Extraído de LaComarca.Net
Domingo, 06 de Enero de 2013 00:00 A.R./ S.B
Fomento dejará de subvencionar el trayecto ferroviario entre Caspe y Mora La Nova. El recorte desde Madrid no viene acompañado por la mejora de las comunicaciones por carretera con impulsos a la A-68 o a la N-232. Pero al Gobierno central no le ha temblado el pulso para suprimir esa línea. O al menos, así consta en el Plan de «racionalización» de los servicios de transporte de viajeros de media distancia, que afectará al 40% de las líneas regionales aragonesas. Aunque la línea Zaragoza-Mora está incluida en el listado de los trayectos a reformar, los viajes en el Bajo Martín no se van a ver modificados por el plan. Pero desde la comarca no terminan de fiarse, y no dejan de vigilar los movimientos de Fomento ante nuevos anuncios de recortes. Y aunque el plan llegue a aplicarse en un plazo de seis meses respetando al Bajo Martín, el Ministerio se ha reservado el derecho a revisar las líneas que continúen funcionando cada dos años.
Menos fortuna ha habido en el Bajo Aragón Caspe. La razón esgrimida desde el ejecutivo es la falta de rentabilidad del tramo Caspe-Mora. Esta línea sólo está ocupada en un 2,9%, con una media de 12 pasajeros al día. Cada uno de ellos paga 6,75 euros por su billete. Pero el coste de que el tren una las dos localidades es de 256.000 euros al año. La ocupación desciende a los 4 ó 5 viajeros diarios en los meses de invierno, según los datos de la propia estación de Caspe. Estas cifras quedan lejos del mínimo de un 15% de ocupación requerido por Fomento para mantener las subvenciones. No obstante, el Ministerio ha dejado claro que las líneas afectadas por los recortes podrán seguir funcionando si la comunidad autónoma en cuestión decide asumir los costes de mantenimiento. Pero el consejero de Transportes, Rafael Fernández de Alarcón, ya ha indicado que sólo se plantearán sufragar las líneas Zaragoza-Teruel y Teruel-Valencia. Entre las dos suman un coste de 3 millones de euros. Desde el territorio reclaman que se mantenga la línea, puesto que según entienden, la rentabilidad debe dejar paso a la vertebración territorial y a la labor social. A esa petición se suman las secciones ferroviarias de UGT y CC OO. Debido a que la de Caspe es la estación ferroviaria más cercana para buena parte de los municipios bajoaragoneses, desde la plataforma Teruel Existe no han tardado en criticar la decisión. Miguel Ángel Fortea señaló que: «para empezar, no invierte en la mejora de las líneas, no se fomenta su uso; y después se dice que no es rentable y se cierra». Además, reclamó un estudio serio del uso del ferrocarril y una mejor organización de horarios y viajes para conseguir que los usuarios opten por el tren frente al transporte por carretera, sector al que acusa de presionar al Gobierno para cerrar líneas ferroviarias en el medio rural.
Lamentos en el Bajo Aragón Caspe
En principio, y a falta de que el plan se concrete y comience a aplicarse, los trayectos entre Zaragoza-Caspe-Barcelona están asegurados. Pero la supresión del tramo Caspe-Mora perjudica seriamente a los municipios de Nonaspe, Fabara y Fayón. Ese tren sale de la capital caspolina a las 22.27 procedente de Zaragoza para llegar a Mora a las 23.37. El trayecto contrario se realiza todos los días: sale de Mora a las 5.39 y llega a Caspe a las 7.15 de la mañana. Al eliminarse el trayecto hasta Mora, esos municipios pierden su enlace matutino y vespertino con Zaragoza para realizar gestiones. José Arbonés, alcalde de Fayón, espera la confirmación definitiva de la medida. «No hay autobuses a esas horas, por lo que crearían un problema importante a la gente que necesita ir y venir a Zaragoza». Por su parte, Joaquín Llop, alcal de Nonaspe, solicitará mantener todas las líneas. «Es un servicio que nos viene muy bien». Desde Alcañiz, la Junta Local de Ferrocarriles y Carreteras también lamenta la inclusión de la línea caspolina en la lista negra de Fomento. Especialmente porque entienden que cuando Fomento recorta líneas, no piensa en abrir otras nuevas. El presidente, Juan Carlos Bosque, se refirió a la conexión mediante ferrocarril entre Alcañiz y Zaragoza a través de Samper de Calanda. Hace tres años el asunto tomó mucha fuerza, y de hecho fue llevado a la Bilateral Aragón-Estado. Pero la crisis económica y el frenazo a las inversiones hicieron que el proyecto quedara guardado en un cajón hasta que lleguen tiempos mejores y una inyección económica de 27 millones para ejecutar el proyecto.
«Los servicios entre Caspe y Zaragoza se van a mantener»
El consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes de la DGA, Rafael Fernández de Alarcón, analizó en Radio Caspe cadena SER cómo afectará la clausura de líneas ferroviarias al territorio:
¿Cuál es la postura de la DGA?
Hay que luchar porque Aragón mantenga sus servicios ferroviarios fundamentales, dentro del marco de equilibrio presupuestario. Hemos trabajado con el Ministerio para reducir al mínimo los efectos negativos de esta directiva internacional. Por eso, se mantendrán los servicios entre Zaragoza y Caspe; ese es el esfuerzo principal al que hemos podido llegar. Según los datos metodológicos del Ministerio, la línea Zaragoza-Caspe estaba incluida entre las que había que suprimir, y al final la hemos podido salvar. Sin embargo, la de Caspe a Mora tiene una ocupación del 2,9%, y costaba al año 256.000 euros, con una cobertura del 6,2% del trayecto. Ese servicio se mantendrá con los viajes desde Barcelona a Caspe. Pero impulsaremos una línea de autobuses para sufragar ese servicio. El pretexto es el balance económico. El servicio público ferroviario no debe resolverse según el balance económico. El coste es importante, pero este tren presta un servicio social y tiene carácter estructurante. Hemos estado discutiendo durante dos meses con el Ministerio, y en último caso, cuando las medidas definitivas se concreten, trabajaremos por implantar unos servicios ferroviarios de interés para Aragón. De hecho, estamos trabajando en un plan ferroviario propio para que estas infraestructuras se mantengan vivas y útiles.
¿Qué pasará a partir de ahora?
De momento no hay modificaciones inmediatas. Solo se ha decidido que esta línea no entre en las obligaciones de servicio publico del estado. Se decidió y nosotros trabajamos para que no fuera así. A partir de ese momento habrá reformas de horarios y servicios que aún no conocemos. Pero los servicios entre Zaragoza y Caspe se van a mantener. Aún no conocemos el documento oficial, y desconocemos las fechas, aunque se barajan seis meses para implantar el plan.
¿Cuál es la alternativa para suplir los servicios suprimidos?
Si algún municipio se quedara sin servicio ferroviario es la obligación de la administración central poner autobuses para sustituir ese ferrocarril. Espero trabajar conjuntamente con el Gobierno central para suplir las carencias que se puedan producir. Ha sido un anuncio muy desagradable para el fin de año, pero los caspolinos deben saber que el gobierno de Aragón sustituirá esos servicios dentro de nuestras posibilidades para ir al médico. Y lo mismo desde Nonaspe o Fayón.
