No es fácil verla pero ahí está. Una inscripción cuidada y minúscula sobre una piedra empotrada en el pórtico de la Colegiata.
Los diferentes conflictos armados que azotaron Caspe, y en especial la Guerra Civil, dejaron la portada de la Iglesia desprovista de la imaginería que la decoraba y en uno de los huecos que ocupaban los doce apóstoles aparece esta pequeña marca. Aunque, atendiendo a la fecha, parece que esa figura concreta desapareció mucho antes del conflicto del 36. Concretamente, la fecha nos indica el año 1916, pero no podemos saber si para entonces la figura que ocupaba ese espacio ya había sido destruida en conflictos anteriores.
Desconocemos el origen de ese “ANY MCMXVI” y tampoco sabemos por qué la palabra “año” fue escrita en catalán. Posiblemente podamos atribuir la inscripción alguna de las múltiples reformas que se hicieron en la Colegiata, pero quien sabe…