Esos malvados alcañizanos

 

Pero, ¿es que no tenéis bastante? Que si la Concordia fue antes que el Compromiso, que si la Estanca es más maja que el Mar de Aragón, que si los de Caspe no sabéis tocar el tambor, que si no tenemos tren pero porque no nos da la gana…

Ya hacían bien nuestras abuelas al despotricar contra los de Alcañiz. ¡No me extraña! Son malos, malísimos, tanto que nos roban a los mejores de aquí: hace años, ficharon a Royo, el caspolino que fue portero del Alcañiz. Después, tuvieron a Burillo (menos mal que lo hemos podido recuperar a tiempo). Y ahora, ¿Pues no van y colocan a un caspolino como alcalde? ¡Y encima del PP! ¡Esto no se nos hace!

Y, ojo, no se confundan. Esto es mucho más que un pique entre pueblos. Tenía mis sospechas, pero ahora, todo encaja: es una conspiración, un contubernio alcañizano-judeo-masónico encabezado por…. ¿Biel?

Por fin lo entiendo todo. Este verano, cuando los comentaristas de la Vuelta Ciclista a España confundieron la Estanca con el Mar de Aragón… ¿Fue un descuido? ¡Norrrrr! Todo estaba planificado. Los de la tele estaban untados, fijo. Nuestros vecinos quieren que los ingleses y los checos se confundan y vayan a pescar siluros a la estanca en vez de a nuestro pantano. ¡Tratan de robarnos las divisas!

El caso es que los caspolinos hemos aguantado carros y carretas durante décadas: tragamos con que nuestras mujeres tengan que parir allí. Consentimos que ellos se meen en el agua que bebemos. Pero, ahora, con lo del programa de TVE 1, Masterchef, se han pasado tres pueblos: ¿El Cerezo? ¿Quitarnos al Cerezo?

Y encima, con alevosía y nocturnidad: le han prohibido que diga la verdad. ¿Por qué, en ningún momento, José Antonio, dijo que era de Caspe? ¿Por qué tampoco contó que es primo de un miembro de los míticos Ángeles del Infierno? ¿Es que ya no le gusta el rock? ¿Es que se ha vuelto un “moñas”? Y, lo que es más importante ¿Por qué no contó que varias generaciones de caspolinos, nos dejábamos en los recreativos de su padre, toda nuestra paga del domingo?

Sepan ustedes que las frases más célebres de la historia de la Ciudad del Compromiso no son… “el nuevo rey es Fernando de Antequera” o, “caspolinos, ¡Viva San Roque!”. No. La prosa más afamada de Caspe la tuvo aquel hombre que, detrás de un mostrador, rodeado de zaras, chicles, y cigarrillos que vendía sueltos, soltaba (cuando sacudíamos la maquineta) con su voz cazallera, aquello de:

“¡Esos golpes, tigre!”

 Y lo mejor ya era cuando sacaba el gran poeta que llevaba dentro:

“¡En invierno y en verano, el Cerezo es lo más sano!”

 Último intento: ¡José Antonio! ¡Reflexiona! ¡Vuelve con los tuyos! Nada, me da que no. Le han abducido. Habrá que ir a buscarlo a la fuerza. Montaremos un comando, lo traeremos a Caspe y lo someteremos a la prueba final. Lo llevaremos a un bar, y entonces, si en lugar de pedirse un “cortao”, se pide un “cortader”, es que todo está perdido y ya es uno de ellos.

Amadeo Barceló

 

PD: José Antonio: un abrazo muy fuerte y mucha suerte en el programa.

 Alcañiz

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