Descubrir que un grupo es uno de tus favoritos puede suceder de manera rápida. Como un flechazo, te enamoras de sus canciones. Amor duradero si con el paso del tiempo, te gustan más y más discos de la misma banda. Pero lo desconcertante es que te cacen sin que te enteres. Pues exactamente eso es lo que me pasó con The Smiths. Me costó tiempo darme cuenta de que no era la primera, la segunda ni la tercera vez que conectaba mi vieja cadena de música y los buscaba a ellos. Se habían hecho un hueco entre mis favoritos y ahí siguen. Sin estridencias (algo intrínseco en The Smiths). Como su nombre, Smith, que en Gran Bretaña equivale a Pérez en España. Nadie en especial. Uno más. Quizá por eso nunca llegaron a reventar las listas del modo que merecían.Telegráficamente les contaré algo de los Smiths aunque, forzosamente, habremos de hablar en pretérito porque se cumplen 25 años desde que dejaron de ser. Solo parieron 4 discos (aunque más del doble de recopilatorios y un buen número de singles). Nacieron en Manchester en 1982, y los creadores fueron el vocalista Morrissey y el guitarra Johnny Marr, responsable de la música. Morrissey, por su parte, ponía las letras. Un dúo perfecto al que se unirían Andy Rourke al bajo y Mike Joyce a la percusión.
Para muchos, The Smiths son el gran referente del Rock Alternativo de los años ochenta y etiquetan su música en el género del “Jangle Pop” (al igual que otros ilustres como REM). No sé bien si ese estilo de música es el de Smiths. Pero sí sé que nunca me canso de ponerlos. Sigue pareciéndome un placer escuchar reunidos en un tema cualquiera el zumbido tan característico de las guitarras, el sencillo ritmo de la batería acompasada y la inconfundible voz de Morrissey. Para bien, los Smiths son especiales. Aunque juraría que de su fuente bebieron muchos (no es difícil asociar sus compases con muchas melodías de Héroes del Silencio).
Tuvieron una corta existencia y nunca llegaron a cumplir las expectativas que el público británico depositó en ellos. No llegaron a ser los nuevos Beatles pero yo me voy a permitir recomendarles unas cuantas canciones de cada uno de sus cuatro discos de estudio.
De su primer albúm, homónimo, de 1984, me quedo con los primeros sencillos: “Hand in Glove”, “This Charming man” y “What difference does it make” Tampoco deben perderse “Still ill”.
En 1985 con “Meat is murder” (el título es un descarado guiño a la filiación vegetariana de Morrissey) llegarían a lo alto de las listas de ventas de UK. Debemos detenernos obligatoriamente en el pelotazo “How soon is now”. Lo curioso de este tema es que comenzó siendo una cara B, se incluyó dentro del segundo álbum en algunos países y versiones posteriores y acabaría siendo la banda sonora de la popular serie Charmed, (Embrujadas) más de 10 años después.
http://youtu.be/_U5HpeA_WSo
Su tercer albúm, “The Queen is dead” (1986) es, sin duda alguna, el mejor de la banda británica. Todo el contenido es casi una obra maestra. Me cuesta destacar algunas como “There is a Light That Never Goes Out” (versionada por gente tan variopinta como Noel Gallagher, Nada Surf o el grupo español Duncan Dhu); “The Boy with the Thorn in his side” que contiene una melodía que no te cansas de paladear u otros temazos como “Bigmouth Strikes Again” o “Some girls are bigger than others”.
Un año después llegaría “Strangeways, Here We Come”, considerado el mejor álbum por los propios componentes de la banda. Quizá no tuvo tanto éxito porque el listón había quedado muy alto en el disco anterior, pero nos regalaron en él temas de lujo como “Girlfriend in a Coma” y, por supuesto, “Stop me if you think you’ve heard this one before”.
Los Smiths se separaron ese mismo año. Johnny Marr y Morrissey continuaron en el mundo de la música. El segundo sigue siendo una estrella. Pero siempre perseguido por la larga sombra de él mismo en su mejor versión: el cantante de un grupo mítico como fueron The Smiths.
http://youtu.be/naos7it_bl0
Amadeo Barceló Gresa
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