Hoy Pinchamos en homenaje a Nick Cave

 

Llevaba tiempo pensando en dedicarle un Hoy Pincha al gran Nick. Era una obviedad, era repetirme, lo sé. Pero pensaba hacerlo de todas formas y, además, me iba a quedar tan pancho después de ello.

El pasado mes de julio uno de los hijos de Nick Cave murió al caer desde lo alto de un acantilado en la ciudad de Brighton, donde la bestia australiana parecía haber encontrado, por fin, su lugar en el mundo. A Nick Cave le ha perseguido siempre un aura de malditismo y autodestrucción propiciada por sus largos años de adicción a las drogas y por lo descarnado y agresivo de gran parte de su producción musical. Él mismo se ha encargado de potenciarla con sus largos cabellos teñidos de negro, sus anillos, sus trajes a medida y esa mirada de asesino en serie que a tantos y tantos periodistas ha atemorizado en tantas ocasiones. Pero en los últimos años los demonios parecían haberse alejado definitivamente de su vida. La bestia pacificada tenía un hogar, seguía el horario de un oficinista y confesaba sentirse feliz al lado de sus gemelos adolescentes y de su hermosa mujer. Hasta su música se había contagiado de esa estabilidad emocional con la que el buen Nick nunca se atrevió a soñar.

Este es un humilde homenaje que desde El Agitador queremos rendirle a Nick Cave y también a la memoria de su hijo Arthur, muerto tristemente a la edad de quince años. Sabemos que no va a llegarle pero también sabemos que la mejor manera de manifestarle nuestro rendido e incondicional apoyo y admiración es contribuir a que sus maravillosas canciones sigan sonando. Va por ti Nick. Y también por Arthur.

De momento la estatua ecuestre en la rotonda de la plaza de la Balsa de Caspe tendrá que esperar. Pero llegará, llegará. Es solo cuestión de tiempo.

 

  • 1- BOYS NEXT DOOR. “These boots are made for walking”. Sus primeros pasos, todavía en el insti. Su primer grupo, ya con su viejo amigo Mick Harvey, futuro pilar en Birthday Party y Bad Seeds, a la guitarra. Me encanta esta versión del clásico de Nancy Sinatra, versionado cientos de veces. Entonces no necesitaba teñirse el pelo pero ya apuntaba maneras.

 

  • 2- THE BIRTHDAY PARTY. “Nick the Stripper”. Los chicos de la puerta de al lado se convirtieron en una fiesta de cumpleaños salvaje y se piraron de Australia. En Londres, en Berlin, el escuálido Nick inició su legendario viaje al fin de la noche. En este video está ya todo lo que iremos encontrando después a lo largo de su carrera. Atentos al grafiti blasfemo pintado en su pecho. Con un par.

 

  

  • 3- NICK CAVE AND THE CAVEMEN. “In the Guetto”. En 1984 la televisión pública española emitía un programa cuyos ecos, tres décadas después, siguen apabullándonos. “La Edad de Oro” se llamaba y durante un par de temporadas nos mostró lo más avanzado de la música y el arte de aquellos años fundamentales en la historia de la cultura popular. Se lo cargaron los de siempre por irreverente y gamberro y a su presentadora, Paloma Chamorro, se la tragó la tierra. Yo iba entonces al instituto y siempre que mi madre se descuidaba ponía el UHF y babeaba ante aquel despliegue. Gracias a él pude conocer a algunos de los grupos y artistas que luego serían fundamentales en mi vida y también a un muerto viviente que en su momento me pareció demasiado complicado y cuyo nombre conservé siempre en la memoria hasta convertirme, muchos años después, en uno de sus fans más

 

  

  • 4- NICK CAVE AND THE BAD SEEDS. “The Weeping Song”. The Bad Seeds es el nombre del combo que ha acompañado inseparablemente a NickCave en los últimos treinta años. Puede que él sea uno de los últimos grandes genios de la música popular pero estoy convencido de que, sin las malas semillas, no hubiera llegado tan lejos. De todos sus miembros más o menos conocidos (el laborioso Mick Harvey, el elegante Barry Adamson o el reciente, y a mi juicio perjudicial, Warren Ellis) es el demencial líder de Einstürzende Neubauten, Blixa Bargeld, el que ha aportado más carácter a la banda. La prueba es esta maravillosa canción cuya escucha aconsejo acompañar con una abundante ingesta de cualquier tipo de alcohol. No falla.

 

  

  • 5- NICK CAVE, THE BAD SEEDS AND KYLIE MINOGUE. “Where the wild roses grow”. A pesar de que Murder Ballads era casi un disco conceptual en torno al universo de los asesinos en serie significó el primer acercamiento de Nick Cave al “mainstream”. Gran parte de la culpa la tuvo este intenso dueto con la frágil Kylie Minogue. La bella y la bestia, Eros y Tanatos, Apolo y Dionisos… Kylie y Nick.

 

 

  • 6- NICK CAVE AND THE BAD SEEDS. “Stagger Lee”. Podría haber elegido cualquier otro tema de su extenso repertorio (aunque este es uno de mis favoritos) pero no podría haber elegido mejor muestra de su tremenda pitera en el escenario. A pesar del rollito que se lleva con las primeras filas del público, esta actuación pone los pelos de punta y demuestra que, como Rocío Jurado, es el más grande.

 

 

  • 7- NICK CAVE AND THE BAD SEEDS. “Fifteen feet of pure snow”. Me encanta este falso gospel y me encanta el video con su falso sentido del humor. Me encantan los retratos de los jerarcas soviéticos colgados de la pared y me encanta ver a Jarvis Cocker haciendo el payaso. Afirmaba Nick Cave en una entrevista que nunca vestía pantalones vaqueros. Aquí sí.

 

 

  • 8- NICK CAVE AND THE BAD SEEDS. “Into my arms”. Hay otra cara del gran Nick, no menos verdadera, de la que a veces nos olvidamos. Esta es una de sus más clásicas composiciones. Una canción que humedece nuestros ojillos y nos ayuda a reconciliarnos con el mundo. Pertenece a The Boatman`s call, seguramente su disco más sereno. Dicen que la interpretó al piano en el funeral de su amigo Michael Hutchence, líder de INXS.

 

  

  • 9- GRINDERMAN. “Get it on”. Con varios de sus compañeros en The Bad Seeds fundó en 2006 un grupo paralelo con el que, hasta la fecha, ha editado dos discos sucios, guarros, agresivos. Esta canción es la prueba de lo burro que Nick puede llegar a ser. Get it on!!!!

  

  • 10- NICK CAVE AND THE BAD SEEDS. “Red Right Hand”. Solo decir que, dentro de muchos muchos muchos años, esta será la canción que suene en mi funeral.

 

 

 Jesús Cirac

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