César Strawberry. Somos un país de paletos que solo se interesa por la rumba y el futbol

 

Mañana sábado 26 de abril la mítica banda de rap metal DEF CON DOS comparecerá ante sus muchos fans aragoneses en la zaragozana Sala López para ofrecerles otra de sus extraordinarias actuaciones. Veinticinco años después, sonarán en directo algunos de sus primeros temas en formato old school. DOS TENORES DEF se llama la gira. 

http://www.integratorproducciones.com/2014/02/def-con-dos.html

Tenemos ocasión de entrevistar al legendario César Strawberry para El Agitador y ni siquiera nos paramos a pensarlo. Son cuarenta y cinco frenéticos minutos al teléfono que nos saben a poco. Son muchos años de admiración por él  y por su banda. Respect.

 

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Def Con Dos nació en la segunda mitad de los ochenta, en ese impasse que se produjo entre el final de la movida y el desembarco de lo que se vino en llamar “indie”, ya en los noventa. En aquel momento España estaba literalmente tomada por grupos como Mecano, Hombres G, Duncan Dhu y el panorama era poco proclive a propuestas radicales como la vuestra ¿Cómo se os ocurre debutar en un país como aquel y encima haciendo hip hop, algo que en aquel momento sonaba a anatema incluso entre los públicos musicalmente cultivados? Pues por una sencilla razón. Teníamos una increíble avidez de vanguardia y en ese momento el hip hop lo era. Def Con Dos surge de mi amistad con Julián Hernández, de Siniestro Total. Es algo que cuento en mi biografía. Julián y yo éramos cuñados, estuve muchos años con su hermana, y de esa amistad surgió la idea de hacer algo juntos. Yo venía del punk y escuchar nuevas cosas como Public Enemy, RUN DMC o Beastie Boys, me pareció que era la renovación de la vanguardia y la renovación del punk del que, como te digo, yo venía. Aquella música era la vanguardia en aquellos años pero no lo era en España. En aquel momento yo tenía veintitrés o veinticuatro años y de lo que se trataba era de llevarle la contraria al mundo y en eso hemos seguido mientras nos encanece la barba…

¿Cuál fue la importancia exacta de la aportación de Julián Hernández a aquellos primeros DEF? En aquel momento Siniestro Total era un grupo importante y Julián tenía una presencia muy fuerte en la industria. Él era DEF y el hecho de que él estuviera en DEF nos abrió puertas que, de otra manera, hubieran permanecido cerradas. En primer lugar con la discográfica. Gracias a él pudimos editar nuestra primera maqueta en un magnetofón Revox en el que se grabó también la primera maqueta de Siniestro Total y al que habría que hacerle un homenaje algún día. Conseguimos entrar por la puerta pequeña en DRO y ahí seguimos hasta el Tercer Asalto. En realidad, con DEF no pretendíamos nada, solo defender nuestro derecho a estar en la vanguardia. Después, Siniestro Total fichó por Ariola, en el 91, y se alejó de DEF. Fue entonces cuando conocí a J Al Andalus que era un músico muy experimentado, con una larga carrera en gente como Pata Negra, Dogo y los Mercenarios o Dulce Venganza, y DEF se trasformó en una banda de rock musicalmente solvente como Public Enemy cuando se cruzó con Anthrax.

El espectáculo que presentáis mañana en Zaragoza como DEF CON DOS Sound System, “Dos Tenores Def”, es una vuelta a aquellos años. Sí, veinticinco años después recuperamos aquel repertorio de los primeros años, del 89 al 93, en el que hay muchas canciones nunca antes interpretadas en directo. Es nuestro repertorio más rapero, surrealista y demencial que vuelve para todos aquellos de nuestros fans que nunca lo han escuchado en directo a pesar de lo mucho que nos lo han pedido. Me refiero a temas como “La Cotorra Criolla”, “Miedo a un planeta DEF” o “Larga vida a Salman Rushdie”.  Es una propuesta muy “old school”, con Peón, J y yo en escena en un esquema que quizá debiéramos haber seguido en el tiempo. Dimos en su momento algún concierto así, unos cinco o seis, pero la gente no lo acababa de entender, no eran tiempos para entender que la mitad de lo que sonaba eran bases pregrabadas. La gente empezó a entendernos cuando nos presentamos como una banda más metal. 

Es un poco como aquel “Back to basics” de John Major al frente de los conservadores británicos a principios de los noventa. Una vuelta a los viejos valores… Con la crisis hay que buscar fórmulas ingeniosas. La caída general del público nos ha permitido encontrar el momento de montar un espectáculo más sencillo de producir pero a la vez capaz de traer aquellos viejos temas que, como te digo, no han sido interpretados antes en directo. Este espectáculo tiene menos gastos de producción. Pero esto es algo que solo se puede permitir una banda con un repertorio muy amplio, como nosotros. De lo contrario sería puro oportunismo. Esperamos seguir presentándolo en salas pequeñas y también a algunos festivales este verano. Lo llevaremos por todo el país.

Decías que, al empezar con DEF, no ambicionabas crear una carrera artística, que te movía solo las ganas de llevar la contraria y, de alguna manera, pasarlo bien. Pero lo cierto es que han pasado un montón de años y, deseada o no, podéis exhibir una larga carrera bendecida, además, por el cariño de un público que todavía os sigue y que, además, se ha renovado generacionalmente. La pregunta es un poco cursi pero no me resisto a formularla, ¿No sientes algo parecido a la emoción cuando piensas en ello? Es que no pienso mucho en ello, la verdad. Hemos conseguido mantener la originalidad a lo largo del tiempo y crear un marchamo muy personal, inimitable diría. Creo que hemos conectado con varias generaciones porque, desgraciadamente, el mensaje no ha cambiado. Se mantiene su vigencia. Nuestros espectáculos siguen funcionando bien porque viene gente de todo tipo. Y también generacionalmente. Vienen padres con sus hijos. Padres cincuentones que ves que intentan transmitirle su afición a un hijo que, por supuesto, ni había nacido cuando DEF ya rodaba por ahí. Lo que puedo decirte es que ha merecido la pena. Con cincuenta tacos flipo con todo esto. No sé cómo he podido acabar dedicándome a esto durante tanto tiempo “contra todo pronóstico”, llegar hasta aquí. También es verdad que nosotros nos cuidamos, nos preparamos mucho, nos dejamos los huevos en escena. En cuerpo y alma. A mi edad, está claro que prefiero haberme dedicado a esto que a otras opciones que ni siquiera contemplo. Y es verdad también que, seguramente, en otro país seríamos la polla pero ahí estamos dando sentido a nuestra existencia y haciendo lo que queremos hacer. Yo estudié Bellas Artes y entonces lo que te planteabas era ser profe. Pero al encontrar la música en mi camino, ni profe ni hostias. Mejor estar en el mundo kamikaze que es la hostia.

La temática fundamental de vuestras canciones ha sido siempre la crítica al país, a sus elites, a sus habitantes, a sus costumbres. Una crítica feroz, despiadada casi. Muchos, y más ahora, estamos de acuerdo con vuestra visión pero es cierto que en un momento dado, a principios de los ochenta, yo al menos tenía otra percepción del asunto, creía que España iba a ser la leche y lo que siento es, además, pena por ver en qué ha quedado todo… ¿Compartes esa visión? Es que yo siempre he tenido una percepción distinta del país. Pienso en el 92, en la entrada en la Unión Europea, en la llegada de los fondos de cohesión… yo eso siempre lo vi como un bluff. Me gusta mucho la Historia y lo que veo es que la Historia de España es una repetición constante de males endémicos. Nuestra democracia ha sido heredada tácitamente del franquismo y no hay mucho más que hablar. Nosotros ya en los noventa hablábamos de ello y el tiempo nos ha dado la razón. Si en lugar de una banda hubiéramos montado una línea telefónica de videncia con un 902, nos hubiéramos forrado. Somos un país de mierda, somos idiotas y nosotros nos reímos de eso. Así de sencillo. Todas esas “oportunidades” me parecieron siempre mierda porque somos un país de paletos que solo se interesa por la rumba y el futbol.  A nivel musical a mí me gustaría otra cosa pero lo cierto es que la peña prefiere cosas como Fito y los Fitipaldis. Peret le ha hecho mucho daño al rock español.

Tu visión sigue siendo pesimista. Es que España sigue siendo lo mismo que cuando Jovellanos. Una serie de iniciativas brillantes, individualidades brillantes, en un entorno masivo de anormales. Un país que inventó lo de “Vivan las cadenas” y que salió en masa a recibir a los cien mil hijos de San Luis… Ese espíritu servil sigue vivo. Lo que tenemos ahora es debido a que seguimos aplaudiendo a los cien mil hijos de San Luis. Yo estoy en una posición de total escepticismo hacia todo. Todo lo que ha pasado en estos últimos años, estaba clarísimo. Evolucionamos hacia el culto al centro comercial y al boom inmobiliario. Hoy dicen: “no sabíamos lo que iba a pasar”, pues haberme llamado a mí a casa porque yo sí que lo sabía, estaba muy claro. Canciones como “Poco Pan” o “Ultramemia” eran premonitorias de lo que ha pasado. No entiendo que nadie se pueda fiar de un banco que, por definición, es una institución volcada en el latrocinio y la explotación. Todo esto es resultado de nuestra irresponsabilidad. El sistema ha evolucionado hacia donde nosotros le hemos permitido llegar y los políticos no son otra cosa que nuestro reflejo. Tenemos que inventar otro modelo.

En otros países, situaciones de crisis como las que describes han posibilitado el florecimiento de muchas manifestaciones culturales. Pienso en la Gran Bretaña de Thatcher y en todo lo que nos dio aquel país a finales de los setenta y principios de los ochenta. En España parece que ni siquiera eso ocurra. No hay un reflejo del descontento en la producción cultural. No hay contestación. Parece que lo único sea el famoso video de Amaral… Es que este es un país de fuegos artificiales. Me acuerdo que cuando salió lo del 15-M la gente flipaba, que si la revolución, que si la primavera española… cuando se veía claramente que era una mierda. Por supuesto que hay cosas en ese movimiento que están bien, como las plataformas antidesahucio, pero en general están todos esperando a que esto pase para volver a sacarle brillo a la tarjeta de crédito en el centro comercial. Lo que está claro es que se puede vivir con modestia, con otros valores… Hay que espolear la creatividad, luchar por salir fuera del stablishment. Eso es la vanguardia, el espíritu kamikaze. Y a eso en España se le tiene pánico. Están todos agazapados ante lo que pasa. “Es preferible la injusticia al desorden” que decía Goethe. Es patético.

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Acabas de citar a Goethe y, precisamente, una de las señas de identidad más claras de DEF es su elevado número de referencias culturales. ¿Cuál es la pregunta?

No es estrictamente una pregunta sino una constatación y un halago. A mí la existencia de varios niveles de lectura en vuestras canciones me ha parecido siempre algo muy interesante. Permite establecer complicidades y, además, creo que ayuda a divulgar. Estoy seguro de que muchos chavales han descubierto pelis, tebeos o referencias en vuestras canciones. Pienso casi en la tarea que desarrollaron las Misiones Pedagógicas durante la IIª República. Junto a Siniestro Total formáis algo que yo he llamado siempre el “punk ilustrado”. DEF es un hijo claro de Siniestro Total. Hemos intentado ser un claro soporte de vanguardia en un país de paletos. La música te permite obtener una difusión enorme y una gran capacidad de popularizar tus consignas. Pero eso tampoco es importante. Nosotros no pedimos adhesiones a los oyentes. El soporte rockero es nihilista y divertido por definición. Se trata de estar ahí, contando cosas sin más. A veces, en algunos medios, nos han dicho que nuestros discos incluían “mensajes mesiánicos y agoreros”. En absoluto. No hay nada de eso. Lo que es verdad es que hemos conseguido popularizar consignas sesudas, incluso elevadas y complejas, y de alguna forma a través del formato canción las hemos llegado a  banalizar, a acercarlas a públicos muy amplios. En realidad no creas que soy muy lector.

Aunque escribas novelas. Sí, voy ya a por la tercera.

Siempre terminamos nuestras entrevistas con tres recomendaciones. Peli, libro y disco. No, no. No me gusta nada hablar de mis gustos y de las cosas que hago de puertas adentro de mi casa. Me reservo mis gustos musicales, ahora ando escuchando un tipo de música que no quiero difundir en absoluto…

Venga, mójate. Bueno, venga. A  ver. Libro: El Corán, es un libro muy importante que todo el mundo tiene que leer. Música: El sonido de la Bomba Atómica al explotar, que es una cosa muy relajante. Y película, la Biblia.

Jesús Cirac

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