“La verdad de Caspe”, un blog caspolino sobre relativismo y viajes sin retorno.

Usted puede ir en su coche de Zaragoza a Caspe pasando  por Maella. Pero usted y yo sabemos que ese no es el camino más corto, el mejor o el que más tiempo y combustible nos ahorra. Por lo tanto si usted afirma que se puede ir de Caspe a Zaragoza pasando por Maella, si bien no miente, dice solo una verdad relativa y no absoluta. Esa elección, pasar por Maella camino de Zaragoza desde Caspe, solo conduce a darse unas cuantas vueltas por las poblaciones cercanas, aumentar el tiempo de su recorrido y gastar más combustible. Allá usted, no obstante.

Pues algo así es lo que plantea el nuevo blog aparecido recientemente con la promesa de darnos información política caspolina y que viene a completar la esfera de las redes sociales locales sumándose  a una decena de blogs, unos cuantos perfiles falsos de Facebook, foros y chats en los que se permite verter cualquier barbaridad y firmar bajo seudónimo. “La verdad de Caspe” arranca con una misión autoencomendada: Contar “La historia democrática de Caspe paso a paso, día a día.” Aunque lo primero que llama la atención es que tal afirmación, y muchas otras, no viene apoyada por ninguna firma personal o asociativa. Eso, a primera vista y sin entrar en detalle, resulta algo tendencioso, políticamente hablando.

Blog editado en Word Press, con buena apariencia técnica y presumiblemente asistido económicamente,  que amenaza, y digo bien amenaza, con contarnos la historia democrática de Caspe. Es cierto que amenaza, lo digo por el anonimato bajo el que se opera y por las publicaciones apasionadas que en él se han colgado hasta la fecha. Llama mucho la atención la frase de Sócrates que, a modo de cita, orna (u ornaba) su portada: “Las mentiras ganan bazas, pero la verdad gana el juego “ Curiosa elección. Sabido es que Sócrates siempre buscó superar el relativismo con la verdad absoluta, fundamentar en la ética personal cualquier organización política de la sociedad. Exigencia ética que al editor, o editores, de este blog parece faltarles desde el inicio. Empiezan con mal pie cuando cuelgan artículos de opinión, en formato narrativo y en plural, pero sin ninguna firma responsable, ni siquiera la de una asociación, colectivo o partido político. Lo que sí que se hace es cuestionar la política de un partido, de un solo partido, o una persona, de solo una persona, estos sí, persona y partido, con nombre y apellidos.

Por supuesto el lector, o lectores, de “La verdad de Caspe “ podrán valorar si esa reivindicada verdad es relativa o absoluta, políticamente hablando , hacía donde conduce y cuantas vueltas y vueltas nos puede hacer dar antes de llegar a algún lugar, si es que a algún lugar conduce. Obviamente el recorrido ético de cualquier noticia u artículo es distinto si le acompaña una firma al pie. Solo así podremos adquirir una opinión acerca de este blog y de las noticias y opiniones en él publicadas. Solo así podremos valorar su aportación al panorama de las redes sociales caspolinas.

Y es que, les guste o no a los miembros o colaboradores de “La verdad de Caspe“, todos los partidos políticos caspolinos con representación en el salón de plenos (PP, CPC, PAR, PSOE, CHA) han tocado poder en un momento u otro con lo cual, cualquier que quiera contar “la historia democrática de Caspe paso a paso, día a día” tendrá que contar toda la historia democrática de Caspe. Desde las elecciones municipales del año 1979, o incluso con anterioridad a estas. Me imagino que en este blog ni se les ocurrirá hablarnos de los dedazos de toda  la historia democrática del ayuntamiento caspolino. De los liberados políticos de la historia democrática de la institución comarcal. Del toma y dame de los gobiernos en coalición. De las monedas de cambio entre el ayuntamiento caspolino y la comarca. De la justificación de salarios de presidentes y consejeros comarcales, liberados con cargo al erario público, de dietas y kilometraje, cenas, detalles, regalos…

Como lector asiduo de publicaciones digitales, y entendiendo que en este blog, tal y como se promete, se va hablar de “la verdad de la  historia democrática de Caspe paso a paso, día a día”, de entrada me sorprende que en el citado blog se incluyan valoraciones y conclusiones  anónimas sobre una parte de un programa político municipal concreto y en menor medida de la gestión de una alcaldesa concreta. Yo me atrevo a lanzar una propuesta o reto a sus editores que seguro les hará subir en el ranking de veracidad relativa caspolina: atrévanse a realizar una evaluación del impacto, tanto presupuestario como en rédito electoral, de los  programas políticos con los cuales han concurrido a las elecciones todas y cada una de las siglas políticas que han participado en los distintos comicios municipales caspolinos. Ello les servirá para completar la “verdad” con más datos y menos ambigüedades, para evitar verdades relativas y acercarnos a las verdades absolutas.

Una propuesta más que les lanzo a los editores de “La verdad de Caspe” para ayudar a acercarnos a la verdad absoluta y a deshacernos de la verdad relativa de una vez por todas: Ampliar la línea editorial o la exposición de motivos de dicho blog. Tomen como ejemplo “El Agitador Bajoaragonés”. Si pinchan encima de la pestaña “¿por qué del Agitador?“ que encontrarán fácilmente en su página de inicio podrán leer lo siguiente: “La asociación cultural Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda (BAP) tiene por fines: impulsar, favorecer, fomentar y proponer trabajos de investigación e iniciativas relacionadas con cualquier aspecto cultural, social, antropológico, o económico de nuestro entorno. En este sentido, intentará dar cabida a todo tipo de actuaciones, cuya valoración dependerá de un grupo de socios en base a sus cualidades y sin tener en cuenta aspectos ideológicos.”

No se empeñen en llegar a la verdad por otros caminos. Yo me he empeñado en llegar a Caspe desde Zaragoza pasando por Maella. Antes he tenido que pasar por Fraga y Mequinenza, me he desviado por las Planetas de Nonaspe, he dejado a la izquierda el desvío a Fabara y he llegado a Maella para, por fin, dirigirme a Caspe con los músculos agarrotados y el depósito casi vacío. Otra cosa es que ese viaje de verdad relativa que ustedes parecen estar emprendiendo sea útil a alguien y por lo tanto se convierta en una mentira absoluta. Ello solo les llevará a practicar un ostracismo voluntario en la política municipal y quizá entonces lo que deban plantearse es si merece la pena participar de una manera ética en la política caspolina.

Miguel Ángel Insa 

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