hasta que se unificaron todos bajo la misma dirección confederal regional.

Entre aquellos anarquistas se produjeron numerosas trifulcas y luchas internas. Cabe preguntarse si siempre se estaba pensando en el sindicato o había también mucho de personalismo. El personalismo no es privativo de ninguna ideología ni de ninguna época y el anarquismo tampoco se salva de esta lacra, originado sus filias y sus fobias (sabida es por ejemplo la de Federica Montseny a Joaquín Ascaso y Antonio Ortiz). La prueba la tenemos también en la actualidad, tanto en los partidos políticos como en las distintas facetas de la vida social, pero lógicamente la repercusión mediática es mayor cuanto mayor sea el grado de influencia de la persona implicada.

Cuando se habla de los sindicatos libres de la Barcelona de los años 20, ¿no sería más correcto hablar de sindicatos “amarillos” y gángsters, pagados y dirigidos por la patronal? Sin duda, fueron creados por la patronal catalana para contrarrestar la fuerza del anarcosindicalismo -que era enorme- y además empleando la violencia extrema. Estaban auspiciados por Eduardo Dato (el presidente del Consejo de Ministros de Alfonso XIII) el empresariado catalán y el gobernador civil de Barcelona, el general Martínez Anido, especialista en aplicar la ley de fugas, y fueron los encargados de llevar a cabo el terrorismo de estado del Gobierno. Realizaron atentados y asesinatos de miembros destacados de la CNT, como el abogado Francesc Layret (asesinado el 30 de noviembre de 1920), Salvador Seguí “el noi del sucre”, muerto el 10 de marzo de 1923 (que ocasionó, para vengar su muerte, la respuesta posterior de Los Solidarios asesinando, el 4 de junio de 1923, al Arzobispo de Zaragoza, el cardenal Juan Soldevila, conocido protector y financiador de los pistoleros de la patronal). Pero, sin embargo, tuvieron escaso apoyo dentro del mundo obrero, a pesar de estar protegidos por la patronal, el gobierno de Eduardo Dato y la dictadura de Miguel Primo de Rivera, además de sectores de la policía y de la extrema derecha.

¿Por qué decayó el anarquismo como ideología al llegar la transición en un país en el que tanta importancia tuvo? Con la muerte de Franco el anarcosindicalismo volvió a coger auge en toda España, especialmente en Cataluña (también en Madrid, País Vasco, Valencia, etc.) y en julio de 1977 se celebraron las Jornadas Libertarias Internacionales en Barcelona, con la asistencia de cientos de miles de personas. También se empezaron a reconstituir o crear las distintas regionales de la CNT en toda España, pero la oposición a los Pactos de la Moncloa (octubre de 1977) al considerarlos un pacto social entre las fuerzas políticas y los sindicatos más representativos, que perjudicaban a la clase trabajadora, ocasionó que estuviera mal vista por las demás fuerzas políticas y sindicales…y entonces tuvo lugar el trágico suceso del atentado a la sala de fiestas Scala en Barcelona, el 15 de enero de 1978, que se saldó con la muerte de cuatro personas (además militantes de la CNT) y en el que se intentó inculpar a las propias organizaciones anarquistas CNT y FAI. Durante la vista del caso (en 1980) la posición de la defensa apuntó hacia un montaje policial orquestado mediante confidentes infiltrados en el sindicato CNT con el objetivo de desacreditar tal sindicato ante los trabajadores y evitar así su progresión en Cataluña. Cinco anarquistas fueron condenados a distintas penas y el movimiento libertario ya no se recuperó.

Durante tu investigación has conocido las andanzas de un montón de libertarios aragoneses. Seguro que tienes un favorito. Aunque muchas de las vidas de libertarios aragoneses, como muy bien se refleja en mi libro, también lo son, la vida de Joaquín Ascaso es algo excepcional, a los 17 años ya visitó la cárcel por activista sindical, a los 19 tuvo que exiliarse a Francia, a los 25 regresó a España, a los 27 fue secretario general de la CNT, a los 30 Presidente del Consejo de Aragón, a los 32 se exilia a Francia, allí pasa por los campos de concentración, luego sufre el acoso, la persecución y la cárcel, a los 41 marcha a América y a los 71 muere olvidado por todos en Caracas (Venezuela). Y como dice su sobrina francesa Catherine Seguin, el mismo ímpetu que puso en su vida como luchador anarcosindicalista, la puso también en su vida sentimental (se le conocen al menos cuatro mujeres y con todas tuvo hijos…).

Para finalizar, como hacemos siempre, recomiéndanos un libro, una peli y un disco. Libro: Bienvenido Mr. Loach de Mario Ornat, de la editorial Doce Robles, Zaragoza, 2015. Película: Tierra y Libertad de Ken Loach, sin duda una de las mejores películas sobre la guerra civil española, junto a Libertarias de Vicente Aranda (director de ascendencia aragonesa, al igual que el guionista Antonio Rabinad, de origen bajoaragonés). Disco: el nº 4 (sin título) de Led Zeppelin, que contiene una de las mejores canciones jamás compuestas: Stairway To Heaven; y en segundo lugar el Dark Side Of The Moon de Pink Floyd.

El Agitador

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