También (ya perdonarán la indefinición, debe ser cosa de la edad, cuanto más se ha vivido y visto, se empiezan a difuminar los contornos y las certezas, y lo que antes era claro y palmario se torna gris y difuso) tenía otro título proveniente de un libro de Milan Kundera, el último, titulado “La fiesta de la insignificancia” y toda esta retórica viene a cuento de la deriva fatal que ha tomado la agrupación local del PSOE, con entradas y salidas de secretarios locales y comarcales fugaces y sin apenas decisiones en los últimos meses, que hacen sospechar una deserción de militancia, dirigentes, ideas, ganas de luchar…van a perder por incomparecencia.
Parece como si diesen por perdidas las próximas elecciones locales, que no son unas elecciones cualesquiera, pues podrían suponer la segunda legislatura del poder local y comarcal en manos del centro y la derecha, cosa inédita, al menos en Caspe, donde ha habido una cierta alternancia en los últimos años, o pactos, a veces contra natura, pero ya se sabe que la política hace extraños compañeros…
El panorama, entenebrecido por una crisis económica que nunca parece acabar, no es muy halagüeño, en una ciudad donde el Ayuntamiento es una de las dos empresas que más trabajadores emplea, y que por tanto el acceso a esos trabajos ofrecidos por la administración local son no ya apetecibles, sino la única oportunidad de trabajo que hay en el futuro, o eso o la emigración.
Parece, pues, que la hoy oposición, antaño gobierno con extraordinarias mayorías absolutas, se lo debería hacer mirar. El enfoque de donde deben incidir para arrastrar sus votos perdidos e ilusionar a otros para que les voten no parecen tenerlo nada claro: en el aspecto urbanístico, sector obras no tienen nada que hacer (salvo escudriñar las cuentas para encontrar alguna discordancia, que no parece que las haya) porque otra cosa no, pero calles, las están dejando como una patena, solventando problemas enquistados desde decenios, como la calle Diputación que ya luce como un vial moderno y que quizás sirva como expansión del casco urbano, cuando proceda.
La oposición socialista parece muda, el contacto con el pueblo lo han perdido, no responden a los ataques del equipo de gobierno, parecen un boxeador groggy, mareados y sin una dirección fiable y que apunte con algo de gracia y salero. Son un aburrimiento y una nulidad. Y aunque yo no sea socialdemócrata (ya saben la antigua consigna: ¿socialdemócrata?, ¡¡socialtraidor!!) me parece que para el correcto funcionamiento del ayuntamiento, gobierne quien gobierne, la oposición debe ser fuerte y concienciada, con diálogo, pero sin concesiones, y no perder siempre en cualquier debate por incomparecencia.
Ejemplo: la compra de los derechos de explotación de la cantera sita en el paraje llamado “Rondán”, en Zaragoceta,( allí donde nuestro señor Jesucristo perdió las zapatillas) compra por importe de 125.000 euros, cosa que en sí no tiene porqué ser malo ni dudoso, pero se echa de menos un poquito de rasmia en la oposición, unas pregunticas por lo menos, para que todos nos enteremos de la cuestión: ¿de verdad era necesario? ¿ porqué esa cantera y no otras más cercanas al pueblo? ¿ tanta grava vamos a necesitar? ¿el precio es ajustado?. Esas, y muchas más preguntas se podrían haber hecho, solo por ánimo de conocimiento, sin acritud, como se decía antes…Pues parece, que así como el malhadado Zapatero gastaba unas ansias infinitas de paz, este ayuntamiento gasta unas ansias infinitas de grava…
¿pá qué tanto?, quiero decir, ¿para qué tanta grava?.
Manuel Bordallo.
