Simpatía por los Lendakaris: “Crucificados por el antisistema”

En estos tiempos inciertos que nos están tocando vivir a un servidor sólo se le puede arrancar unas risas, frente a la pequeña pantalla, con programas como “Vaya Semanita”, en la ETB. Estos chicarrones del norte llevan muchos años demostrando que se puede hacer afilada crítica de la actualidad alejándose de la pedantería, la solemne bobez y los maniqueísmos tendenciosos hacia una u otra ideología política. Parece ser que actualmente no hay nada más políticamente incorrecto que reírse hasta de la madre que parió a uno, pasando por la crisis, las drogas, el terrorismo y el problema vasco (aquí, aquí, aquí no hay quien folle, aquí no…).

Pues bien, imaginad que se pusieran de acuerdo el Jonan, la Cuadrilla y Los Batasunnis en soportar pogos y escupitajos y formar una banda punk. El resultado sería “Lendakaris Muertos”. Estos navarricos, con cuyo nombre homenajean a los legendarios “Dead Kennedys” nos ofrecieron este mes de febrero su quinto trabajo de estudio: “Crucificados por el antisistema”, donde también se acuerdan de los hardcoretas brasileiros Ratos de Porao y su “Crucificados pelo sistema”. Manía esta de adaptar títulos de discos y canciones de otras bandas de la que hablaremos más adelante.

Musicalmente hablando, ¿qué habría que analizar?: distorsión a tope, 3 ó 4 acordes, coros contundentes y duración de temas, como mucho, mucho, de 2 minutos y medio. En la publicidad promocional anuncian ”Incluye un punteo”…tiembla Pink Floyd! Todavía lo estoy buscando. Y ya está todo dicho. Bien que es mi primera crítica musical, pero reconozco que me podría haber puesto el listón algo más alto. Es lo que tienen los primeros calores, se está más a gusto en la calle de cañas.

Lo que realmente llama la atención son los títulos de los temas. Si les has echado un vistazo y no te importa embarcarte en media hora de guitarrazos espitosos, querrás saber que hay detrás de ellos. Hemos hablado de las adaptaciones de nombres de otros grupos, álbumes o canciones. En “Vine, vi y me vendí” parodiaban a Bowie y, de paso a nuestra clase sindical, con “Héroes de la clase obrera”. Aquí, aparte del guiño a Sabina en “Una de rumanos” (todos los días / en el telediario / siempre nos daban / una de rumanos), también rinden tributo a sus satánicas majestades en “Simpatía por el de Bildu”, la supuesta visión “en Full HB” sobre la vida y la política de un alcalde de dicha formación. No se puede achacar a la letra insulto ni falta al respeto alguna, pero es de suponer que a algún potencial fan de la banda con poco sentido del humor se le atragante. Esto es Lendakaris: ironía, cachondeo y el que se pica ajos come. Juzguen ustedes mismos.

 

Tampoco se pueden pasar de largo títulos como “Punk de molde”, en el que le hacen la pedorreta al dogma punk pureta de toda la vida y siguen haciendo amigos entre más posibles seguidores.  En “Estamos en esto por las drogas” se meten de lleno en el papel de Rock Star y parece ser que lo gozan, para disgusto de algún melenudo que a estas alturas aun no sabe de qué va el chiste. “Cómeme la franja de Gaza”, como su nombre indica, se podría decir que es una delicada y utópica composición sobre la potencial capacidad de la mujer palestina para resolver el conflicto de Oriente Medio:

 

Y podríamos seguir con “Ni sí, ni no, ni todo lo contrario”, consigna tomada ante el hartazgo que supone el que decir “si” sea contrarrevolucionario y llevar careto de amargao todo el día. A estas alturas uno puede entender por qué este último trabajo ha sido duramente criticado por foros y paginas especializadas. Muchos les han reído las gracias cuando tenían en el punto de mira objetivos más, digamos burgueses (que también los hay, en “A la calle”). Sin embargo, cuando les han tocado la ideología, el dogma o el chiringuito de vender camisetas del Che, han desenterrado el hacha de guerra. Qué puedo decirles a los ofendidos, para mí el punk es libertad de pensamiento y rechazo a los corsés, independientemente de que hayan sido adquiridos en Zara o en el gaztetxe antes del concierto. Y a los que lo que les ofenda sea la música en sí, no les puedo recomendar que la escuchen, pero sí que lean sus letras. Muchos encontrarán mas realidad y sentido común de lo que esperan/desearían. Eso sí, sin muchas sutilezas. De mí seguro que también se habrán reído en alguna canción o en algún disco. Igual en éste sin ir más lejos (la paja en el ojo ajeno, ya se sabe…). Yo me reiré con ellos e intentaré soltarles algún mordajo cuando se me pongan a tiro cerca de casa. Y seguro habrá cerca de mí algún punk de molde-gafapasta-sindicalista-burgués-rockero-cool-indignado coreando este himno. Y me alegraré, porque se empieza a ir bien en la vida empezando por reírse de uno mismo.

 

Ivan-Damme

Nota: Acabo de encontrar el punteo. Está en “Síndrome de Download”. De todos modos, fíjense mejor en la letra. Gozad, malditos!!!

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Si te han gustado los Lendakaris, no puedes perderte la entrevista que El Agitador publicará este próximo viernes.

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