Vídeos y más sobre la conmemoración del 80º aniversario de la Batalla de Caspe

Para todos aquellos que no pudisteis asistir a las jornadas sobre el 80 aniversario de la Batalla de Caspe, o queréis recordar los actos que se celebraron durante esos días, os dejamos esta recopilación de vídeos y podcast, con las mejores imágenes de los actos:

En este primer vídeo, los informativos de Aragón TV se hicieron eco de la intensa jornada del sábado, con la recepción oficial en el Ayuntamiento de Caspe y la inauguración del monumento, con la presencia de Javier Lambán, Presidente del Gobierno de Aragón.

El siguiente vídeo recoge la historia de los brigadistas escoceses que combatieron en el Frente de Aragón y su testimonio a través de dos de sus familiares que asistieron a las jornadas:

El siguiente vídeo ofrece la historia de Virgilio Fernandez, brigadista que estuvo presente en la Batalla de Caspe y que nos acompañó, con sus casi 100 años, visiblemente emocionado.

El periódico La Comarca también se hizo eco de las Jornadas en el siguiente artículo: La Comarca.

También lo hizo el programa La Cadiera, de Aragón Radio:

Otro de los momentos más conmovedores de las Jornadas fue la ceremonia fúnebre del brigadista George Sossenko. Su esposa, Bernice, llevó a cabo su última voluntad, la de descansar en nuestras tierras. En una ceremonia que se reproduce en el siguiente vídeo, las cenizas de Sossenko fueron esparcidas en el río Guadalope.

Por último, reproducimos el discurso que nuestro compañero Jesús leyó como representante de Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda en el acto de inauguración del monumento a las Brigadas Internacionales:

Discurso en castellano:

Hace apenas dos años, en una soleada tarde primaveral, muchos de los aquí presentes nos encontrábamos en el Cementerio de Caspe enterrando con todos los honores los restos de tres brigadistas en una parcela gentilmente cedida por el Ayuntamiento para la ocasión. Fue Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda, la asociación en cuyo nombre os hablo, la que se encargó de los trabajos de exhumación y la que tomó la iniciativa a la hora de buscar un lugar adecuado en el que, casi ochenta años después de haber encontrado la muerte, aquellos hombres desconocidos pudieran por fin encontrar el descanso.

Aquella tarde, repito, soleada, primaveral, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, invitado al acto, tomó también la palabra. En un momento de su alocución muchos de nosotros cruzamos miradas de estupefacción. Sí, lo habíamos oído todos. Se había expresado con desvergonzada claridad. No había lugar a dudas. Se iba a levantar en Caspe un memorial dedicado a los Brigadistas Internacionales caídos entre estos montes en marzo de 1938.

Mentiría si dijera que en aquel momento llegué a creer una sola de sus palabras. Casi todos pensamos que, sencillamente, se había venido arriba y que, llevado de la emoción, había prometido algo de lo que, con el paso de los días, iba a olvidarse.

Sobra decir que estábamos equivocados. Vuestra presencia aquí hoy es la mejor y más clara prueba de nuestro error. Estoy obligado, pues, a disculparme por mi incredulidad y también a darle las gracias por cumplir y por estar hoy aquí disfrutando de ello con todos nosotros. Hago extensible el agradecimiento al personal del Gobierno de Aragón, especialmente a Victor Lucea, y, por supuesto, al Ayuntamiento de Caspe por su colaboración y también a la Diputación Provincial de Zaragoza y a la Comarca del Bajo Aragón Caspe/Baix Aragó Casp por la ayuda prestada para esta y para otras iniciativas dirigidas a la construcción de una verdadera memoria democrática en estas tierras tan tristemente olvidadizas. No, amigos, ni en este ni en otros muchos temas, todos los gobiernos son iguales.

No sé si sois conscientes de ello pero nos encontramos en un lugar tocado por la gracia de los dioses antiguos, ante un altar elevado a la memoria de los héroes muertos en la batalla de Caspe de marzo de 1938. Héroes entendidos a la manera clásica. ¿Qué fueron sino héroes? ¿Acaso no es un héroe quien entrega su vida por un ideal, quien se enfrenta al Minotauro o al cíclope fascista sin importarle las consecuencias, quien lo apuesta todo a una carta sencillamente porque esa es su obligación? ¿No es acaso un héroe quien deja atrás su hogar y su familia para morir en un país extranjero por la causa de la libertad? Claro que fueron héroes. Venidos de mil países distintos. Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Rusia, Suecia, Reino Unido, Polonia, Italia, Argelia, Israel… Perseguidos al volver a sus países de origen. Condenados a ser eternamente sospechosos de algo. Toda su vida fueron héroes. No importa si hemos olvidado sus nombres o si sus restos yacen todavía esparcidos entre la tierra baldía. Fueron héroes y, en nuestros corazones, lo seguirán siendo siempre.

La Asociación en cuyo nombre os hablo sigue empeñada en continuar la tarea iniciada hace años con la primera de las exhumaciones y en dignificar la memoria de todos los que dieron la vida en estas tierras tan duras e ingratas por esa otra España con la que tantas y tantos aun soñamos.

Que este monumento sirva para recordarles eternamente y para gritar a los cuatro vientos nuestra eterna gratitud por lo que hicieron y por lo que perdieron. Que nuestras voces asciendan hasta esos cielos verdaderos en los que, sin duda, descansan. Larga vida a los brigadistas internacionales. Larga vida a los héroes.

 

Speech in English:

Barely two years ago, on a sunny spring afternoon, many of us were to be found in the Caspe cemetery, burying, with full honours, the remains of three brigadists in a plot of land given generously by the council for the occasion. It was Bajoaragonesa de Agitacion y Propaganda, the association on whose behalf I am speaking, that took charge of the exhumation, and took the initiative when the time came to find a suitable place where, almost eighty years after their deaths, those unknown men could at last rest in peace.
That sunny spring afternoon the president of the Aragonese government, Javier Lambán, who had been invited to the event, made a speech. At one point in his speech, many of us exchanged astonished glances. Yes, we had all heard it. It had been expressed with disarming clarity. There was no room for doubt. A memorial was going to be erected in Caspe in memory of International Brigadists who were killed in these mountains in March, 1938.

It seemed incredible to me at the time. Almost all of us thought that he had simply come along, and, carried away, had promised something which, after a while, would be forgotten.

Suffice it to say that we were wrong. Your presence today is the clearest and best proof of our mistake. I must, therefore, apologise for my earlier scepticism and also thank him for keeping his promise and for being here with us today. I extend our gratitude to the Aragonese government, especially to Victor Lucea, and, of course, to the Caspe council for its collaboration and also to the Diputacion Provincial of Zaragoza and the Comarca of Bajo Aragon Caspe/Baix Arago Casp for the help given for this and other intiatives aimed at the creation of a genuine democratic memory in these sadly forgatable lands. No, my friends, neither in this question nor in many others, are all governments equal.

I don’t know if you are aware of it, but we are now in a place touched by the grace of the ancient gods, before an alter raised to the memory of the heroes who perished at the battle of Caspe in March 1938. Heroes in the classical sense. What were they if not heroes? Is he not a hero who lays down his life for an ideal, who confronts the Minotaur or the Fascist cyclops without regard for the consequences, who risks all on a single throw of the dice simply becase it is his duty? And is he not a hero who leaves home and family behind to die in a foreign land in the cause of freedom? Of course they were heroes. They came from a thousand different countries, the United States, Canada, France, Germany, Russia, Sweden, the United Kingodm, Poland, Italy, Algeria, Israel… They were persecuted on their return home, condemned to eternal suspicion. They were heroes all their lives. It does not matter if we have forgotten their names, if their remains still lie scattered over the barren land. They were heroes, and in our hearts they always will be.

The Association in whose name I am speaking to you is still determined to persevere in the task begun years ago with the first of the exhumations and to honour the memory of all those who gave their lives in this hard and ungrateful land for that other Spain of which so many of us still dream.

Let this monument preserve their memory forever and shout to the winds our undying gratitude for what they did and what they lost. May our voices reach up to the true heavens, where they are certainly resting. Long live the International Brigadists. Long live the heroes.

 

Discours en français:

Deux ans à peine se sont écoulés, depuis cet après-midi ensoleillé de printemps, où nombreux parmi ceux qui sont ici présents, nous accompagnions au Cimetière de Caspe l’enterrement avec tous les honneurs, les restes de trois Brigadistes dans une parcelle aimablement cédée à cette occasion par la Conseil Municipal.
Ce fut Bajoaragonesa de Agitacion y Propaganda, cette association au nom de laquelle je m’adresse à vous, qui s’est chargée des travaux d’exhumation et qui a pris l’initiative dés qu’il a fallu trouver un lieu adéquat, dans lequel, pouvaient enfin reposer ces hommes inconnus presque quatre vingt ans après avoir trouvé la mort.
Cet après-midi là, ensoleillé et printanier, je le répète, le Président du Gouvernement d’Aragon, Javier Lamban, invité à l’acte, a pris également la parole. À un certain moment de son allocution nous étions nombreux à échanger des regards de stupéfaction. Oui, nous l’avions tous entendu. Il s’était exprimé avec une audacieuse clarté. Il n’y avait aucun doute. À Caspe serait érigé un mémorial dédié aux Brigadistes Internationaux tombés dans ces monts en mars 1938.

Je mentirais si je disais qu’à ce moment là je pouvais croire à une seule de ses paroles. Nous pensions presque tous, simplement, qu’il s’était enthousiasmé et galvanisé par l’émotion il avait promis quelque chose qui avec le temps, allait s’estomper.

Il va sans dire que nous étions dans l’erreur. Votre présence ici aujourd’hui est la meilleure preuve de notre erreur. Je suis obligé, donc, de présenter mes excuses pour mon incrédulité, et le remercier également pour avoir respecté ses déclarations et être aujourd’hui ici se réjouissant de tout cela avec nous tous. Ma gratitude va également au personnel du Gouvernement d’Aragon, en particulier à Victor Lucea et évidemment à la Municipalité de Caspe pour sa collaboration, ainsi qu’au Conseil Général de Zaragoza et à la Comarca (district) del Bajo Aragon Caspe/Baix Arago Casp pour l’aide apportée à celle-ci comme à d’autres initiatives dirigées vers la construction d’une véritable mémoire démocratique dans ces terres si tristement oublieuses. Non, amis, tous les gouvernements ne sont pas égaux, ni dans ce thème ni dans beaucoup d’autres.

J’ignore si vous êtes conscients de ceci, mais nous nous trouvons dans un lieu touché par la grâce des dieux classiques devant un autel élevé à la mémoire des héros morts à la bataille de Caspe en mars 1938. Héros compris sous forme antique. Qui étaient-ils sinon des héros? N’est-il pas héros celui qui donne sa vie pour un idéal, celui qui se confronte au Minotaure ou au cyclope fasciste sans se soucier des conséquences, qui va tout miser sur une carte simplement parce que c’est son obligation? N’est-il pas héros celui qui laisse derrière lui son foyer et sa famille pour mourir dans un pays étranger pour la cause de la liberté? Il est certain que c’était des héros. Venus de mille pays différents, États Unis, Canada, France; Allemagne, Union Soviétique, Suède, Royaume Unis, Pologne, Italie, Algérie, Israël,.. Persécutés au retour dans leur pays d’origine. Condamnés à être éternellement suspects de quelque chose. Ils ont été des héros toute leur vie. Peu importe que nous ayons oublié leur noms ou si leur dépouille gisent encore éparpillés dans ces terres en friches. C’était des héros et, dans nos cœurs ils le seront toujours.

L’association au nom de laquelle je vous parle demeure déterminée à poursuivre la tâche commencée il y a quelques années avec la première des exhumations et honorer la mémoire de tous ceux qui ont donné leur vie sur ces terres si dures et ingrates pour cette autre Espagne avec laquelle nous sommes si nombreuses et nombreux à rêver.

Que ce monument permette de les remémorer éternellement et pour crier de toutes nos forces notre reconnaissance infinie pour ce qu’ils ont fait et ce qu’ils ont perdu. Que nos voix s’élèvent jusqu’aux véritables cieux où sans doutes ils reposent. longue vie aux Brigadistes Internationaux. Longue vie aux Héros.

 

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