Es indiscutible que en ningún otro lugar de la comarca las elecciones municipales son tan interesantes como en Caspe. Pero indiscutible también lo es el hecho de que la política de los otros lugares y sus campañas electorales son, de largo, mucho más saludables.
Fabara es un buen ejemplo de ello. A pesar de la controversia que acompaña a los primeros ediles siempre, estén donde estén, los ejemplos de salud democrática y participación ciudadana de las villas acostumbran a superar a sus hermanas mayores. Comenzando, por supuesto, por sus ediles. Por estos lugares, ser concejal sí es vocacional y además cuesta dinero y del de verdad. Porque gastan su tiempo sin recibir nada a cambio.
La campaña electoral en Fabara, amén de algún anecdótico mitin de los cuales ignoro sus números en forma de asistencia, ya que en absoluto soy partidario de lo que considero una pérdida de tiempo máxima, se centra en un único acto consistente en la celebración de un debate entre todas las listas aspirantes a entrar en la casa del pueblo. Dicho debate lo organiza LA VEU DE BAIX MATARRANYA, que para los profanos creo necesario aclarar que se trata de la radio local de Fabara. Una emisora eminentemente musical cuya objetividad a mí me parece fuera de toda duda.
El acto en cuestión se emite por el dial de la citada emisora y se celebra en el teatro-cine municipal, contando con una notable asistencia de público y generando lo que parece obvio: ventilarse en un par de horas los quince días de campaña electoral respondiendo a los distintos temas planteados por el moderador, Elías Satué, alma imprescindible de la radio fabarola. Dos horas de debate y quince días de descanso ¿quién da más?
Es innegable que el debate pierde alicientes cuando a una cita electoral tan solo se presentan dos candidaturas, tan enfrentadas como son PP y PSOE; porque en estos casos, en estos pueblos, la inmensa mayoría de los votantes ya tienen decidido el sentido de su voto. Puede servir este debate para motivar el voto y disminuir la abstención, que en Fabara está entre el 10 y el 15 por ciento.
El debate se divide en tres bloques: en primer lugar se lleva a cabo un análisis de la legislatura que va a finalizar. A continuación exponen ambas formaciones el programa para la legislatura 2015-2019, preguntándose por lo que crean conveniente. Y por último se permite al público intervenir acerca de los programas de cada partido.
El acto, a pesar de las discrepancias que en ocasiones parecen obligadas, se desarrolla con una cordialidad modélica por parte de todos los participantes, y sirve para conocer mejor a los que gobernarán la villa los próximos años.
Y como la idea de esta columna es transmitir el concepto en sí y creo que eso ha quedado claro, obviaré los conceptos políticos en forma de logros y reproches. Solo transmitiré una promesa común: la habilitación de un tanatorio.
Daniel Baquer Cortés
