IMS: ¿Qué carajo pincha este cuate?

Las siglas IMS responden al nombre de Instituto Mexicano del Sonido y se pronuncian “i-eme-ese”, para no confundirlo con el Instituto Mexicano del Seguro Social. Detrás de este proyecto musical no hay ninguna institución, ni grupo; es solo un mejicano pequeño, feo, calvo y pasadito de kilos llamado Camilo Lara. Ya sabemos que a su físico no debe el gran éxito del que goza en su país y en  Estados Unidos, y del que gozará en Europa a no mucho tardar, y eso es un punto a su favor con una industria musical que sólo importa del otro lado del charco tías buenas que mueven las caderas y se van con futbolistas y niños guapos con cara de no haber roto un plato.

Camilo Lara era un alto directivo de la discográfica EMI que en sus ratos libres remezclaba música de todo tipo. Intentó crear su propia discográfica independiente junto a su compatriota el cineasta Carlos Cuarón. Llegaron demasiado pronto para las tendencias de Méjico y quebraron. Dos años mas tarde se corrió por el mundillo musical la voz de que este tío tan bien relacionado, hermano del director de una de las radiofórmulas más importantes de D.F., hacía cosas diferentes con su ordenador, unas cuantas bases y samplers traídos de los lugares menos frecuentados por músicos electrónicos y algunas composiciones propias. Le pidieron desde discográficas independientes, ahora sí, que les enviase material grabado por él. Envió un LP enterito y le dijeron que debía pulirlo más. Lo dejó ahí durante semanas y en un momento de ocio cambió el orden de los temas y el diseño de la portada, lo volvió a enviar y le dijeron que ok, adelante con ello.

 México Mágico se llamó su primer disco, publicado en 2006. No me voy a poner a analizar uno por uno todos sus trabajos, lo haré de forma global, porque su obra evoluciona canción a canción. Este hombre está fuera de cualquier etiqueta, no responde a ningún patrón y hace lo que le da la gana con cada una de sus canciones. Cumbia, rock, electrónica, hip hop… que más da; se pasa los géneros por el forro. Para quitármelo ya de encima diré que en 2007 publicó Piñata, en 2009,  Soy Sauce, y este mismo año Político. Entre medias, en 2010, por el bicentenario de la independencia de Méjico, un EP versionando Suave Patria.

En su primera época la base fundamental de su música era la cumbia, consiguiendo sonidos inesperados por cualquier aficionado, le iba metiendo instrumentos sueltos que tocaban amiguetes y los mezclaba de manera sorprendente. También habían composiciones propias que podían acercarse al pop-rock por intentarlas clasificar de alguna manera, pero siempre lejos de la electrónica pura, aunque sí, fundamentalmente es electrónica. Después ha ido utilizando menos la cumbia, sin abandonarla, y centrándose más en composiciones propias, sin peder la guasa, ironía y cachondeo que le caracterizan. Sigue contando con colaboraciones de amigos, y ¡qué amigos!, desde los Talking Heads hasta los Beastie Boys pasando por Babasónicos, Café Tacuba, Molotov, etc. Sus conciertos no son una mera sesión de Dj, con percusión, cuerdas y viento ha dado otro giro a lo que todos esperamos de un artista electrónico. Porque claro, cuando veo un concierto de por ejemplo los Chemical Brothers ¿a mí quien me dice que no se lo traen todo grabado de casa y ellos allí sólo hacen el paripé para sacarle la pasta a la peña? Pues bien, el puede que haga el paripé, pero al menos su banda sigue tocando y eso te da un punto de confianza en lo que estás viendo y escuchando. Debe ser algo de fobia por el artificio, pero yo me quedo más tranquilo.

Con su último disco, Político, parece que ha buscado un compromiso más directo con los problemas de su país. Habla de crimen, especulación y la base de todo ello: la corrupción. La cumbia está ya en un segundo plano y el cuerpo principal se nutre de composiciones propias que siguen sonando IMS cien por cien, y seguramente le acercarán más al gran público… aunque nunca se sabe.

Unos pocos ya lo conocerán y muchos, aunque no lo sepan, lo han escuchado. Dos canciones suyas forman parte de la banda sonora del videojuego FIFA, y otra es el tema principal de la primera temporada de la serie Californication.

 Sobre todo, es divertido y original, y si han escuchado todos los enlaces que aquí les pongo, les puede resultar algo cargante. Pero claro, ahora están en el sillón de su salón con el portátil sobre las rodillas, o frente a la pantalla de su PC. Hagan la prueba en el local de su peña o en una cena con sus amigos. Seguramente, de primeras, alguno les amenazará con tirarles por la ventana, pero luego irá ganando en aceptación… o no. Abran la mente y denle una oportunidad.

                                                       Carlos Garcés

 

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