Hace un tiempo, en el trabajo, escuché un término, que me resultó curioso y a la vez me resultaba familiar, no era la primera vez que lo había escuchado. Un compañero me decía refiriéndose a otros compañeros como «esos son de la vieja guardia». Yo interpretaba que eran compañeros, con más antigüedad, que estaban desde los inicios.
Tiempo más tarde, por casualidad, como en otras muchas ocasiones últimamente, encontré unos documentos que iban a dar con el verdadero significado de la expresión » la vieja guardia».
Contaré a través de los documentos de un bajoaragonés, de un alcañizano, los momentos históricos en los que él participó, como fueron el mitin de José Antonio Primo de Rivera en el teatro de Alcañiz, la liberación de los falangistas detenidos en la cárcel de Alcañiz el 20 de julio de 1.936, que llevaban encarcelados desde el 5 de julio al descubrirles unos papeles que anunciaban el inminente alzamiento militar y que este descubrimiento hizo cambiar la consigna que iniciaba el alzamiento y posiblemente aceleró el inicio de éste. Su Hoja de Servicios nos dibujará su trayectoria militar durante la guerra civil, y cómo finalmente solicita la distinción de la Vieja Guardia por sus méritos obtenidos antes y durante la guerra civil.
Francisco, nacía en Alcañiz en 1.918.
Con quince años, el 1 de enero de 1.934, ingresa en la organización Falange Española Tradicionalista de Alcañiz. Durante el año 1.934, organiza con otros camaradas el S.E.U. (Sindicato Español Universitario) en Alcañiz. Colabora vendiendo ejemplares del periódico de la organización.
El domingo 5 de enero de 1.936, se organiza un mitin de Falange Española, en el teatro de Alcañiz. En este mitin participan José Antonio Primo de Rivera y Ruíz de Alda.
José Antonio Primo de Rivera se aloja en Alcañiz, en la casa de Miguel Merino(1). Francisco, se ocupa de la custodia de la casa.
Según crónica del ABC del 7 de enero de 1936: “Asistió numerosísimo público. Los oradores atacaron duramente a los gobiernos que llamaron segundo bienio, y aseguraron el triunfo en las próximas elecciones de los candidatos fascistas.”
El resumen del discurso se publicó en el periódico Arriba, núm. 27, el 9 de enero de 1936:
“El jefe nacional pronunció una breve y enérgica arenga dirigida –afirmó– a los militantes y a los que tienen el alma preparada para serio, ya que para los demás hablamos un idioma extraño. Nosotros andamos recorriendo España en busca de ese fondo permanente, entrañable, defraudado por las izquierdas, capaces de avenirse a la desmembración de España, y por las derechas, insensibles al hambre del pueblo.
Reiteró las afirmaciones conocidas de la Falange en orden a la reforma agraria, y terminó afirmando que nuestro Movimiento consideraba inseparables las tres cosas que hay que devolver al pueblo español: la Patria, el pan y la justicia.”
Al finalizar el mitin, José Antonio con varios falangistas se dirigen al bar del centro republicano, hoy Cafetería Guadalope en la actual plaza de España. Allí se sientan alrededor de una mesa y piden que les sirvan. El camarero les invita a que se vayan. Ante su negativa, el dueño del bar, interviene invitándoles de nuevo a que abandonen el local. Nuevamente los falangistas se niegan y a continuación se produce un altercado en el que José Antonio recibe un puñetazo en la cara. Los falangistas se dirigen a sus coches que estaban aparcados en la subida del teatro a buscar sus pistolas. El guardia de los coches se los impide. Intervino la guardia civil y fueron detenidos varios falangistas. José Antonio amenazó con no irse hasta que salieran en libertad los falangistas detenidos, parece ser que la amenaza causó efecto pues fueron puestos en libertad (memoria oral local).
INICIO DEL ALZAMIENTO TRAS LA CONSIGNA “COVADONGA”
El 7 de julio de 1936, el Periódico La Vanguardia, recoge la siguiente noticia:
“En Alcañiz, el 5 de julio de 1.936, en un local particular, la policía sorprendió una reunión de falangistas que tramaban un complot. Entre los detenidos figura don Jesús Muro Sevilla, jefe regional de Aragón y miembro del Consejo Nacional de Falange, y también José Sainz, miembro del Consejo Nacional, elegido por la JONS.
Les fueron ocupados documentos en los cuales se habla de un simulacro que debía verificarse por los falangistas uniformados tan pronto como se recibiera cierta consigna. En los centros oficiales se guarda gran reserva.”
El descubrimiento de estos documentos tuvo trascendencia nacional, pues obligó a cambiar la palabra de la consigna, de COVADONGA a CORDOBA, y posiblemente determinó la fecha del alzamiento.
Eduardo González Calleja, en su artículo “Los pistoleros azules. Milicias fascistas y violencia política en la Segunda República española”, nos relata el contenido de los documentos intervenidos:
“El 29 de junio, José Antonio envía una circular a las jefaturas territoriales y provinciales. Reservadísimo, sobre las condiciones para participar en el levantamiento. En síntesis, se trata de lo siguiente:
1. Cada jefe territorial o provincial se entenderá exclusivamente con el jefe superior del movimiento militar en el territorio o provincia. La contraseña será Covadonga (cambiada por Granada al ser interceptado este mensaje).
2. FE intervendrá con sus unidades propias, mandos naturales y distintivos.
3. Si el jefe de FE y el militar del territorio se ponen de acuerdo, parte de la fuerza de Falange, que nunca excederá de un tercio, podrá ponerse a disposición de los jefes militares para engrosar sus unidades.
4. El jefe territorial concertará con el militar todo lo relativo al armamento largo de las fuerzas de FE. Basta con señalar el lugar donde en un momento dado se puede dirigir cada centuria, falange o escuadra para recibir armas.
5. El jefe militar deberá prometer que el mando de la provincia o territorio no será entregado a persona civil alguna hasta tres días después de triunfar el movimiento y durante ese plazo lo ejercerán militares.
6. Desde el instante de recibir estas instrucciones, cada jefe territorial o provincial mantendrá enlace constante con las jefaturas locales, para movilizaren el plazo de cuatro horas a todas las fuerzas de primera línea, y agrupar a las fuerzas en sitios determinados, en agrupaciones de una falange por lo menos (tres escuadras).
7. De no ser renovadas, estas órdenes se anularán el 10 de julio a mediodía (posteriormente se prorrogan hasta el día 20).”
HISTORIAL DE LA HOJA DE SERVICIOS DE FRANCISCO
Año 1.936
El 19 de julio, en Zaragoza, Francisco, se incorpora voluntario en la Milicia de la F.E.T y de las JONS, 1ª Bandera de Aragón.
El lunes 20 de julio, se dirige junto a una patrulla de falangistas y guardias civiles hacia Alcañiz, donde liberaron a unos falangistas encarcelados desde el 5 de julio. Entre los liberados estaban Jesús Muro y José Sainz.
Cuando las columnas catalanas llegan a Alcañiz, se retira a Zaragoza, desde donde intervendrá en la reducción de los elementos rojos de Zaragoza y saliendo diariamente al encuentro de las columnas rojas catalanas que iban a la conquista de Caspe, Alcubierre, Lanaja, Leciñena, Perdiguera, Azaila, Almudevar y Huesca.
El 14 de agosto interviene en la toma de Almudevar, Cantera de Huesca y Alerre, quedando guarneciendo esta posición.
El 18 de septiembre, toma parte en rechazar los ataques enemigos al pueblo de Huerrios.
En el mes de octubre, toma parte en la ocupación de la ermita de Santa Quiteria (Huesca), quedando prestando los servicios de campaña en la citada posición.
Los días 18, 19 y 20 de noviembre toma parte en rechazar los ataques enemigos a la citada posición a los que se les infringió un duro castigo. Permanece en esta posición hasta final de año.
Año 1.937
Durante el inicio del año 1937 continúa en la ermita de Santa Quiteria y a partir del 11 de abril vuelve a ser atacada durante varios días la posición, logrando el enemigo poner pie en todas las posiciones de la misma, excepto en una que defiende con unos veinte falangistas más otras escasas fuerzas de Infantería y Requetés, facilitando en gran parte la reconquista de esta posición por las fuerzas que operaban desde Zuera (Zaragoza).
El 25 de agosto de 1937, y con motivo de los ataques enemigos a Belchite y Zuera, interviene en la reconquista de Zuera, estando guarneciendo estas líneas del frente de Aragón hasta el día 24 de noviembre que en dicho día marcha a la academia de Avila al objeto de tomar parte de los cursos de Alférez Provisional.
Por orden de 22 de enero de 1938 (B.O. Nº 460) es promovido al empleo de Alferez Provisional de Infantería y por dicha orden destinado a disposición del Excm. Sr. General Jefe del Ejercito del Norte, quién a su vez lo destina a la 81 División, 7º Batallón del Regimiento de Infantería Burgos nº 31, al que se incorpora el día 25 de enero en el Frente de Teruel, tomado parte activa en la reconquista de dicha capital y guarneciendo dicho frente hasta el día 6 de mayo, que por orden superior pasa a prestar sus servicios al 7º Batallón del Regimiento de Infantería Valladolid nº 20 al que se incorpora el día 8 de mayo en el Frente del Ebro, encontrándose en Fayón cuando el enemigo pasó el Ebro, defendiendo dicho pueblo hasta el aniquilamiento de la bolsa “Mequinenza-Fayón”, siendo trasladado inmediatamente con su unidad a Puebla de Masaluca (Tarragona) defendiendo dicho sector del Ebro en la posición del “Cementerio” y avance y persecución del enemigo hasta la orilla opuesta.
El 29 de diciembre es trasladado a Ascó, donde permanece de guarnición.
Año 1.939
En la noche del 5 al 6 de enero, con su Unidad, atraviesa el río Ebro siguiendo el avance de Cataluña por las inmediaciones de la costa hasta Barcelona, entrando en dicha capital por Hospitalet el día 26 de enero, permaneciendo en descanso varios días y continuando por la provincia de Barcelona y Gerona la labor de limpieza, siendo trasladado más tarde a Manresa donde permanece de guarnición.
Por orden del 4 de abril (B.O. Nº 96) y por reunir las condiciones que determina la orden de 5 de abril de 1938 (B.O. Nº 532), es promovido al empleo de Teniente Provisional de Infantería con la antigüedad de 22 de septiembre de 1938. continuando de guarnición en Manresa hasta el día 4 de junio.
En el Boletín del Movimiento número 139 de 10 de marzo de 1.942, recoge el Decreto que crea la Medalla de la Vieja Guardia para los Militantes con anterioridad al 16 de febrero de 1.936 en los partidos unificados de F.E.T. Y de las J.O.N.S. Persigue la finalidad de honrar con este preciado distintivo a los camaradas que en la hora dura de la lucha fueron la vanguardia del Movimiento Nacional.
La Medalla es una distinción puramente honorífica que no confiere ningún privilegio e impone deberes superiores. El titular de la misma adquiere el especial tratamiento de Camarada de la Vieja Guardia. También tiene la potestad de asistir, sin previa citación, y en lugar preferente entre los camaradas de la misma jerarquía a cuantas solemnidades y concentraciones celebren con carácter público los órganos del Partido.
Después de la guerra, Francisco, prepara un expediente que envía a la Junta Central de recompensas de la F.E.T y las J.O.N.S. con los requisitos para obtener la distinción.
Juan Antonio Mir
NOTAS
(1) Miguel Merino (Zaragoza, 4-V-1904 – Zaragoza, 5-XII- 1959). Médico y político zaragozano. Cursó estudios de Medicina en la Universidad de Zaragoza, ganando por oposición una plaza en el Cuerpo de Beneficencia Provincial de Teruel, con residencia en Alcañiz, lo que llevó consigo su traslado a esta ciudad, donde contrajo matrimonio y nacieron dos de sus tres hijos.
Conoció a José Antonio Primo de Rivera en 1930, lo que condicionará su inclinación política. Cuando a fines de 1933 nazca Falange Española, Miguel Merino será uno de sus fundadores, con el carnet n.° 69. Jefe provincial de Teruel, más tarde pasa a ocuparse de la Jefatura territorial del Bajo Aragón. Junto con este cargo, Merino ejerce el de Consejero nacional, lo que le coloca en el segundo lugar de la jerarquía falangista en Aragón, después de Jesús Muro. El comienzo de la guerra dejó a Merino sin territorio bajo su jurisdicción, puesto que todo él quedó en la zona leal al gobierno republicano.
El 18-lV-1937 fue elegido para formar parte de la última Junta de Mando de F.E. de las J.O.N.S., cargo que únicamente pudo ostentar durante 24 horas, hasta que se decretó la unificación con los tradicionalistas. Acusado de oponerse a ésta, fue sometido a consejo de guerra y absuelto por falta de pruebas en su contra. Siguió tomando parte en política, después de la guerra, siendo consejero nacional del Movimiento y diputado provincial de Zaragoza. (Fuente Gran Enciclopedia Aragonesa)
