El Verano de la Tormenta. Amadeo Barceló Gresa.

Admito que resulta poco riguroso reseñar el libro de un compañero de asociación. Menos todavía hacerlo en el mismo lugar en el que el autor del libro cuelga sus trabajos de forma regular. Es lo que tiene BAP. Somos pocos y nos toca hacer de todo. Prevenciones obligadas aparte, hay que decir que pocas obras encajan mejor en la línea editorial de El Agitador que este El Verano de la Tormenta del que ahora sale una segunda edición a la calle toda vez que la primera, de julio de este año, se encuentra totalmente agotada. Coincidiendo con esta reedición, con su reciente presentación en la Feria del Libro Aragonés de Monzón y con una próxima en Zaragoza el día 14 del corriente en el seno de las Jornadas que la Asociación de Vecinos Venecia Montes de Torrero viene celebrando anualmente con el nombre de La Otra Historia, el libro vuelve a ser actualidad.

El Verano se centra en el estudio de la violencia política desatada en Caspe en los días inmediatamente posteriores al golpe militar del 18 de julio de 1936. Lo primero que hay que decir para quienes todavía no lo conozcan es que no es el trabajo de un historiador sino de una persona aficionada a la historia y esa condición no profesional se alza como una de sus características principales. Para bien, añadiría yo. Con buen criterio, el autor ha elegido dramatizar los sucesos devolviendo para ello a la vida a sus protagonistas. El resultado es un relato con vocación descaradamente literaria construido a partir de decenas de testimonios que se van entretejiendo hasta completar una visión amplia, y a la vez exhaustivamente detallada, de aquellos funestos días. Muchos de los personajes pertenecían ya al imaginario colectivo local (varios tuvieron calles a su nombre) otros son totalmente anónimos, vecinos y vecinas a los que la explosión de violencia sorprendió segando en los campos o cuidando de la casa o jugando en las calles. De lectura amena y casi absorbente, El Verano despliega tal profusión de datos en sus notas a pie de página que me atrevo a afirmar que, con toda seguridad, constituye el estudio más severo y riguroso realizado por un caspolino sobre temas caspolinos en muchos años.

Al libro se le puede achacar, siempre hay algo que reprochar, que no profundiza en
determinados aspectos de la vida pública del Caspe de aquellos años o que no amplía el campo de visión con el detalle de lo ocurrido antes y después. Hay que decir que estas aparentes lagunas no son hijas del descuido o la improvisación sino de una simple cuestión de oportunidad. Se trataba de estudiar unos días concretos y había que hacerlo con la suficiente hondura. No nos lamentemos. Queda campo para nuevas investigaciones que estamos seguros se irán completando en los próximos años.

Lo importante es subrayar varias cosas: 1. el libro se vende bien, luego existe interés por estos temas. 2. Los caspolinos somos capaces de generar análisis en torno a nuestra realidad colectiva plenamente satisfactorios. 3. Existen voces jóvenes en la localidad suficientemente capacitadas para garantizar el futuro de la actividad investigadora. 4. En contra de lo esperado, la sociedad local es lo suficientemente madura como para aceptar visiones del pasado reciente que no encajan exactamente con las versiones tradicionales y generalmente aceptadas. 5. Por fin se ha rasgado el velo, se ha roto el tabú.

Como verán, todo son ventajas.

 

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