Valoración a las jornadas

Finalizadas las jornadas Caspe 1936, un jardin de senderos que se bifurcan, llega el momento de sacar conclusiones. Sabemos, como organizadores, que es dificil no caer en la autocomplacencia; nada más lejos de nuestra intención. Pero no podemos obviar la consecución de algunos objetivos iniciales. Para empezar, queda demostrado que el formato de mesa redonda es más ágil y participativo. De hecho, la intervención del público asistente ha sido particularmente destacable, de lo cual estamos especialmente satisfechos. A todas luces, este aspecto supone un índice objetivo para calibrar el interés de los temas planteados. Y por otro lado, no hace falta señalar la calidad de los expertos invitados. Gracias a ambos factores, hoy estamos en mejores condiciones para comprender la complejidad de nuestra historia reciente.

Las jornadas comenzaron con Julián Casanova. Sus palabras resultaron valiosamente desmitificadoras. A través de un brillante ejercicio de historia comparada, nos invitó a abandonar tópicos adquiridos, para comprender la guerra civil en el contexto histórico de la Europa de entreguerras. En la primera de las mesas redondas, Iván Heredia, Jesús Cirac y Joaquín Cirac debatieron sobre la sociedad local anterior a 1936 y las consecuencias de la guerra civil. Al día siguiente, Antonio Peiró y Carlos Serrano analizaron los condicionantes históricos del proyecto de Estatuto de autonomía aragonés firmado en Caspe en 1936, así como la importante reunión autonomista de 1976 en el mismo escenario. El sábado fue la jornada más intensa en actos. Comenzamos presentando la bandera del Consejo de Aragón, de reciente hallazgo, para el deleite de eruditos y coleccionistas. A continuación, José María Maldonado, Toni Orensanz, y Amadeo Barceló describieron los primeros pasos del conflicto bélico, con la intención de aportar detalles y mayor comprensión a unos hechos habitualmente juzgados sin ningún matiz. Tras un recorrido por los lugares de memoria de los sucesos de 1936, las jornadas concluyeron con el exámen del ideal libertario, su aplicación concreta en el Consejo de Aragón, y la actualidad de este pensamiento en los nuevos movimientos sociales. En esta ocasión, fueron Carlos Taibo, Jose Luis Ledesma y Dolors Marin, destacados especialistas, los encargados de llevarlo a cabo.

La valoración de las jornadas, por lo tanto, es ampliamente positiva. Se habrán cometido errores, y sin duda existen aspectos a mejorar o replantear. Pero la asistencia de más de quinientas personas, confirma que existe espacio para este tipo de actividades. Fortalece además nuestra intención de plantear problemas de largo alcance, sugerir debates, y huir de las grandes certezas. Tan solo resta, pues, agradecer el apoyo del Ayuntamiento de Caspe y de la Asociación de Amigos del Castillo, con quienes deseamos y esperamos seguir colaborando. Eso sí, sepan que desde hoy mismo comenzamos a trabajar en nuestro siguiente proyecto. Como dice el Manifiesto de BAP, seguiremos informando.

 Óscar Adell Ralfas

 

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