Ana Cabrero, candidata a la alcaldía por el Partido Popular, nos envía este artículo y nos pide que lo compartamos con todos vosotros. Lo hacemos con ella igual que lo hemos hecho con otras formaciones.
Es lamentable leer un artículo con el que nos sorprendió hace algunas semanas la Sra. Prado Murillo, y al que quiero dedicarle unas líneas para demostrar las FALSEDADES que en él se cuentan. Ya no sé si es problema del que le transmite los temas o es que la información se distorsiona antes de llegar al Vado…. todo es posible. Pero hágase un favor, intente asegurarse de las cosas antes de escribir, por respeto a los lectores.
Es FALSO que los 600.000 € que cobró el Ayuntamiento por la enajenación de las Escuelas de la Balsa a la Comarca se hayan utilizado para sanear nuestra economía. Ese dinero sigue estando en una cuenta a excepción de una cantidad que se utilizó para adquirir patrimonio, concretamente un solar en la calle Chorrío para aparcamiento y, además, durante el gobierno del PSOE.
Es FALSO que el anterior equipo de Intervención nos pusiera reparos para incorporar al Presupuesto Municipal remanentes de Tesorería. Los reparos los ponían por el hecho de aprobar una factura antes del presupuesto. Facturas que estaban autorizadas, que había dinero para pagarlas, pero que por uno u otro motivo no había llegado el presupuesto para su previa aprobación.
Pero usted seguro que no sabe de lo que le hablo. Esta es una forma de controlar la Economía Municipal para no gastar más de lo que se tiene. Y durante el tiempo que usted estuvo en el gobierno no se hizo nada de eso. Así nos fue, Y así nos encontramos la deuda que nos encontramos. Afortunadamente ya todo ha quedado atrás.
Es FALSO que las personas actualmente contratadas en el Ayuntamiento sean de mi familia. ¿De dónde se ha sacado eso? Nada más lejos de la realidad. Es como si yo le digo que el actual párroco es familia suya, con todos mis respetos al párroco….y me quedo tan ancha. Por favor, un poco de rigor en la información. No mienta tan alegremente.
Y por supuesto que he podido hacer cosas que no estén del todo bien. Nos ocurre a todas las personas que trabajamos y dedicamos nuestros esfuerzos para mejorar el bien común. Los vecinos pueden perdonar errores, pero no engaños.
Para desmentir el resto de sus acusaciones le remito al artículo que también se ha publicado en este mismo medio y que entiendo no es necesario repetir.
Ana Cabrero Roca
