La mayoría conocemos el significado de las siglas RENFE, que nos han acompañado durante varias generaciones. En enero de 1941, el Gobierno aprobaba la Ley de Bases de Ordenación Ferroviaria y de los Transportes por Carretera, por la que todas las compañías privadas de ferrocarril  fueron reunificadas en una sola empresa estatal, la “RENFE” (Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles).

Lo más curioso y menos conocido, del nombre elegido por el gobierno franquista para definir esta empresa pública, es que tan solo cuatro años antes, había sido utilizado con el mismo fin por el Gobierno Republicano.

Al inicio de la Guerra Civil  la red ferroviaria estaba en manos de distintas compañías privadas, rápidamente el país quedo dividido en dos bandos, lógicamente su red ferroviaria también. Las compañías de Oeste, Central de Aragón  y Compañía de Andaluces se mantuvieron íntegramente en zona sublevada, las dos compañías más grandes, NORTE (Compañía de los caminos de Hierro del Norte de España) y MZA (Madrid – Zaragoza – Alicante), quedaron divididas por la línea del frente. Los ferroviarios en la zona republicana reaccionaron apresuradamente, disolvieron los consejos de administración de sus compañías tomando la gestión  de las empresas en su territorio.

El ferrocarril era el medio más eficaz para garantizar el abastecimiento de material y el movimiento de tropas, si bien en la zona sublevada los ferrocarriles continuaron su existencia independiente, aunque el control real lo ejercían los militares y no los Consejos de Administración, en la zona republicana las incautaciones espontaneas que realizaron los trabajadores crearon una situación un tanto anárquica, por lo que el gobierno decidió tomar el control de las compañías y el 3 de agosto de 1936 por Decreto el Gobierno  Republicano se hace cargo de la gestión provisional de las compañías más importantes, le siguieron otros decretos hasta que definitivamente el 21 de octubre de 1937 otro decreto decía literalmente:

 “con todas las líneas ferroviarias, tanto de vía ancha como de vía estrecha, de cuya explotación, con carácter provisional se había hecho cargo el Estado, por virtud de los decretos de tres de agosto y nueve y veintiséis de diciembre de 1936, se formará una sola red, denominada Red Nacional de Ferrocarriles, pasando al Estado el activo y el pasivo de las empresas

Lógicamente esta primera Red Nacional de Ferrocarriles, llego a su fin en la última etapa de la Guerra  con el final de la II República, su corto periodo de existencia fue la principal diferencia con la “Renfe” que todos hemos conocido.

La Red  creada en 1941, a pesar de ser la mayor operación nacionalizadora producida en Europa hasta el momento, dejo fuera a los ferrocarriles de vía estrecha y a las redes de tranvías metropolitanos, mientras que esta primera Red Nacional  aglutino todos los transportes ferroviarios, eso sí en el bando republicano.

La maquinaria propagandística franquista, curiosamente, no puso ningún inconveniente  a utilizar el mismo nombre, que ya había utilizado el enemigo en la nacionalización de los ferrocarriles republicanos, pero si eludieron hablar de esta primera red nacional de ferrocarriles, en varios libros de la historia del ferrocarril, publicados durante los inicios de la dictadura.

Ignacio Gracia

Red Nacional de Ferrocarriles 1937

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