En breve, llegara la época de recolección de fruta en nuestra localidad. Como cada año, Caspe se llenará de cientos de trabajadores venidos desde otros lugares, la mayoría de ellos desde fuera de las fronteras del estado español. Para no caer en los prejuicios simplistas y xenófobos que la palabra inmigración desencadena en nuestra localidad, hace falta otro tipo de visión y programa político que deslegitime estos prejuicios, y no sean los desencadenantes de un racismo cada vez más latente.
Hay frases que útilmente escucho con más insistencia en Caspe. Chirrían al oído de cualquier persona sana cerebralmente. Expresiones como: “nos quitan el trabajo a los españoles”; “están aquí para vivir de las ayudas”; “ocupan los espacios públicos, convirtiéndolos en inseguros”. Toda esta demagogia parafraseada es imprescindible combatirla desde una perspectiva de clase, y no señalar al trabajador extranjero como el principal causante de la falta de empleo actual en nuestra localidad, del recorte al acceso de programas sociales, o el saqueo a la sanidad, educación pública, el aumento de la delincuencia. Argumento mezquino cada vez más extendido.
Hay un discurso electoral, que cada vez está incidiendo más sobre la población trabajadora, y que ya hemos visto tímidamente en programas políticos de las pasadas elecciones locales de 2011, disfrazado de “seguridad ciudadana”. A nivel europeo, vemos como el auge de partidos que defienden el cierre de fronteras, la expulsión de personas no nacionales como excedentes de fuerza de trabajo, han hecho aumentar electoralmente a esos partidos. Ejemplos como los resultados municipales del Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia o la propuesta del partido Alemán CDU de la Canciller Merkel . Titular de ABC del 26/03/214“Alemania expulsará a los inmigrantes europeos que no encuentren trabajo en seis meses”.
En la cadena de producción, el trabajador venido desde otras regiones o fronteras es el eslabón más débil de la cadena. El obrero llegado de fuera es la pieza clave en un mercado capitalista donde cada vez más los empresarios compiten unos contra otros con el fin de mantener sus ganancias o salvar los muebles de sus empresas. Es necesario cada vez más abaratar los costes de producción, entre ellos el salario. Salario que se regula en función de la oferta y demanda. Cuanta más oferta laboral y menos demanda de trabajo, el salario cotiza a la baja. A estas alturas del desarrollo de la economía capitalista a nadie se le escapa que en España los salarios han bajado por falta de demanda laboral.
Curiosamente es inversamente proporcional la relación del empeoramiento de las condiciones laborales y sociales de la población con los beneficios del gran capital español. Titular de diario EXPANSION “Las empresas del IBEX 35 rozan los 20.000 millones de euros de beneficio en 2013”.19/0372014. El mismo diario indica que es un beneficio NETO, es decir libre de impuestos o cargas fiscales. Empresas como Inditex, donde su mayor fabricación se realiza en países donde las condiciones laborales y sociales inexistentes, como Marruecos, Bangladesh, India, China . Pakistan, Sri Lanka o países europeos como Rumanía, Bulgaria, Polonia. Grupos bancarios como Caixabank, BBVA, Bankinter,..; cuyos fondos de mayor rentabilidad se dirigen al expolio de recursos naturales en países africanos o Bankia, entidad rescatada con dinero público. Empresas de alimentación como Ebro Foods, que obtiene en países como Marruecos, Egipto, India, Tailandia, su mayor beneficio. Este se encuentra en la especulación productiva de materias para alimentación como el arroz, la leche, cereales, cacao, café…. Corporaciones como Repsol, Enagas, Gas natural, Iberdrola, Red Eléctrica Corp. que opera en Chile, Ecuador, Argelia, Venezuela, Colombia extrayendo sus recursos energéticos. Poderosas constructoras como FCC, Acciona, ACS, SACYR,… parte de cuyos beneficios se encuentra en la privatización de los servicios públicos a nivel nacional e internacional.
Curioso, ¿verdad? Seguro que todos conocemos o tenemos vecinos que provienen de los mismos lugares en donde operan estas empresas que generan una bestialidad de beneficios netos, y seguro que todos hemos leídos o escuchado en prensa cuales son las condiciones de vida de estos países. Los trabajadores de estos países que llegan a España y a Caspe, no hacen otra cosa más que huir de la miseria arriesgándose a dejarse la vida en el intento, y enfrentándose a una cruda realidad de desarraigo familiar, cultural, lingüístico,… Titular del diario El PAIS “hallazgo de otros dos cadáveres eleva a 15 los muertos en la tragedia de Ceuta” 15/02/2014.
La concentración de capital en unas determinadas zonas del planeta, y el domino de unas pocas personas sobre naciones enteras, está dando lugar a que centenares de miles de seres humanos tengan que fugarse de un destino condenado a la supervivencia social. Es el gran capital el que fomenta y genera los flujos migratorios. Estos flujos migratorios siempre han estado acompañados por las leyes nada circunstanciales del mercado tanto en los países de origen como en los países receptores. Leyes que marcan el precio de los bienes, la alimentación, equipos industriales, circulación de capitales, y por su puesto legislan sobre la fuerza de trabajo. Titular del periódico digital elDiario.es “El FMI pide ahondar en la reforma laboral y bajar salarios en España” 19/06/2013.
En Caspe hay una verdadera necesidad de afrontar “un conflicto”. De seguir en esta línea, y al hilo de muchas conversaciones que se escuchan en los clásicos puntos de reunión caspolinos, pueden ser estas conversaciones de bar un verdadero caldo de cultivo para mostrar y poner en práctica ideas xenófobas ; no solo en programas electorales solo por el mero rédito electoral, sino también en lo cotidiano del día a día. Por el contrario, no abordarlo desde una perspectiva social y una defensa de clase, solo porque ello puede pasar factura electoral, convertiría a las organizaciones políticas locales y sindicatos de clase en cómplices en el auge de la xenofobia caspolina y fomentaría la fractura interna de la propia clase trabajadora. Titular Heraldo de Aragón. “ Más de 150 casos de racismo, agresiones y discriminación en Aragón en 2013” 20/03/2014.
Solo Izquierda Unidad se presentó a las elecciones caspolinas de 2007 con un programa político transparente a la hora de abordar realmente una política autentica de convivencia. En su programa electoral municipal caspolino de 2007, propuso y consiguió: la creación de una mesa de la convivencia e inmigración, (mesa que la propia concejalía de asuntos sociales se encargó de desvirtuar y cancelar), en la cual debían estar asociaciones, agentes sociales, empresarios así como partidos políticos y verdaderos representantes de las diversas culturas que entonces habitaban nuestro pueblo. Como objetivos principales, incidía en las mejoras de las condiciones laborales de los trabajadores en las empresas empleadoras, sin diferencia de autóctonos o foráneos. Evitar el empleo sumergido y por lo tanto desprovisto de una seguridad social. Realizar un verdadero control sobre las condiciones de habitabilidad de las viviendas alquiladas por los propietarios de estas, evitando la especulación en el alquiler y también las condiciones de alojamiento ofrecidas por las empresas a sus trabajadores. Velar por el verdadero cumplimiento de los derechos laborales recogidos en la Constitución española o en el Estatuto de los Trabajadores en cuanto a seguridad laboral, jornada laboral, jornadas de descanso, salario, asistencia sanitaria,.. Favorecer el desarrollo socio-cultural de la población que habita en Caspe. Titular en el portal web Idelista.com “Amazon, acusada de maltratar a trabajadores españoles en Alemania” 18/03/2013.
Ahora, en una nueva mesa de la convivencia, surgida en unas jornadas que costaron 11.000 euros al erario público, se veta la participación de los partidos políticos. Este veto es un claro error a lo que a participación ciudadana se refiere y dificulta la acción política en materia de inmigración y conciencia de clase. Por cierto mesa de convivencia, que no se sabe muy bien a qué se dedica.
Está claro, que la solución no es instalar más concertinas mortales, aumentar la altura de las vallas, perseguir a los sin papeles, cerrar nuestras fronteras o purgar a los trabajadores del sistema de salud y educación actual. Deben de ser los benéficos propios del capital los que sean obligados a revertir en las mismas zonas donde se expolia no solo los recursos naturales y energéticos sino también donde se fomenta la esclavitud laboral evitando así que las personas abandonen su lugar de origen por pura necesidad económica y social.
Los partidos de izquierda así como los sindicatos de clase en Caspe deben abordar este problema en sus programas políticos y sindicales como una cuestión de clase. No solo deben exigir que mejoren las condiciones sociales como la habitabilidad, la sanidad o los derechos laborales. Deben realizar una verdadera pedagogía argumentada entre los trabajadores y vecinos de Caspe. Señalando, al igual que en este artículo, a quién beneficia realmente la inmigración y sus flujos. Condenando las leyes de extranjería, que solo buscan diferenciar y dividir a los trabajadores. Señalar y cuestionar directamente a qué programas políticos o legislaciones son los verdaderos responsables de esta locura humana.
El eje del centro económico mundial se está desplazando. España actualmente se está quedando a la cola del nuevo reparto capitalista. Ayer y hoy son los trabajadores venidos desde otras fronteras. Mañana pueden ser los miles de jóvenes o no tan jóvenes, algunos nacidos en Caspe, que desde el 2007, al igual que en los 60 y 70, se ven obligados a salir desde su tierra en busca de oportunidades laborales. Todos conocemos o tenemos familiares que se han visto obligados a salir desde su localidad, ingeniándoselas para encontrar un trabajo fuera de nuestras fronteras. Mañana podemos ser nosotros los condenados. “Titular diario Publico “Casi 400.000 españoles emigraron en busca de trabajo desde 2008”.
Miguel Ángel Insa
Que pasen
Que pasen todos. Que salten la valla de la vergüenza, que la tumben, que la rompan en pedazos. Que vengan todos, aunque no quepamos. Que colapsen las sociedades occidentales, que cortocircuiten el sistema. Que el caos ahogue las calles, los centros comerciales, los espacios de circulación del capital. Que reine la desesperación global.
A fin de cuentas, o jugamos todos o se rompe la baraja.
¿Cuánto peor, mejor? No. Cuanto más justo, mejor. Cuanto más igualitario, mejor. Cuanto más solidario, mejor.
Ya lo sabemos. Es muy fácil ver y hablar pero más fácil es cerrar los ojos y callar. Es mucho más fácil darle la razón a los poderosos, justificar el genocidio normalizado, defender con uñas y dientes unas migajas que cualquier día desaparecerán o que nunca podremos disfrutar porque moriremos enfermos por la comida mercantilizada y el aire intoxicado, atropellados o empotrados en las carreteras del consumo salvaje, evitablemente accidentados en el trabajo.
Por qué defender nuestro precario bienestar cuando en realidad nuestras vidas valen lo mismo que las de nuestros hermanos ejecutados en las fronteras: cero.
Ni muerte en las pateras, ni europeos con ceguera.
Mariano Pujadas (miembro de La Plataforma)
Documental de 2005. La Valla de la Vergüenza. Video sobre la represión a los inmigrantes en las fronteras españolas.
