A dos horas y medias del Bajo Aragón, el San Miguel Primavera Sound Festival se ha convertido en autentica referencia mundial de la llamada música “indie” con una propuesta basada en el eclecticismo musical y la convivencia de bandas consagradas y propuestas todavía por descubrir. Esta madrugada ha terminado su última edición, celebrada como ya viene siendo habitual en el Parc del Forum de Barcelona. Desde el jueves cientos de bandas han llenado los distintos escenarios de un evento por el que este año se esperaba que pasasen más de ciento cuarenta mil personas.
Una de las novedades de esta última edición ha sido la polémica inclusión en el cartel de varias bandas de metal extremo, decisión difícil de entender si atendemos a la trayectoria del festival, habitualmente volcado en propuestas musicales de distinto perfil, pero premiada por un público variado que ha arropado masivamente a clásicos de la brutalidad musical como los británicos Napalm Death o los noruegos Mayhem. Pero, polémicas aparte, los puntos fuertes han sido figuras como Franz Ferdinand, Death Cab for Cutie, Beirut, Rufus Wainwright, Sain Etienne, Yo la tengo, M83 o Wilco. Mención aparte merece el mayor lleno registrado en la historia del festival, ocurrido el viernes por la noche durante la actuación de la mítica banda británica The Cure. Durante más de dos horas y media Robert Smith y los suyos desgranaron sus grandes clásicos para delirio de miles de incondicionales. Wilco, quienes, como ya viene siendo habitual, ofrecieron también un concierto memorable, sorprendieron a una cincuentena de fans con un mini concierto gratuito ofrecido por sorpresa en Discos Revolver, una conocida tienda barcelonesa del barrio del Raval.
El Primavera Sound se consolida año a año como una de las mejores y más variadas ofertas musicales del planeta. Y a solo dos horas y media del Bajo Aragón, oiga.
Jesús Cirac
