En 2008, el gallego Xoel López, decide romper con su alter ego, Deluxe, y marcharse a vivir a Buenos Aires para reinventarse musicalmente. Y desde luego que lo ha hecho, no sé si para bien. Ya había escuchado algún disco suyo y no me disgustaba, pero desde que lo vi concursando en Smonka, aquel descabellado concurso perpetrado por los geniales creadores de La Hora Chanante, me cayó genial y comencé a seguir su carrera con mayor devoción de la que le había tenido hasta ese momento. Bajó el seudónimo de Deluxe publicó seis discos, los tres primeros en inglés con alguna incursión en castellano, y los tres últimos integramente en nuestra lengua. Rock, lindando con el pop. Todos bajo un denominador común: varios temas geniales y otros que para mí resultaban de relleno. Pero se cansó, dijo que le podía la presión, y abandonó aquel proyecto.
El mes de mayo apareció Atlántico, el primer disco que firma con su auténtico nombre, y que le pasa al pop, casi folk. Sigue teniendo el mismo fraseo melancólico y desgarbado, pero a menos revoluciones musicales. Me cuesta escucharlo en este nuevo registro, las melodías son agradables y te puede hacer compañía en el trabajo o mientras ordenas el armario en casa, como una brisa del mar que da nombre al disco, pero sin más. Ninguno de los doce temas que componen el álbum destaca especialmente por encima de otro, aquí os he pinchado los dos que más me gustan, aunque poniendo cualquier otro, la variación no hubiese sido grande. Escuchadlo y juzgad vosotros mismos, porque a lo mejor es que tengo hoy el día tonto.
Carlos Garcés
