Bienvenidos al número uno de El Agitador. Siendo más concreto, a la primera aportación a la sección Verdulería, un rincón dedicado a la opinión libre en el que se puede escribir de todo –aunque los temas cercanos van a tener más peso que los lejanos- con el único requisito de respetar las elementales formas de escritura y educación.

Dicho esto, haré también la puesta de largo de todo el rotativo. Y para ello, me pondré en el papel de un mozo del pasado siglo que lleva tiempo festejando con la chica que ama. En estas líneas toca pasar el difícil trago de pedir la mano al padre, ganar su confianza, su favor. Usted es ese padre exigente que está dispuesto a compartir con nosotros uno de los bienes más preciados: su tiempo.

Nace una publicación digital carente de orientación política volcada en ofrecer contenidos predominantemente culturales, históricos, sociales, con carácter actual pero con muchas ganas de acercarse al pasado. Un pasado no solo para eruditos, sino abierto a todos. Ahora bien, aunque tenemos claro quiénes somos y de dónde venimos, preferimos asomarnos a ese pasado dejando claro que ya hemos trascendido la condición de descendientes de Túbal –lo digo con todo el sarcasmo del mundo- o nietos de un tipo de pueblo de mote bien sabido. No desechamos la cultura popular porque forma parte de nosotros. Pero tampoco le rendimos pleitesía. Tenemos claro que la cultura popular es un concepto no siempre bien entendido. La nuestra es una apuesta decidida por dignificarla.

La criatura que hoy presentamos ha visto la luz en Caspe y la gran mayoría de sus padres son caspolinos. Quizá por ello su ciudad de origen tendrá, por el momento, más peso en los contenidos que otros lugares. Aunque deben saber ustedes que nuestra intención es clara: ampliar fronteras. La aguja del compás la hemos clavado en plena Sierra de Vizcuerno y el radio abarca muchos kilómetros a la redonda.

Pero aún hay más. En esta aldea global en la que la crisis de Grecia consigue que Miguel, de Caspe, Agustín, de Alcañiz o Pepe, fabarol -del a Ronda Arbolitos por más señas- pierdan su empleo, tiene poco sentido pensar que lo global únicamente repercute en nuestras vidas para lo “chungo”. A los agitadores nos llaman la atención las historias que bullen bajo cualquier subsuelo. Y mucho más si salen de la tecla de gente que conocemos. Podríamos decir que nos hemos propuesto conseguir que el mundo conozca la cultura bajo aragonesa con la misma energía con la que pretendemos inocular a los bajo aragoneses el amor por las culturas del mundo.

He dicho antes que El Agitador carece de identidad política, aunque inevitablemente algunos caerán en la tentación de posicionarnos cuando vean asomarse frecuentemente a nuestra ventana temas relacionados conla Memoria Histórica. Es la herencia genética de nuestro progenitor, la asociación Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda, que en sus estatutos cita como fines de la misma “investigar, recuperar y divulgarla Historia en general, y en particular el periodo comprendido entre la Guerra de Independencia española y la actualidad”; no obstante, quizá sea necesario recordar aquí quela Ley dela Memoria Histórica fue aprobada por todos los grupos políticos.

En cuanto a contenidos, El Agitador incluye secciones para todo tipo de públicos, a saber: Ellas/Ellos se compone de entrevistas cuyo único requisito es que el entrevistado tenga algo interesante que contar; Cajón de sastre se nutrirá de libros de ayer y hoy, de discos pasados –que no caducos- o recién estrenados y también del séptimo arte, viajes, acontecimientos, exposiciones, experiencias de todo tipo. Otro apartado ilusionante es Diáspora, que aspira a ser punto de encuentro de comarcanos que viven lejos de su lugar de origen (también cabrán los de segunda generación); a pocos meses del VI Centenario no podíamos olvidar el Compromiso y la Concordia, por lo que ya hay hueco para ello en esta casa; por la sección Galería, donde prima la imagen más que la palabra, irán girando instantáneas o grabados con suficiente alma propia para requerir pocas explicaciones; y como no, Sin conservantes se compone de noticias del corte agitador. Las actualizaciones van a ser diferentes según secciones. Las habrá quincenales, semanales, e incluso otras se renovarán varias veces por semana.

Esas, y otra secciones que vendrán, ya son posibles gracias al equipo de redactores comprometido a pasar de la idea a la acción. El grupo quiere seguir creciendo, y sabemos de sobra que hay mucha gente capaz de expresarse con lenguaje y actitud contemporáneas. Así que, si usted tiene inquietudes, si sigue sintiendo palpitar en su interior el fuego del inconformismo y cree que puede colaborar, no lo dude, este es su sitio.

Vamos a mostrar al mundo que los bajo aragoneses seguimos siendo gente de pueblo: un pueblo del siglo XXI.

Todos a sus puestos.

 Amadeo Barceló Gresa



 

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