Los noventa comenzaron con una explosión musical que difícilmente se podrá volver a experimentar. Fueron los años en los que emergió el grunge, en los que el rock maduró lo suficiente como para dar buenos frutos pero, también fueron años en los que la industria musical comenzó a cavar su propia tumba.
Todos recordarán ese inicio de década por la película “Terminator 2”. El año 1992 fue el verano de la expo de Sevilla, de Curro y del “You Could Be Mine”, ese tema de los Guns and Roses que acabó conquistando cada pub que se preciara de poner buena música. Y la gente la cantaba con rabia y pasión después de tomarse unas cuantas Ambar. Ese mismo año golpeaba con fuerza el nuevo disco de Metallica, el grandioso “Black Album”, como se conoce ahora, ya que en origen no tenía ni nombre, o al menos en la cassette que yo tenía no venía. En la portada apenas se podía leer el nombre del grupo y sólo si la girabas un poco, podías ver una pequeña serpiente. Y, en el mundo del heavy metal, Iron Maiden seguían alimentando su fama con un fantástico disco, “Fear of the dark”. Recuerdo, que por aquél entonces un amigo me dijo que el el heavy y el rock and roll estaban muertos, que el “bakalao” era el futuro y que las viejas glorias del rock no tardarían en desaparecer. Por suerte, erró en su profecía.
Esos meses del verano del 92 también se caracterizaron por la llegada del grunge a España. De repente, todos queríamos tener una de esas camisas de leñador que gracias a los videoclips de Pearl Jam, y otros grupos similares, causaban sensación. En aquel verano aparecieron muchos “leñadores” en los pueblos y ciudades. Todo giraba en torno a llevar el pelo largo, poco o mucho, a hacerse con una camisa de “leñador” y asistir a todos los conciertos posibles para tirarse desde el escenario para caer sobre una masa que te sostendría en el aire mientras tu grupo favorito tocaba unos acordes. ¿Qué más se podía pedir? Quién no llevase ese atuendo, estaba fuera de la nueva moda. Si años atrás se había puesto de moda llevar los pantalones rotos, como los Europe, Poison y demás grupos glam, ahora todo giraba en torno a una camisa a cuadros. Ésta definía tu estilo, informaba al resto sobre tus gustos musicales y te hacía cada vez menos interesante.
El furor del grunge se fue apaciguando con los años y aquel estilo musical que se vino a denominar “sucio” fue muriéndose lentamente. Kurt Kobain, uno de los baluartes del movimiento, murió. Poco después Pearl Jam publicó uno de sus grandes discos, Vitalogy, que viene a ser un homenaje a la figura del líder de Nirvana (recordemos que los miembros de Nirvana, Pearl Jam o Alice In Chains, tenían una gran relación de amistad entre ellos). Después de ese disco, Pearl Jam fue virando hacia un rock menos “sucio”, si bien la esencia y el compromiso del grupo se ha mantenido intacta en todos estos años. Alice In Chains perdió a su vocalista, Layne Staley, en el año 2000, dejando una producción para muchos poco conocida pero muy interesante, donde los temas como la muerte, las drogas o la desesperación fluyen en atmósferas densas intencionadamente compuestas para ofrecer esa sensación de oscuridad y de desolación que ofrecen las letras. Pero antes de ese triste “final” del grunge, se produjo uno de esos fenómenos que a veces se dan en la música, la unión de dos bandas para hacer un disco.
De todos los discos de la época grunge, quizá uno de los menos conocidos fue el Lp que realizaron varios miembros de la banda de Pearl Jam y Alice In Chains. Para hacer el disco formaron una nueva banda que recibió el nombre de Mad Season. Puede que ese nombre no le suene a mucha gente, como tampoco le sonará mucho el título del único disco que publicaron “Above”. Creo que este disco no se comercializa en España y hoy en día es difícil conseguirlo, a no ser que se adquiera en un portal especializado o en el extranjero. En mi caso, una buena amiga tuvo la amabilidad de adquirirlo en Estados Unidos y traérmelo. Sea como fuere, el éxito de esta rareza musical fue contundente, llegando a obtener el disco de oro en Norteamérica a las pocas semanas de aparecer. Sin embargo, ese éxito no se reprodujo en otros países, siendo este grupo un gran desconocido en nuestro país.
El disco “Above” se compone de 10 canciones que mezclan los estilos de las bandas Pearl Jam y Alice In Chains. Las letras fueron compuestas por Layne Staley, mientras que la música fue compuesta por todos los miembros del grupo. En los versos, Staley da buena muestra de la fuerza de su lírica y de su buen hacer componiendo, mientras que en lo músical, los componentes dan un paso de gigante. El producto resultante, un álbum muy íntimo, apasionado, con poderosas melodías y que invito a oír con una mente muy abierta. Desde “Wake up”, pasando por “River of deceit”, “Long gone day” o la última, pero no por ello menos importante, “All Alone” se respira un ambiente especial que solo podían crear dos grandes bandas de rock.
http://www.youtube.com/watch?v=mo2hap15J1I&feature=related
Iván Heredia
