No me gustan los ejercicios de nostalgia. Sin embargo, hace poco hablaba con mi amigo y compañero de blog Iván sobre la extendida costumbre de mitificar y glorificar la música de los ochenta, para condenar al ostracismo la producción inmediatamente posterior. Puede que se trate de una vaga impresión general, consecuencia de nuestros propios contextos culturales y generacionales: es difícil valorar y calibrar la opinión actual acerca de periodos tan amplios de tiempo, máxime cuando se habla de algo tan subjetivo. Pero gracias a ello recordamos, a golpe de tertulia de barra de bar, aquella música que escuchábamos en nuestra adolescencia, con la que ambos crecimos y nos acercamos por primera vez al mundo. Pronto salieron a la luz bandas y movimientos musicales de aquel tiempo de transición y experimentación, marcado por los cambios socioculturales post-1989. Esta lista, por tanto, es consecuencia de aquella conversación:
Dos fueron mis grupos y discos de cabecera a principios de la década: el disco negro de Metallica, y el Nevermind de Nirvana. De ellos, dos canciones que no necesitan presentación.
Nirvana tomó el camino abierto por los Pixies para convertirse en la máxima expresión del gran movimiento musical de la década, y quizás último revival del rock como fenómeno cultural y generacional de masas: el grunge. A principios de los noventa, Seattle se convertía en un auténtico hervidero de grupos, como Alice in Chains, Soundgarden, etc… De todos ellos, mi favorito fue, y es todavía, Pearl Jam.
A pesar de que hoy tengo opiniones enfrentadas sobre ellos, todavía pienso en su aparición (junto a Offspring) como representantes de la nueva ola del punk-rock californiano con simpatía.
Tampoco hace falta decir que otro de los fenómenos musicales de los años noventa fue aquello que se etiquetó como brit-pop, que además vino acompañado por una guerra a tumba abierta entre Blur y Oasis. De Blur, he elegido “The Universal” por la inspiración del vídeo en La naranja mecánica. De Oasis, ya que hablamos de nostalgia, “Don’t Look Back in Anger”.
Smashing Pumpkins fue otra de las grandes bandas de los noventa, cabecera además de lo que se llamó como Generación X. El vídeo, basado en Viaje a la luna de Georges Méliès, no tiene desperdicio.
No sé por qué, al pensar en esta lista, pronto me vinieron al pensamiento estos dos vídeos. Weezer es hoy un grupo de referencia en la escena independiente. Blind Melon no pasará a la historia de la música, si no es por formar parte del fenómeno neo-hippie o new age de aquellos años. Pero siempre me gustó el argumento de este vídeo.
No podría cerrar la lista sin nombrar a Radiohead. Pero más allá de su prestigio, lo pongo porque me encanta el corte radical de la guitarra eléctrica de “Creep”.
Por último, y como bonus extra, una canción de rabiosa actualidad, a cargo de los siempre reivindicativos Rage Against the Machine:
Oscar Adell
